Capítulo 11

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6:00PM
Me había terminado de alistar justamente ahora, mi madre salió a una fiesta así que estaba sola.
El timbre sonó, pude sentir como los latidos de mi corazón se aceleraban junto con mi pulso.
Abrí la puerta. Midorima estaba vestido simple, con una camiseta lisa azul marino, unos jeans y unas vans.

- ¿Lista? - preguntó

- ¿A dónde me piensas llevar? - cerré la puerta

- A mi casa -
Mi cuerpo se sobresaltó y di un brinco.
¿A su casa? ¿Quería presentarme a sus padres? Debió decirme para vestirme más adecuadamente, no estaba mal pero era muy informal.

- ¿Sabes conducir? - pregunté cuando vi el auto que estaba frente a nosotros.

- Sí, pero el auto es de mi madre - me abrió la puerta que estaba al lado del conductor
Me limité a decir media palabra, hubo un silencio bastante incómodo, es como si los dos quisiéramos decir algo pero nos avergonzaba.
Midorima estacionó el auto frente a su casa, era una casa de dos plantas, la entrada estaba cubierta por un portal de aluminio que suponía que era lugar para los autos, al lado de una pared había otra puerta que dirigía hacia la casa.

- Vamos - me tomó de la mano y me sonrió para que me tranquilizara.

Tocó el timbre y una niña salió y abrió la puerta. Me quedé asombrada ante el parecido de aquella niña con Midorima, era peliverde y sus ojos también eran verdes, solo que claros.
Parecía de algunos 8 años, tenía dos coletas que le daban ternura.

- ¡Onii-chan! - aquella niña se tiró sobre Midorima y el la abrazó

- Hola Amane - le sonrió, nunca había visto a Midorima expresar tanta ternura

- ¿Es tu hermana? - sonreí

- Sí - me devolvió la sonrisa

Entramos a la casa de Midorima, Las paredes puras y blancas abundaban en toda la casa, era un estilo simple pero las pequeñas decoraciones y elementos la hacían muy acogedora.
Todo era muy espacioso, la cocina destacaba por el grisáceo del aluminio y el acero.

De repente apareció una mujer pelinegra.

- ¡Hola! ¿A quién traes Midorima? - sonrió
No pude evitar ponerme colorada.

- Mamá, papá.. Ella es Hana, es mi novia - su voz se entrecortaba

- Un gusto - incliné la cabeza en un gesto de respeto y les sonreí

- Que linda.. Debiste decirme Midorima, ahora empezaré a prepararles algo para cenar - sonrió

- Muchas gracias señora Shintaro -

- ¿Y eres de aquí, Japón? - el papá de Midorima parecía interesado en saber sobre mi, trataría de responder cualquier pregunta que fuera posible y transmitirle confianza.

- Sí, soy de Tokyo -

- Midorima me habló de ti, te halagó bastante - rió

- ¿A sí? -alce una ceja- La verdad es que tiene un hijo maravilloso, siempre me gustó, era mi pequeño secreto, además de ser su admiradora, fue quién me inspiró a jugar basket -

- ¿Ah sí? Vaya.. me siento orgulloso de mi hijo, ya era hora de que trajera una novia a casa, y me alegro de que seas tú muchachita -

- Por Dios papá... - Midorima estaba sumamente avergonzado

- Y.. - su padre iba a continuar pero Midorima lo detuvo

- Bajaremos a la hora de la cena - me tomó de la mano y subimos unas escaleras que dirigían a un largo pasillo.

Rebote [Kuroko no basket: Midorima] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora