Capítulo 19

2K 116 8
                                    

Esta mañana me sentía nerviosa y a la vez feliz. Aquel mensaje de Midorima me había motivado bastante, y hoy daría lo mejor de mi al cien por ciento.
Me dirigí a la cocina. Podía oír los ronquidos de mi padre, le hice el desayuno y le dejé una nota.
"Me fui al juego, te dejé el desayuno en la mesa".
Corrí por las calles hacia el punto de encuentro. Casi me tropiezo de los nervios, nunca había jugado en una liga, y mucho menos para Estados Unidos. Hostias, de pensarlo solamente se me ponían los pelos de punta.
Si no daba mi mejor esfuerzo, digo, si todas no dábamos nuestro mejor esfuerzo perderíamos como carnada para perros.

- Hola - respiré hondo en cuanto llegué.

- Hola Hana, pareces nerviosa - Dragnel, una chica Ucraniana parte del equipo, me saludó.

- Esto de participar en ligas internacionales, no lo había vivido nunca - le sonreí.

- ¡Haber chicas! Nos toca contra la preparatoria Yamasaki, daremos apertura al juego con nuestro partido. Además no olviden animar a los chicos - el entrenador Souske nos guiñó un ojo.

Todas asentimos con el corazón a mil por minuto.
Fuimos a los vestidores y nos colocamos nuestro celeste y blanco uniforme con la iniciales "TEIKO".
Me bebí un vaso de agua para calmarme, no me permitiría perder este partido por culpa de unos insignificantes nervios.

- Bien chicas, ya es hora -
Todas nos colocamos en un círculo y unimos nuestras manos.
Las últimas palabras salidas de nuestras bocas fueron "no perderemos".
El estadio estaba lleno de gente, me asombró la multitud de personas que habían y el ruido que emitían.
Al otro lado pude ver las del equipo Yamasaki. Eran más bajas, pero sus caras reflejaban la malicia del demonio mismo. No, exageré un poco.
Pero parecían unas viejas con el ceño fruncido, querían dar miedo, pero lo que parecían eran ridículas.
Eso me motivó aún más, mi sangre se empezaba a calentar, quería golpear a alguien.
Nos colocamos en nuestras posiciones.
Sonó el silbato y la pelota brincó por los aires.
Tuvimos el primer mando ya que teníamos mucha más estatura, pero las había subestimado. Aquellas enanas tenían una defensa magnífica y la ofensiva mucho más, robándole el balón a Karin en un minuto.
Me tenían rodeada, así que no podía hacer nada por el momento.
Encestaron los primeros puntos del partido, cosa que me hizo enojar.
El partido transcurrió bastante emocionante, había mejorado mi defensa, así que contra aquellas era efectiva.
Podía oí a Souske junto a los chicos animarnos.
El segundo cuarto termino. Estábamos 57 a 59 ganando Yamasaki.
Los ojos de Daisuke se encontraron con los míos, pero lo evité de inmediato. Estaba en un partido importante, no quería que mis emociones se enredaran con la pasión y energía que sentía en estos momentos.
El entrenador Souske nos dijo que las bloqueáramos lo más que pudiéramos y yo que me mantuviera en defensa del aro.
El último cuarto comenzó. Tuvimos el mando del balón y pudimos sobrepasarlas en puntaje, ganando el partido.
Pude ver las caras de las jugadoras reflejar odio y envidia mientras que mi ego se elevaba cada vez más por las nubes alcanzado a Apolo y todos los dioses del Olimpo.
Nos pusimos de frente cada equipo.

- ¡Gracias por el juego! - gritamos y nos despedimos.
Nos fuimos inmediatamente celebrando a nuestros asientos para ver el juego de los chicos.
Como era de esperarse, ellos jugaban muy bien y no me sorprendería que ganaran.
Aún así era extraño ver jugar a Daisuke en vez de Midorima. Me detuve a mirarlo, tenía una velocidad impresionante, como la de Aomine.
Pero no poseía el talento que Midorima tenía, apenas encestaba de 2 puntos.

- ¿Hana? - Dragnel interrumpió mis pensamientos.
Miré sus grandes ojos grises.

- ¿Sí? -

- ¿Te gusta Daisuke? - aquella pregunta hizo que diera un brinco.

- No ¿por qué? -
Pude notar un sonrojo en cara.

- Es que le miras demasiado -

- Lo estoy comparando con Midorima, el está en su lugar -

- Ah.. -

- ¿A ti te gusta? - se puso más roja.

- Bueno.. Creo - giró la mirada.

- ¿Por qué no te lanzas a por su conquista? - le sonreí.

- Es que, aún me lo estoy pensando -

- Si quieres mi ayuda no dudes en pedírmela - le sonreí para transmitirle confianza.

- Gracias - por alguna razón sentía un mal presentimiento.
Teiko obtuvo una victoria asombrosa para sus primeras jugadas.
Ambos equipos celebrando nos dirigimos a los vestidores y salimos de ahí.

- Hana - Daisuke me llamó alejándonos de los demás.

- Hola, buen juego - le guiñé un ojo y elevé mi pulgar en signo de aprobación.
Daisuke sonrió.

- Solo quería.. disculparme por ser tan grosero la otra vez -

- Ah.. no hace falta que te disculpes - en realidad me había fastidiado su actitud.

- Quiero compensarlo -

- ¿Eh? -

- Vayamos a comer juntos, solo nosotros -

- Me duelen las piernas Daisuke -

- Por favor, yo invito.. solo quiero compensar mi actitud anterior - me suplicó.

- Es que.. -

- Por favor -

Bufé rendida.
- Sólo porque tengo hambre -
Daisuke sonrió.

- ¿Conoces el lugar? -

- ¿Washington? De hecho, conozco todo Estados Unidos, a excepción de de Phoenix y Alaska - sonrió.

- Wow, has viajado bastante -

- En efecto - su júbilo me molestaba.

Nos detuvimos en una avenida principal bastante transitada.
Me paré controlando mi respiración antes de cruzar.

- ¿Vienes? - Daisuke se paró en medio de la calle que estaba vacía.

- Espera - las piernas me dolían.

- No tengo toda la noche - bufó.

Subí la cabeza, Daisuke fruncía el ceño esperando, me molestó su expresión.
Precipitadamente venía un carro a la velocidad de como si se estuviera quemando su casa.

- ¡CUIDADO! - grité, pero ya era demasiado tarde, el carro golpeó a Daisuke haciéndolo rodar por el suelo.
Me dirigí corriendo hacia el, y pude ver como el conductor se apeó del auto pidiendo disculpas como cincuenta veces.
Lo ignoré. Daisuke tenía un gran sangrado en la cabeza y no respondía.
Me asusté tanto que las lágrimas no dudaron salir de mis ojos.

- Oh por Dios - acaricié su cabeza y saqué mi celular. Demonios, estaba en Washington, yo no sabía inglés.
Me dirigí hacia el conductor que había atropellado a Daisuke.
Hice señales de llamar a las que él atendió.

- Emergency - dije insegura y a la vez nerviosa.

- ¿You want to call an ambulance? -
Lo miré con confusión.

- Emergency. No English - me sentía idiota pero era lo único que podía hacer.
El hombre que parecía de unos 28 años sacó su iPhone 6 plus y lo tecleó como si de una joya de un millón de dólares se tratase. Lo miré con fastidio y este se dio cuenta, sonriendo maliciosamente.
Después de unos 2 minutos apareció una ambulancia.

- No hablo inglés - corrí hacia la mujer que salió.

- Veo que eres Japonesa ¿que ocurrió aquí? - me aliviaba saber que hablaba más idiomas.

- Mi amigo fue atropellado por aquel hombre. No reacciona y tiene una hemorragia - me limpié las lágrimas.

- Su cuerpo se ve débil y su respiración va disminuyendo cada vez más - chasqueó la lengua en un signo de desaprobación.

- ¿Podrán salvarlo? -

- No lo sabemos -

Y cuando aquella mujer pronunció aquellas palabras, sentí que mi mundo se vino abajo y que yo era un desastre, era culpable.

Rebote [Kuroko no basket: Midorima] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora