Capítulo 2

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Después de que Seiko se marchara, me quede sentada perdiendome la clase de arte. Me dolía la cabeza por todo lo que estaba pasando ¿yo saltarme clases? nunca, pero esta vez sentía que era necesario, necesitaba calmar mis ideas respecto a lo que estaba pasando.

- Oye, no deberías saltarte clases - una voz bastante masculina interrumpió mis pensamientos.

Alce la cabeza, era Kagami Taiga.

Estaba en la clase B, lo conocía desde niña, y nuestra amistad era muy unida, además de Seiko, siempre lo tenía a el para lo que necesitase. Y fue mi primer amor, pero nunca me le confesé, tenía 9 años.

- Mira quien habla - bufé. 

- No me sentía bien, así que era necesario - sonrió. 

- Lo mismo digo - rodee los ojos.

- No me lo esperaba de ti sabelotodo, siempre andas con ese orgullo - me dio un codazo amistoso.

- Últimamente las cosas están un poco alocadas - suspiré.

- Vamos, cuéntale a Taiga - me abrazo con su brazo derecho.

De repente la clase E apareció, dando inicio a la clase de educación física.

Y Demonios.

Midorima estaba ahí, y me vio abrazada con Kagami, perdiendo clases.

- Demonios, es mi clase - dijo Kagami.

- Ve antes de que el profesor se de cuenta - le sonreí.

- Adiós, te llamaré para que me cuentes tu problema - me guiñó un ojo y me despedí con la mano.

No podía tener la peor suerte, el chico que me gusta me vio abrazado con otro chico y perdiendo clases ¡Parezco de una banda de ladrones! ¿Que conductas son estas Hana?

Cuando me paré, una pelota de baloncesto me dio en los pies, la tome buscando de quien era.

Midorima hizo su aparición, le pase la pelota pero este no se marcho.

- ¿Eres novia de Taiga? - parecía molesto.

- No -

- Ya veo... además te saltas clases, eso no me da una buena impresión Akiiho - saco su bella sonrisa torcida acomodándose los lentes con su dedo mayor.

- Me sentía mareada - busqué una excusa.

- Deberías ir a la enfermería - dijo mientras rebotaba el balón.

- Si debo ir o no, no es tu problema - y me fui corriendo, no quería estar en una situación tan incomoda.

 

Terminé todas mis clases y me dirigí a la salida lo más rápido que pude, para después ir al parque.

Mientras caminaba en la calle, analicé un momento, Midorima era alguien fuerte, y jamás me podía comparar con el, dado el caso haría mi mejor esfuerzo, aunque se que no habría recompensa.

Cuando llegue, el ya estaba ahí practicando sus hermosos tiros que tanto me gustaban contemplar.

- Aquí estoy - dije, me había puesto el uniforme de gimnasia; la camiseta lisa con el escudo del instituto y el pantalón negro corto.

- No deberías salir con ropa tan corta a la calle - dijo serio.

¡¿Pero quien se creía?! ¿Mi padre?!

- Aun así, juguemos - cerré los ojos en un intento de concentración.

Midorima estaba de defensa y yo de ofensiva

Rebote [Kuroko no basket: Midorima] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora