Rebote [Kuroko no basket: Midorima] {EDITANDO}

Capítulo 6

El profesor Akise con ayuda del delegado de la clase A, Tomoe Katsuya, repartieron los mapas de la trayectoria del bosque.
Todas las parejas estaban enumeradas.
Por total habían 49 parejas de todos los cursos, nosotros éramos la pareja número 14.

- ¡Bien muchachos! ¿Ya todos tenéis su mapa, cierto? - ya comenzó Akise con su acento español - Tenemos 4 retos; el primero, deberán llegar a la parada uno del mapa, ahí los esperará el delegado de la clase B, Hyuga Junpei; el primer reto consiste en que, cada miembro en su pareja tendrá dos minutos para encestar pelotas en una canasta de baloncesto.. Bien, cada delegado les explicará - suspiró.

Todos asentimos.
- Bien ¡Fuera! - sonó un silbato y todos empezamos a correr.

Midorima y yo corríamos lo más que nuestras piernas nos permitían, hasta que llegamos al primer reto.

- Bien, soy Hyuga Junpei, delegado de la clase B, un gusto.. - tenía un bonito acento español - Os explicaré la situación, tendréis dos minutos cada uno para encestar todas las pelotas que puedan, cada uno por canasta. Estas canastas tienen un contador, cuando se acabe el tiempo os daré un papel con su número de tiros ¡no podéis perder el papel por nada del mundo! - dijo.

Yo asentí.
- Bien, ¡comenzáis ahora! -

Midorima empezó a encestar sin fallar, iba una por una. Tenía tanta admiración hacia el que era imposible no sentir nada.
Midorima encestó 52 tiros en dos minutos.
- Bien niña, tu turno - dijo Hyuga llevándome a la canasta.
- Suerte Hana - Midorima me dio un codazo amistoso.

Empecé a encestar, claro, en algunas ocasiones había fallado, pero cuando se acabó el tiempo me había quedado además de exhausta, boquiabierta ¡había encestado 40 tiros!
Sonreí.

- Bien, en total son 92 tiros; aquí tienen su papel - Midorima tomó el papel.

- Lo hiciste bien Hana, vamos al próximo reto - tenía una expresión seria, pero aún así tomo mi mano.

Fuimos al próximo reto que consistía en una prueba de resistencia, consistía en que ambos nos ponían cosas pesadas para ver cuanto resistíamos.
Midorima resistió 12 minutos con tres cajas de botellas de cristal, 5 libros de 800 páginas, 4 platos de cerámica y una lámpara. Yo resistí 6 minutos con lo mismo.

- Bien, aquí tienen su papel - dijo Hyuga dándonos un papel que decía "18 minutos".

- ¡Fue muy agotador! - suspiré en un intento de calmar mi respiración.

- Aún así lo haces mejor de lo que esperaba - sonrió.

- ¿Ah si? - le miré coqueta.

- V-Vamos al próximo reto - gimió.

Complacida le seguí.

En el tercer reto teníamos que volear al estilo de voleibol, cuando dejáramos caer la pelota automáticamente perdíamos.
Después de la partida el delegado nos entregó el papel que decía "9 minutos"

Decididos, fuimos al último reto, teníamos que encontrar unas letras en un camino que estaba escrito en el mapa, estas formaban una palabra.
Entramos en el camino y fuimos recogiendo las letras.
Primero encontramos una "D"
Luego una "A"
Una "T" y una "M
También una "S" seguida de una "I" y una "A"
Luego de rendirnos al no encontrar mas letras fuimos junto al delegado.

- Bien ¿cual es la palabra que forman dichas letras? - preguntó.

Pensé.

- ¿Amistad? - dije, Midorima no parecía muy convencido.
- ¡Si! - el delegado nos dio un ticket con un cotejo.

- Creo que hemos terminado - dije sonriendo.

- Hay un problema - parecía preocupado.

- ¿Qué pasa? -

- Perdí el mapa - estaba avergonzado.

- Vaya... -

- Creo que hay un atajo por este lado - dijo.

- ¿Conoces el lugar? - alcé una ceja.

- Había venido aquí antes - dijo - Sígueme - replicó.

Le seguí por 30 minutos, pero no encontrábamos salida, hasta que cayó la noche.

- Lo siento, ha sido mi culpa - estaba avergonzado.

Me sentía nerviosa.

- No te preocupes, tengo la esperanza de que alguien vendrá - le sonreí acariciando su mejilla con mi mano.
¿Como tenía el valor para hacer eso y no desmayarme?

Seguimos caminando hasta que me tropecé con una piedra, y para mi suerte caí justo encima de el.
Mis labios quedaron presionando los suyos, eran suaves como una colcha; estaba bastante ruborizada, cerré los ojos y los abrí de impulso al ver que el empezó a besarme.
No fue un beso de esos apasionados, sino un beso lleno de dulzura y delicadeza, sus movimientos eran tímidos y torpes, se parecían justamente a los míos.
Sin dudar el correspondí el beso.

- Voy a dormir - primero se agachó y se acostó apoyando su cabeza en mi muslo.

- Te despertaré cualquier cosa - dije
Midorima no dijo nada más.

Me llevé el dedo mayor y anular a la boca, recordando el beso.
Sonreí como estúpida.

NOTA DEL AUTOR:

Bueno, me siento bastante bien de que ya unos cuantos están leyendo esta historia. Además de ser mi primera historia me motiva ver que tiene lectores:)
Si les está gustando no olviden comentar y marcar como favorito; si no les gusta algo también pueden comentarlo, me gustaría ver sus críticas c:
¡Gracias por leer!