Diario De Sueños De Frank Iero

canción de otoño

12/10/2020
3:40pm

Hoy desperté tarde, he dormido bien los últimos días.

Quizá se debe a que me mudé de recámara hace cuatro noches, jamia no reaccionó muy bien pero tuvo que aceptarlo y como era de esperarse, otra vez culpó a mi accidente por haber cambiado tanto.

Siento mucho que sea así, pero honestamente, por otro lado es como si no me importa una mierda, afortunadamente no he dejado de ver a mi amante desde entonces y debo decir que por psicópata que suene, no sé que sería de mí, sin el.

Esta renovada privacidad e inesperado confinamiento, me ha traído un sin fin de inspiración. Me ha proporcionado un ánimo casi frenético y desmedido buen humor, por tanto he decidido hacerme cargo de diversas actividades en casa, cosa que tampoco le hizo mucha gracia a mi esposa, ya que se supone que debería reposar pero la verdad es que me encuentro muy optimista e hiperactivo y necesito verter mi energía en algún lugar y al no poder salir de casa, delegué ciertas tareas para mí, una de ellas es cuidar del jardín y mientras salgo a ocuparme de eso, me tomo un rato para escribir, no es grandioso?

Vaya, parece que los perros tienen hambre, ya vuelvo.

***

13/10/2020
5:00am

Estoy envuelto en mi sombría soledad, escribiendo bajo la inminente sombra creada por el incalculable número de arboles deshojados, que forman el maravilloso desfile en mi entorno, parece la majestuosa escenografía de un opaco recital del otoño, decorado con centenares de hojas secas crugiendo bajo mis pies, advirtiendo, aun el más mínimo movimiento y bailando apasionadas, en cada silencioso roce del viento, no es este el paraíso?

cuando las voces otoñales me abrazan con su cruda melodia y desprenden de mi corazón las pasiones ya marchitas, para entregárselas a los amorosos brazos del tiempo, que las conducirá a su nuevo hogar en la próxima vida.

Suspiro con la mirada perdida y vuelvo a profundizar una calada en mi cigarrillo, la paz que trae consigo el lejano aleteo de libertad que resuena en mi alma, una y otra vez como campana, provee de alas a mi recién nacida esperanza, taladrando en mi sistema y cual ardiente vómito de volcán, va quemando cada fibra de mi cuerpo.

Y de pronto, me es tan familiar la serenata de la mañana, el graznar en lo alto, el susurro del bosque... pareciera venir de mis entrañas!

Y sin embargo, aún envuelto en la belleza de mi locura, hay algo que siempre hecho de menos,
incluso cuando el canto angelical de las aves anuncia el calor del día, mis extremidades se encogen ante el frío abrumador, como si mi cuerpo fuese de hielo.

Y cuando el aliento de la noche resopla poesía en mis oídos y alimenta con los más refinados versos mi perdida alma, de cuyas letras emergen mágicas cascadas, mis labios resecos se hieren por falta de humedad y sedientos beben de su sangre envenenada.

Porque me falta el color de tu mirada,
La música es conticinio, el mediodia es madrugada, las sombras se mezclan con la claridad, y son tormentas demenciales ... las doradas luces del alba.

Porque me falta el color de tu mirada.

***

14/10/2020
11:59pm

Hoy amanecí afuera, fué maravilloso, me quedé escribiendo toda la noche.
ya son las doce de la noche, todos duermen en casa, estuve tocando el piano hasta tarde en el Salón y logré terminar una canción agradable, no es como nada que haya escuchado bajo mi autoría, de hecho es mucho más melódica que cualquier otra, pero esto es lo que hay ahora en mi corazón, me basé en algunos de los poemas que encontré en aquel cuaderno, que por cierto nunca dejó de consultar. Lo guardo bajo mi colchón.

Hoy jamia me propuso salir a comer al patio y yo acepté, hizo calabazas con parmesano, yo amo una gran variedad de quesos italianos y eso es algo que no podría olvidar aunque muriera y volviera a nacer en otro jodido planeta, así que estuvo delicioso a mi parecer aunque por lo demás carecía un poco de sabor, ella preguntó "que tal me parecía" un sin fin de veces, por eso pude deducir que no es muy buena en la cocina, aunque esto se contradiga con el hecho de que ella prepara la cena todas las noches (aun cuando no como, por lo general, yo no subo a cenar.)

Me dió curiosidad y le pregunté si le gustaba cocinar y ella respondió que antes no lo hacía, nunca le ha apasionado pero desde mi incidente ha tenido que hacerlo de vez en cuando pero ama que mi madre se encargue de la alimentación de los niños y mía, porque ella no es la mejor cocinera y no pasa demasiado tiempo en casa.

Nos quedamos en silencio un rato y luego ella lo rompió con una suave risita

-frank, no te has cansado de esto ya?

-de qué?
Respondí ingenuo, correspondiendo a su sonrisa.

-Sabes que puedes volver a la recámara cuando quieras, verdad?

-lo sé.
Dije seco.

-frank, entiende que me preocupo por tí y tu estado mental, actúas raro y... Creo que me necesitas...

-jamia, descuida.
Estoy bien, gracias.

Sentí que estaba exagerando y quizá solo quería acercarse a mí.
Yo no quería eso.

-estás tomando tus medicamentos?

-no. Afortunadamente no tengo alucinaciones.
Por cierto, creo que la otra vez que las dejaste en mi cuarto olvidaste quitar las etiquetas cariño.

Dije sonriendo sarcásticamente.

-de cualquier manera tengo un mes y medio sin tomarlas.

Me dije en mis adentros.

(Al otro día las ví en mi buró y quise tirarlas y deshacerme de ellas para siempre ya que me siento muy bien e identifiqué algunos nombres puesto que estudié psiquiatría en mi juventud.
Al final no lo hice porque comprendí que solo las compraría de nuevo, así que solo las devolví a su recámara.)

Ella guardó silencio y siguió comiendo, yo me levanté y fuí a la cama.

*Nota del autor
El próximo capítulo estará ambientado en estás fechas Halloweenescas.
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