CAPITULO 3: PREPARANDO LA CONVERSACION

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Han pasado unos meses de esta amistad, Roberto no ha sido capaz de alejarse, al contrario, ha intentado mantener la amistad de Alejandra aun sabiendo que quita parte de su tranquilidad. Las conversaciones se han convertido en algo frecuente y necesario para él, así como también los pocos almuerzos en que ha disfrutado su compañía.

Ella ha partido en un viaje de trabajo al extranjero, no hubo despedida entre ellos. Roberto suponía que había viajado, pero no tenía la seguridad cuando fue ese momento. Los días transcurren lentos, acompañados de nostalgia ya que extraña las conversaciones por WhatsApp, sus emoticones y sus bromas.

Su tristeza termina un día cuando recibe un mensaje de Alejandra, saludando desde el extranjero y posteriormente, avisando su llegada nuevamente al país.

Pasado unos días, acuerdan reunirse a almorzar para festejar su regreso. Roberto cree que ese debería ser el momento de conversar respecto de lo que él está sintiendo...


Será un día difícil

Será un almuerzo agitado, hablaré de lo que estoy sintiendo, no será fácil que ella lo entienda, soy yo el que está complicado.

Cómo decir que necesito de ella sin que piense que estoy enamorado, porque no sé si eso es lo que siento, solo sé que he vivido por mucho tiempo aislado. Traté siempre de evitar algo como esto, depender de un cariño nuevamente, se hacía fácil hacerlo siempre a un lado, en todo este tiempo pude contenerlo. Pero llegó ella, sus abrazos y su amabilidad comenzaron a impactarme, me hice vulnerable a sus gestos, eso es cierto y, ahora creo que debo tratar de olvidarle.

No será fácil admitirlo frente a frente, quizás ella no sea capaz de entenderlo, pero siento que ahora es el momento, quizás oculte al igual que yo, lo que ella está sintiendo. 

No sé si estoy preparado para hablar, quizás sea mejor que ella hable, así podría callar mis sentimientos evitando posibles malos momentos. Pero no es de hombre hacer lo que pienso, hay que dar la cara aún en estas circunstancias, me enseñaron así desde pequeño, que la verdad no hace al cobarde.

La conocí y quise todo lo de ella, sus abrazos me encantaron, su voz y sus detalles de cariño eco en mi dormido corazón encontraron. Le he dicho muchas veces que me encanta estar con ella, que extraño no poder verla, que siento algo especial en mí cuando la tengo a mi lado.

Sí, mañana será un día difícil, pero es hora de sincerarlo, la atracción que siento por ella es inútil ya seguir ocultando. Y si se enoja, ¡¡¡¡qué más da!!! Sólo perderé no volver a verla, la llevaré igual oculta en mi pensamiento y quizás más tarde que más temprano, quedará en mí solo su bello recuerdo.

Si, mañana será un día difícil...

Vicisitudes de un amor tardíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora