CAPITULO 1: EL MENSAJE QUE LO SACA DE SU CENTRO

24 4 2
                                    

Una frase, que podría ser normal escuchar para cualquier persona, genera en Roberto recuerdos que habían estado reprimidos por muchos años. Esas vivencias escondidas en sus años de juventud que impactaron su forma de ser, transformando su carácter. 

Esa petición que lo hace recordar los bellos momentos pasados junto a "ella", a quien le entregó ese amor oculto.  Sus recuerdos recorren esta relación pasada, lo que intenta sinterizar en este escrito...


Volviendo al pasado.

"Prométeme que nunca me vas a dejar de hablar", sin saber cuánto significaba para mi esa promesa, mis pensamientos se fueron al pasado, recordé algo similar en esa época.

"Prométeme que no me dejarás", dijo, "prométeme que tendré tu compañía para siempre, que nada separará lo que hemos construido, que contaré contigo para andar juntos el camino. Que mis años pasen junto a ti, ver aparecer mis canas junto a las tuyas, caminar contigo hacia la vejez, disfrutar de la paz en tu abrazo. Prometo mantenerme a tu lado, en segundo plano, como sea, no me importa esa situación, estoy dispuesta a aceptarlo.

Es cierto, cuando declaraste lo que por mí sentías, me negué a seguir escuchando, detuve esa conversación, te dejé abruptamente, me alejé rauda de ti; mi corazón palpitaba agitado, difícil creer lo que estabas expresando.  Después, intenté tranquilizarme y razonar, entender lo que estabas diciendo, comprendí entonces mi necesidad de ti, te necesitaba, era cierto. Llamé y te dije que sentía lo mismo que tú, escuché entonces tu silencio, luego, tu voz temblorosa respondió "que bien" y comenzó nuestro momento.

Porque no nos conocimos antes, habría sido todo tan distinto, despertaste mi espíritu adormecido, quitaste de mí esa angustia, mi corazón volvió a palpitar viendo el respeto en tus gestos, y tu primer abrazo terminó con mi sufrimiento. No, no me apartaré de ti, lo eres todo, te necesito, si alguna vez nos separamos, será por tu razón el alejarnos. Y si llega ese momento, espero ser fuerte para aceptarlo, seguiré mi camino sola, me derrumbaré un tiempo, pero podré soportarlo...

---------

Ha pasado el tiempo, hemos sido muy felices, disfrutamos nuestro amor oculto, me diste la fuerza y la confianza en mí para seguir y, todo eso de verdad, te lo agradezco. Lo sé, no es que no me ames, lo comprendo y con dolor lo acepto, ser la muralla invisible no es grato, al final, en el tiempo cansa. Pero ambos lo declaramos así, sería yo el amor oculto. Lo entiendo, la situación nos desgastó, para seguir no bastó sólo el amor.

Te agradezco todo el amor que me diste, fue un tiempo feliz para los dos, al final los caminos se separan, quedarán en nosotros los bellos recuerdos. 

 ¿Qué haré yo? Seguiré andando mi camino, sola. ¿Qué harás tú? Volverás a tu vida normal, antes de conocerme.

Quizás, nos volvamos a ver y nuestras miradas se encuentren, tal vez los corazones se apresuren y nos saludemos con un beso. Luego, cada uno seguirá su propio camino, teniendo en mente esos bellos momentos"...

Vicisitudes de un amor tardíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora