CAPITULO 2: COMIENZO DE LA INQUIETUD

24 4 4
                                    

En todo el periodo en que han trabajado juntos, se fue generando una relación de amistad que, por lo general, Roberto había evitado con otras personas en proyectos similares. Esperaba que terminando este proyecto dejaría de verla, volviendo a su habitual forma de trabajo. Sin embargo, a veces al pensar en ello, su inconsciente lamentaba este alejamiento.

La petición de Alejandra coloca a Roberto en una posición incómoda, se da cuenta que su simpatía y amabilidad, de alguna forma lo ha ido cautivando, reconociendo que su compañía le genera una gran sensación de agrado. Además, esta encantadora persona, le irradia una energía especial con esa sonrisa, un magnetismo que le hace pensar frecuentemente en ella.  Entonces, comienza en él una lucha para intentar detener lo que está comenzando a sentir, aun cuando no tiene claro cuán profundo es en verdad este sentimiento.

Han pasado algunos meses y Roberto se da cuenta que su pensamiento en ella se hace frecuente, comenzando a incomodarle, por lo que intentará apartarse....


Debo apartarme de ti

Debo apartarme de ti, sacarte pronto de mi mente, me complica que estés en ella, debo olvidarme de que existes. Tu cercanía me hace daño, pero también me reconforta, tu sonrisa me cautiva, mi cuerpo, tu abrazo añora. Debo sacarte de mi cabeza, me hace daño pensar en ti, no debo seguir haciéndolo, debo pensar solo en mí. No pensé que esto sucedería, vivía tranquilo en familia, no sé cómo esto sucedió, llegó sin que lo deseara.

Quizás lo motivó la soledad en compañía, siempre he sentido algo de aquello, para mí era muy natural vivir en familia de esa forma, pocos abrazos y besos. De vez en cuando un encuentro me hacía sentir por momentos feliz, era normal sentir desapego. Y de pronto llegaste tú, al comienzo nada pasó, pasabas desapercibida, pero con el tiempo todo cambió, congeniamos fácilmente, nuestras químicas se igualaron, la confianza mutua nació y fue ahí cuando abrí mi corazón.

Te conté en parte mis aflicciones, escuchabas muy atenta, conociste parte de mí, sentí que una amiga escuchaba, te hice parte de mis alegrías y mis penas, de mis pensamientos y de mis luchas. Pero la confianza no fue recíproca, supe muy poco de ti, solo escuchabas con atención y a veces expresabas tu opinión. Y de pronto, llegó tu mensaje que no dejara nunca de hablarte, mi mente volvió años atrás, recordé un mensaje similar.

De inmediato pensé en arrancar, alejarme, huir de ti prontamente, pero algo en mi interior se negó, sentí que comenzaba a quererte. Entonces, recién lo comprendí, me di cuenta de que te necesitaba, que ya eras algo más para mí, la necesidad de tu amistad ya no podía ser negada.

Quisiera tenerte más tiempo a mi lado, detener el tiempo cuando estás junto a mí, sé bien que no debo seguir pensando en todo esto, es verdad, debo ocultarlo, debo hacerlo.

No me será fácil olvidarte, estás presente en mi mente, ya eres parte de mis bellos recuerdos, sé bien que extrañaré no verte. Pero es el costo que debo pagar, quizás yo quise que esto pasara, lo que siento quedará solo en mí, tendré con dolor que alejarme. El error ha sido solo mío, tú no tienes idea de todo esto, sí lo supieras quizás reirías, no me gustaría que eso suceda.

Si, me alejaré prontamente de ti, volveré a mi vida de siempre, olvidaré mis momentos junto a ti, trataré de vivir solo el presente. Mi alejamiento será paulatino, sin despertar sospecha alguna, disimularé lo que creo siento, además, no es nada claro este sentimiento.

La vida nos pone a veces pruebas, creo que ésta ha sido una de ellas, sin embargo, aún estoy a tiempo para ocultar y callar lo que creo estoy sintiendo.

No pasó nada y de eso me alegro, pero esto deberá quedar hasta aquí, evitaré toda confusión en mi cabeza alejándome prontamente de ti. Y dejaré pasar el tiempo, quizás algún día te vea y lo explique, o tal vez, quizás nunca lo haga, quién lo puede decir?...

Vicisitudes de un amor tardíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora