HEREDERAS

Cap.37

Había pasado una semana desde el día que hablé con mi hermana, los chicos se fueron a su manada, lo bueno es que no queda lejos, Vanesa y Alejandro quedaron en unir manadas, pero esperaran un buen tiempo antes de hacerlo, ya saben para que su manada la reconozcan como una buena líder antes de que pase todo

Alexander, él pues... ha estado raro al igual que Alejandro, ellos dicen que no le tenemos confianza, porque le ocultamos cosas y todo eso y sinceramente me están llegando a molestar

Ni Jack es así de molesto y eso que su lobo cambio de color, se hizo más fuerte y todo, sabe que nosotras sabemos que pasa y no está encima de nosotras para que le contemos todo, y no solo me molesta eso

Sino que mi hermana y yo descubrimos que ellos son los hijos del Sol y no fue por ellos, ni siquiera han mostrado interés por contarnos eso y exigen que nosotras seamos sinceras, obvio ellos no saben que nosotras lo sabemos

-Enserio Ale, no te puedo contar, solo ten paciencia eso no te afecta en nada a ti –dijo mi Vanesa entrando seguida de los chicos

-¿Qué sucede? –pregunté confundida

-Que ustedes nos ocultan algo importante, eso es lo que sucede –dijo Alejandro y yo suspire irritada

-No confían en nosotros lo suficiente –dijo mi mate ahora y yo le lance un cojín a la cara

-Nosotras lo hacemos porque no tenemos opción, pero ¿y ustedes? Piensan que mi hermana y yo no sabemos que nos ocultan cosas, claro que lo sabemos y no les andamos molestando todo el día para que no las cuenten –dije levantándome de brazos cruzados y mi hermana se puso de igual forma a mi lado

-Aja, y no lo hacemos porque no confiemos en ustedes es porque no es nuestra decisión, hicimos una promesa, ni siquiera Jack que es nuestro hermano lo sabe, y no anda enojado todo el tiempo por eso –dijo irritada y salió directo a su despacho siendo seguida por mi

-¿Tienes las...? –deje la pregunta al aire, pero sé que ella sabe que significa

-Sus movimientos están aquí y hay copia de todo lo que firmó escondido de su hermano –me dijo dándome una carpeta

-Yo tengo fotos, videos y audios –le dije mostrándole un celular que compré solo para eso

Hice un hechizo y transporté la carpeta junto a mi teléfono a mi auto

-¿Qué haremos con los chicos? –preguntó sentándose

-No podemos contarles, se lo prometimos a mamá, ellos podrán saber todo solo cuando terminemos, además ellos también nos ocultan cosas –le dije y ella asintió

-Andrés dijo que quiere hablar con nosotras, dijo que vendría en la noche –informo Vanesa y yo asentí

Le iba a decir algo, pero mis sentidos se alertaron, sentí 2 presencias detrás de la puerta y ocultaron sus olores ósea que estaban espiando, aunque los reconocí por sus auras, eran nuestros mates, esto es increíble, nos están espiando, miré a mi hermana que al parecer se había dado cuenta

-Oye ¿Qué haremos con el prisionero? –hablé cambiando de tema y al parecer ella capto lo que quería hacer

-No sé, no lo podemos matar, pero tenemos que vigilarlo, es importante y sabe mucho no podemos dejar que se escape –habló de igual forma con una sonrisa

-Podemos pedirle una poción a Andrés para tenerlo débil hasta que sepamos que hacer –le dije, en parte era verdad, estábamos discutiendo que hacer con Lucas

-Es buena idea, le diré que la traiga –dijo y yo asentí --¿has hablado con mamá y papá? –preguntó

-No, pero Andrés me dijo que están bien, ellos quieren ver a Jack y conocer a su mate ¿Crees que sea buena idea traerlos a una cena? –pregunté y ella negó

-Esperemos primero a que se calmen las cosas, no quiero que los relacionen con nosotros los podemos poner en peligro –me susurró solo para que yo escuchara –primero deberíamos esperar a que la herida de papá sane –habló fuerte para que esos 2 escucharan, me hiso señas, se acercó a la puerta lentamente y la abrió, en cuanto lo hizo nuestros mates cayeron de frente

-¿Ahora escuchan a escondidas? –pregunté cruzándome de brazos

-N-nosotros, no...--tartamudeó Alexander pero lo interrumpí

-Olvídalo, Osita no se te olvide pedirle la poción a Andrés, mientras más rápido se la demos a Lucas mejor –le dije y ella asintió

-Espera, Andrés nos matara, no hemos practicado –dijo

-Vamos –le dije y pasamos a un lado de nuestros mates ignorándolos

Alexander

Las chicas salieron ignorándonos, Auch, sí que dolía que lo hicieran

-¿Crees que estamos exagerando? –le pregunté a Alejandro

-No sé, solo quiero saber lo que nos ocultan –dijo gruñendo

-Vamos a verlas entrenar, a ver qué tan fuertes son –le dije y el asintió

Salimos y entramos a la sala de entrenamiento, vimos que todos en la manada observaban algo fijo, miramos y nos dimos cuenta de que eran las chicas

Y déjenme decirles que peleaban increíbles, tenían mucha velocidad, era complicado ver los movimientos con claridad

Vanesa mandó a mi mate a volar por los aires con una patada y ella se levanta como si nada, y volvieron a pelear, ahora fue mi mate quien la mando a volar, pero con un puñetazo, Vanesa se levantó y fue al lugar donde estaban las armas, tomó 2 espadas, eran de las cortas, las tomó y se las lanzó a Valeria quien las atrapo en el aire como si nada

Después ella tomo 2 espadas iguales, se pusieron en posición de ataque, la primera en atacar fue Vanesa, arremetió contra Valeria y ella esquivo y bloqueo sus ataques, mierda Valeria se veía tan sexi peleando

-Sin dones –le dijo Vanesa a mi mate quien solo asintió

-Dame todo lo que tienes osita –le dijo mi mate, Vanesa le sonrió e incrementaron sus movimientos

Vanesa hizo un movimiento y unas de las espadas de Valeria salió volando, ella poco le prestó atención y siguió bloqueando y atacando con una sola espada, Valeria saltó quedando detrás de Vanesa y le dio una patada que la mando a volar, caminó y tomó la espada que había perdido

Lo demás paso súper rápido, Vanesa se levantó y ambas corrieron y atacaron al mismo tiempo, es increíble, por el golpe se creó una ola expansiva de poder que por poco tumba a todos los presentes, la manada se veía impresionada, hasta orgullosa diría yo, pero era algo increíble de ver

-¿Por qué no nos dejamos de juego y peleamos de verdad? –dijo Vanesa con una sonrisa, espera ¿Qué no estaban peleando de verdad ya?