Marte, te sentí en lo más profundo de mi corazón, en cada parte, en cada molécula de mi ser. Tú, que eres el más especial y sensible de los planetas, te infiltraste en mi alma con una intensidad que jamás había conocido.
Tú, Marte, lo diste todo, sin reservas, sin condiciones. Me entregaste tu esencia, tu fuerza vital, y en ese acto, alegraste mi existencia. Tu presencia en mi vida fue un regalo inesperado, un resplandor en la oscuridad que nadie más había podido ofrecerme.
Fuiste el agua que sació mi sed, pero no una sed común. Fuiste la fuente que apaciguó mi hambre de pasión, que avivó el fuego en mi interior, que me envolvió en un calor tan acogedor como el abrazo más tierno. Fuiste el amor que, aunque inesperado, llenó cada rincón de mi ser de una alegría pura y vibrante. Me diste una ilusión tan real que parecía rozar la frontera entre los sueños y la realidad.
Fuiste simplemente tú, Marte, un planeta que, en su infinita sabiduría y sensibilidad, logró tocarme como nadie antes lo había hecho. Tu energía se convirtió en parte de mí, y aunque nuestro encuentro fue fugaz, dejó una marca indeleble en mi corazón, un eco de tu presencia que resuena en cada latido, recordándome que, por un breve pero precioso instante, fui testigo de la maravilla que eres.
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Aires de Primavera (Poemario)
PoesíaEs una obra poética, situada en la estación primaveral. Para alguien, un amor o tal vez para la misma primavera. La estación primaveral nos oculta sus grandes misterios, la prosa y el verso nos revelarán grandes historias de amor y romance en sus di...