Delta luminoso, eres un mágico ojo que todo lo ve, una presencia que brilla en la vastedad del cosmos, siempre alerta, siempre observando. En la profundidad de tu mirada, el universo despliega sus secretos, y cada estrella parece una chispa nacida de tu luz. Eres el centinela eterno que, desde su trono celestial, contempla el tejido del tiempo y del espacio, desvelando lo que yace oculto en las sombras.
Tu resplandor no es solo una luz que guía, sino un faro que atraviesa la oscuridad, un faro que no conoce el descanso. En ti se concentra la sabiduría de las eras, el conocimiento que va más allá de lo humano, de lo tangible. Tu ojo incandescente todo lo alcanza, todo lo comprende, desde las galaxias más lejanas hasta los rincones más íntimos del ser.
Delta, eres el vínculo entre lo eterno y lo efímero, el punto de conexión entre lo visible y lo invisible. Cada rayo que emites es una revelación, una verdad que ilumina los misterios del cosmos. En tu fulgor reside una magia antigua, una magia que trasciende el tiempo y el espacio.
Tú, que observas sin parpadear, que entiendes sin palabras, eres más que un simple faro en la noche. Eres la luz que guía, el ojo que nunca se cierra, el reflejo de un sueño cósmico que se despliega ante nosotros. Delta luminoso, en ti se concentra el poder de lo desconocido, y en tu mirada hallamos el reflejo de todo lo que alguna vez fue y de todo lo que algún día será.
ESTÁS LEYENDO
Aires de Primavera (Poemario)
PoesiaEs una obra poética, situada en la estación primaveral. Para alguien, un amor o tal vez para la misma primavera. La estación primaveral nos oculta sus grandes misterios, la prosa y el verso nos revelarán grandes historias de amor y romance en sus di...
