Distrito Cuatro
La noche antes de la cosecha
Una de las maravillas de la noche, es que se pueden hacer muchas cosas que no se pueden durante el día... por lo menos en el lugar en donde se vivía en la actualidad. A demás de haber más probabilidades de encontrar una buena presa para el desayuno y poder vender en los mercados negros del distrito cuatro.
Muy poco probable era que te descubrieran y si lo hacían, era más fácil escabullirse. Omitiendo el hecho de que las presas al día siguiente no estaban realmente frescas, pero, por lo menos eran aceptables y en realidad eran pocos los que ofrecían buena calidad. Por no decir nadie más que él, porque no había muchos cazadores, en realidad solo tres, cuatro si contaban a madame Yu.
Realmente era una ventaja tener la noche como compañera de cacería.
El joven de ojos grises y sonrisa radiante se encontraba apuntando su flecha al único ciervo que había visto en un largo tiempo. La última vez que encontró uno fue hace poco menos de un año y la verdad ya estaba a punto de morir, pero no por eso su carne y su sabor fueron menos que maravillosos, por lo menos según él.
Tener la condición física para cargarlos era otro asunto, pero bien se las podía ingeniar para lograrlo, pero era una presa diga para el día de celebración que estaba por venir.
Tensó más su flecha en el arco, concentrándose y manteniéndose alerta, y entonces la soltó seguida inmediatamente de otras dos. La concentración inicial valió completamente la pena al ver a su presa tendida en el suelo. Una muerte limpia e indolora. El pobre animal ni siquiera supo en qué momento murió. El hecho de que fuera buen cazador no quería decir que fuera cruel.
—Excelente tiro como siempre, A-Xian.
La chica que lo estaba observando desde una distancia prudente desde hace rato, se le acercó al ver que se inclinaba para retirar las flechas, hincarse tras el animal y juntar sus manos en un gesto de plegaria. Una sonrisa tierna se dibujó en sus finos labios.
—Tuvimos suerte esta vez, Shijie. No sabemos hasta cuándo podremos ver otro igual.
El susodicho procedió a contemplar sus opciones para mover al animal. Mientras la chica se quitaba el arco y carcaj propios de la espalda y los acomodaba en un árbol hueco cerca de ahí, haciendo un recuento de su presa de esa noche.
Dos conejos, tres ardillas y una buena cantidad de fresas frescas era su botín. Una buena noche. Quería creer que era una buena señal.
—Creo que ha sido suficiente por hoy, ¿no crees? Están por dar las doce.
—Tienes razón, Shijie. Me llevó un poco de tiempo, pero esta presa valió todo el esfuerzo, definitivamente Jiang Cheng sentirá envidia. — Jiang YanLi soltó una risa tras el comentario.
—A-Xian. No lo molestes mucho cuando volvamos. Esta noche en especial ha de estar más molesto por no poder venir.
—No es mi culpa que sea tan enérgico.
Ambos rieron un poco con el comentario. Ellos preferían bromear con el hecho de que Jiang Cheng de vez en cuando tenía subidones de poder corriendo por sus venas. No eran muy seguidos desde que hace años toma sus tés especiales. Pero dichos brebajes se transformaron en sueros más compuestos conforme fue creciendo. No era muy seguido que los tenía, pero las dosis no por eso eran menos fuertes.
—Creo que sería bueno que este lo lleváramos directamente al carnicero. Nos dará un buen precio y puede guardar lo que necesitemos para recogerlo mañana. Su contenedor es más apropiado que nuestro refrigerador. — Jiang YanLi sabía que se podía confiar en el viejo carnicero barrigón.
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Cultivation Games ( XianWang )
FantasyNosotros teníamos Cultura. Nosotros teníamos reglas. Nosotros teníamos poder. Nosotros teníamos riquezas, una vez fuimos libres En un mundo donde el cultivo se volvió peligroso pero necesario, el capitolio se encarga de eliminar aquello que repres...