Esa extraña visita

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Después del almuerzo que logró reconfortar a todos.
Los alumnos de Hogwarts se retiraron a sus salas comunes y algunos salieron para mirar el lago o sentarse bajo un árbol.

Excepto los viajeros del futuro, quienes se habían vuelto a reunir en la sala de los menesteres por un plan que había pasado por la loca cabeza de James Sirius.

Este creía que podía ayudar en la derrota de Lord Voldemort y de ese modo asegurar la existencia de cada uno de ellos.

-No puede fallar-les alentó el primogénito de Harry-. Solo le haremos una pequeña visita, hablaremos con el sobre lo malo que esta siendo y le explicaremos que debe hacer para cambiar.

-Eso solo causara mas desastre-le dijo Teddy con los brazos cruzados-. El no es la bestia y tu padre no es bella. Olvidate de lo que este pasando por tu cabeza.

Rose se acerco a su primo.
-Se que tu y muchos desean ganar una guerra y mas esta-le dijo con la mirada comprensiva-. Pero no es tan fácil como creemos. No es color de rosa.

-Pero podemos intentarlo-opino Scorpius con una sonrisa animada-. Sería como nuestra carta de disculpa a nuestros padres por la pesada broma.

Teddy resoplo.
Eso de la disculpa no se escuchaba nada mal, debía intentarlo.
Los miro con una ceja alzada, evaluando la situación y cuales podían ser las posibles consecuencias de ir en busca de Voldemort.

-Da igual-murmuró después de unos segundos aceptando la idea.

°Dos horas más tarde°

°Dos horas más tarde°

Como habían decidido, los jóvenes fueron directo a la mansión de los Malfoy.
Lucius al verlos no sabia lo que estaba pasando, solo rogaba que no bromearan con embarazos varoniles. 

-Buenas tardes, señor Malfoy-saludo James Sirius con total confianza-. ¿Nos recuerda?

-Como olvidarlos-murmuró con una expresión nerviosa y ansiosa.

-¿Y me recuerda a mi, Abuelis?-le preguntó Scorpoius con una sonrisa de oreja a oreja-. Soy su heredero. Por cierto, gracias por eso. Ya sabe... Todo ese oro.

Teddy lo abrazo por el cuello.

Lucius aún seguía sin entender que estaban haciendo esos jóvenes en su mansión.

-¿Ya se van?-les preguntó.

Rose se sintió incómoda.
Pero fue la única.

-Pensábamos si podemos hablar con Voldy-le dijo Albus Severus-. Sabemos que esta aquí... Claro si nuestras fechas no nos fallan.

-¡No!-exclamo Lucius horrorizado-. ¡Regresen al colegio!

Teddy agarro del brazo a Scorpius y Rose.
-Solo queremos conocerlo, no le diremos nada malo, señor Malfoy-le dijo-. Puede confiar en nosotros.
Todos le sonrieron de oreja a oreja.

~•~

Nadie presenté en hogwarts entendía el comportamiento de Teddy Lupin y sus primos del futuro, quienes habían salido hace horas con dirección desconocida y habían vuelto con rapidez, sin responder las preguntas de los curiosos y preocupados familiares.

Los jóvenes con el semblante blanco, se habían encerrado en la sala de los menesteres y no habían vuelto a salir, como si se sintieran culpables de un crimen mayor que nadie conocía.

-¡Sabia que esa tremenda cabezota no servía de nada!-se exalto Albus Severus mirando a su hermano quien se encontraba sentado de forma relajado cerca de Teddy-. ¡Hemos arruinado todo! ¡TODO! ¿No dirás nada?

-¿Perdón?-se ofendió James Sirius sin alterarse-. Yo no vi que hicieras mucho cuando estuviste cerca de Voldy. Fui el único que habló, yo era el único que elogio su horrible rostro.

-¡Nadie te pidió que le dieras cumplidos! ¡Parecías un camionero con la intención de enamorarlo!

-Pero logramos algo-dijo Scorpius con una sonrisa-. De regreso aquí encontramos una razón para vivir-acaricio a un pequeño gatito que tenia cargado.

-¡Deja ese gato!

-Calmate-le recomendó Teddy con una sonrisa-. No pasara nada, has como yo... Ignora todo a tu alrededor, hoy entendí que no conseguirás nada si te enojas.

James Sirius asistió y miro a su hermano menor, le dolía la falta de confianza que le tenia, incluso Teddy había confiado en el.
-Voldy no sabe quienes somos-le dijo-. Yo aun sigo con una cabeza extra y tenemos ese inocente gato bajo nuestra responsabilidad.

Victoria quien se había mantenido en silencio y quien había sido la única en no unirse al raro plan de cambiar a Voldemort en buena persona.
Se acerco a Scorpius y acarició al gato.

-No podemos llevarlo con nosotros-le dijo con algo de tristeza, debido a que era trigueño-. Sera mejor que le encontremos un buen dueño.

Albus Severus gruñó.
Las vidas de todos estaban en riesgo incluso la de ese gato y no podían darse cuenta.
Tarde o temprano Voldemort llegaría al colegio en busca de los niños que se burlaron de su existencia.

El viaje de mal gusto al pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora