¡Ay! Pobre chica
Exclaman los viejos del pueblo
¡Ay! Pobre chica
Exclaman los niños del lugar
Su piel de porcelana tatuada por círculos oscuros resultado de los golpes
Sus ojeras de cansada por aquella falta de sueño en el trabajo tratando de sobrevivir
Su cuerpo delgado y maltratado deja mucho de que desear
¡Ay! Pobre chica
Exclamaron los viejos del pueblo en cuanto vieron aquello
¡Ay! Pobre chica
Exclamaron los niños del lugar en cuanto oyeron el acontecimiento
Una nueva lapida reposa tranquila en el fúnebre lugar
Una nueva alma vaga solitaria en busca de la felicidad.