Por el valle de la muerte cabalgaron lo seiscientos
Y aunque su líder se había equivocado
No desistieron
Sabían que iban a morir
Pero su deber no era detenerse ni unirse al otro bando
Su deber era seguirlo, hacía la muerte
O hacia la victoriaInspirado en el poema escrito por Sr. Tennynson después de la batalla de Balaclava.