Lo único que hice fue coger a Lee del brazo y prácticamente correr a la casa, la suelto cuando llegamos a la habitación que comparto con Stephen.
–Mierda, mierda, mierdaa- camino de un lado a otro y Lee me ve como si estuviera loca.
–Deja de decir groserías y explícame que diablos pasa porque no entiendo nada.
–Maldita sea Lee acaba de verme, Stephen vio cuando Thomas me dio la flor- estoy llena de nervios, me quito la flor del pelo y se la pongo a Lee en las manos.
–Entonces si, MIERDA!!!!, amig..
La puerta de la habitación se abrió de golpe antes de que Lee pudiera terminar de hablar.
–Lele déjanos solos por favor- le dice a mi amiga en un tono calmado y esta sale sin poner peros pero no si antes darme una mirada de "ESTAS JODIDA".
–Amor yo te lo puedo expl..- hace un gesto con el dedo para que guarde silencio.
Trata de verse tranquilo pero no lo está , lo sé y lo presiento, mete las manos en los bolsillos de sus pantalones y me da la espalda colocándose en el ventanal de la habitación.
–Lo matare - dice en un tono completamente tranquilo, espera qué?.
–No puedes hacer eso- mi voz salió con desesperación provocando que Stephen se diera la vuelta mirándome con cierta curiosidad.
–Porqué no? - dice acercándose a mi pero no me inmuto y permanezco firme– Porque no estoy pidiendo tu permiso, pero dime una cosa , acaso te gusta?.
–Qué?, pero por supuesto que no, como se te ocurre?, es solo que no puedes matarlo, lo único que hizo fue saludarnos.
–Acaso me crees estupido? - coloca una mano en mi cuello y se acerca a mi rostro chocando nuestras respiraciones pero por algunas extrañas razón en vez de sentir miedo sentí una exquisita excitación quería provocarlo y decirle que si pero no me puedo arriesgar a que explote – Vi como te miró y nadie puede mirar a mi mujer de esa manera y no pagar las consecuencias.
–No lo mates, por favor- sus ojos se oscurecen aún más – No me mal interpretes es que no podría llevar algo así en mi conciencia, yo te amo a ti, aparte de que mi corazón no lo resistiría - esto último lo susurré muy cerca de sus labios y Stephen se separó de golpe.
Pasó sus manos por su pelo como señal de frustración.
–Está bien, no lo mataré pero le enseñaré que lo mío no se toca, lo disfrutaré mucho bonita y no te atrevas a tratar de chantajearme para que no lo haga porque lo mato.
No le dije nada, me di la vuelta y me empecé a desnudar, obviamente lo voy a torturar,eh aprendido que hay diferentes maneras de chantajear a Stephen y esta es una, luego de quitar mis bragas intento pasar por su lado completamente desnuda pero es un intento fallido cuando me detiene y me besa con desesperación.
Ya calló!, es lo único que puedo pensar hasta que lleva una de sus manos a mi vagina y comienza a acariciar mis pliegues provocando que suelte fuertes gemidos pero trato de mantener mi plan en marcha y paso uno de mis brazos por su cuello intensificando el beso mientras el otro lo dirijo al bulto ya bastante apretado en su entrepierna, lo masajeo muy despacio haciendo que gemidos bastantes fuertes salieran de sus labios, retiro mi brazo de su cuello y desabrochado sus pantalones, meto mis manos por sus bóxer acariciando su miembro erecto, bajó sus pantalones, me pongo de cuclillas agarro su enorme miembro en mis pequeñas manos y lo miro a los ojos, este me mira con desesperación y deseo sus ojos están oscuros por la exitación, lo veo cerrarlos y tirar su cabeza hacia atrás cuando le dio un suave beso a su glande, meto su miembro a mi boca y cuando comienzo a chuparlo y a lamerlo con mucha lentitud para torturarlo aunque tengo que admitir que esto me encanta y me excita mucho, con mucha desesperación y en busca de correrse agarra mi cabello en un puño y comienza a follarme la boca de una manera muy agresiva y a decir verdad me encanta, succiono fuerte y puedo escuchar gruñidos de su parte, siento su miembro palpitar en mi boca y es hora de mi plan, lo saco de mi boca y me coloco de pie.
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Cuidado con lo que deseas
RomanceFrancesca Dumont es una joven Italiana de 21 años que se muda a New York buscando un nuevo cambio en su vida y que con sus encantos y hermosos ojos celestes siempre consigue lo que desea. Stephen James es un famoso empresario de 24 años sin escrúpu...