–Bruno no tengo 3 años, ya déjenme de tratar con una maldita mocosa, el echo de que esté enferma no quiere decir que sea de porcelana- bufo – Mira, estoy cansada de esa mierda, me fui de Italia no solo porque quería ejercer mi carrera, me fui porque estaba harta de mamá y papá, no los culpo de lo que me pasó pero tampoco es que pueda olvidar que lo causó y mamá estaba ahí y no hizo nada maldición - no puedo sostener mis lagrimas – Merezco ser feliz - ( aunque en aquí tampoco lo soy completamente) pienso en mis adentros.
–Francesca no sabes como me duele escucharte hablar así- escucho como se le quiebra la voz – No sabes cuánto me culpo por no estar ahí para ti, por no llegar a tiempo, por no tener el maldito valor para dejar a papá solo con sus mierdas así como lo hizo Gaia y ahora tú, pero él nunca me lo permitirá y eso ya me lo demostró él muy mal nacido.
Me duele escucharlo decir esas cosas, me duele demasiado.
–No digas eso, tú no tienes la cu..
–Si la tengo!!, por eso tienes que entender que no puedo permitir que algo más te pase, Demon te hará cosas horribles- se queda callado unos segundos – Una persona con sed de venganza hace lo que sea y más si es por las personas que ama - la voz de Bruno se escucha cargada de dolor.
– No!, no tienes la culpa y ya te dije que no soy una niña joder!!, qué les cuesta entender eso?, sé como es y lo que es- lo último lo susurro.
–Princesa hay cosas que no sabes, cosas muy malas que nuestro padre nos hizo a él y a mi y no te imaginas cuanto a tenido que pagar por ello- me preocupa lo que me está diciendo y necesito saber porque habla como si también se le hizo algo muy malo a él, porque habla como si le doliera .
– A qué...
– Con quien hablas .
Tiemblo cuando escucho la voz de Stephen detrás de mi y en cuanto esté habla Bruno me cuelga la llamada, ¿Porque?
Me limpio las lagrimas rápidamente y Stephen posa sus manos en mi cintura y entierra su cara en mi cuello.
–Solo era Lee, es que estaba preocupada por mi - trato de disimular que estoy bien pero sé que no me cree.
Me separo rápidamente de él.
– No creas que se me olvidó lo de anoche- pongo cara de molesta y cuando voy a pasar por su lado me sostiene nuevamente de la cintura.
–No es como que sea el primer mafioso que conoces- sus facciones están serías.
–A qué te refieres- le miro extrañada.
– A nada- me inspecciona de arriba abajo y aprieta la mandíbula.
–No lo voy a preguntar dos veces, de quién son esas malditas camisetas?
– No te diré- lo reto con la mirada.
– No estoy jugando contigo- me toma fuerte del brazo y el pánico invade mi cuerpo.
– So..so..son de mi hermano- hablo con temor, este lo nota y me suelta rápidamente.
– Joder!!!, soy un maldito idiota- dice tirando de su pelo y después me mira a los ojos– Escúchame bien mi ángel, no vuelvas hacer eso, no quiero que te muestres vulnerable ante nadie, entiendes?- me pregunta tomándome de la barbilla para que lo mire a los ojos.
– Si - lo miro insegura, no puedo evitar sentirme como una estupida.
Stephen me mira por unos minutos y luego suelta un pesado suspiro y me toma de la mano.
–Ven - cuando entramos al vestidor y lo miro confundida – No quiero que te pongas la ropa de alguien más- cuando voy a contestar me quita el swater y se queda mirando mis pechos con malicia ya que no llevo sujetador.
– Te eh dicho que tienes los pechos más hermosos que eh visto?-no puedo evitar sonrojarme.
Stephen acerca su cara a mis pechos y toma uno de mis pezones en la boca mientras le da atención al otro con sus manos, no puedo evitar que se me escape un fuerte gemido pero recuerdo que estoy enojada con él y pongo toda mi fuerza de voluntad para apartarlo.
–No, no me vas a manipular con tú sexo pervertido.
Me mira burlón y se acerca a mi oído y susurra– Ese sexo pervertido que hace que gimas como loca y que te corras como nunca lo harás con nadie más?
Sus palabras provocan que mi cuerpo se caliente y suelte un gemido involuntario por la presión en mi vientre bajo.
–Si - trato que mi voz suene firme pero solo logro que suene como un gato asustado.
Stephen suelta una carcajada y se da vuelta para sacar una sus camisetas y me la coloca.
– Ahora si, vamos a desayunar mi ángel, ah y casi lo olvidaba mañana tendremos una gala.
(•••)
Después de desayunar Stephen salió muy enojado, dijo que tenia asuntos pendientes pero no voy a negar que ame que se despidiera con un apasionado beso.
Por mi cabeza no ah dejado de pasar lo que me dijo esta mañana de que no era el primer mafioso que conocía.
Por otra parte no puedo sacar de mi cabeza lo que dijo Bruno, necesito investigar a qué se refiere , qué le hizo mi papá a él y a Stephen y a qué venganza se refiere.
Cuando la modista llegó ni siquiera le presté atención a lo que me decía , lo único que recuerdo fue que mencionó que mañana traería varios modelos de vestidos para elegir.
Después de esperarlo para cenar bastante tiempo, decido cenar sola.
Estoy acostada leyendo un libro cuando Stephen entra a la habitación sin ni siquiera mirarme.
Lo veo entrar al baño y después de un rato sale ya preparado para dormir con solo un pantalón de chándal.
– Tan malo fue tú día?
Este me mira pero no me dice nada hasta que porfin dice algo.
– Si, y sabes que es lo peor?
Niego lentamente.
– Que mi mujer me mienta - lo miro desconcertada – Así qué hoy hablabas con Lele, eh? - me mira enojado – Eres igual al infeliz de tu padre.
– Me estás espiando? - lo miro también enojada pero este se ríe irónicamente.
– Y lo peor es que cuando vi a Lele hoy me pregunto qué cómo estabas y me dijo que no había hablado contigo.
El color abandonó mi cara, pero Stephen solo se acostó y me dio la espalda.
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Cuidado con lo que deseas
RomanceFrancesca Dumont es una joven Italiana de 21 años que se muda a New York buscando un nuevo cambio en su vida y que con sus encantos y hermosos ojos celestes siempre consigue lo que desea. Stephen James es un famoso empresario de 24 años sin escrúpu...