Narra Bia.
Sentí como el sol estaba quemando mi cabeza, Dios mío nunca imaginé que el sol de ma mañana quemara tanto, trataba de cubrirme pero la sábana está caliente e igualmente la almohada y eso que en toda la casa hay aire, el clima está loco, porque el solo se pone así cuando está de tarde, digo y me pongo a pensar en la palabra tarde, me levanto y voy a ver la hora, cuando miro, veo que son las 2 de la tarde, Dios mio.
Me levanto rápidamente y me meto a la ducha para bañarme rápido, me quito la ropa y me doy una ducha como de 10 minutos, cuando hago mis demás rutina en el baño, me visto y voy corriendo a la cocina, cuando voy bajando las escaleras me encuentro con Mónica y dejó de correr ya que le molesta.
— Buen día Mónica— le digo y esta me ignora.
— Sera más bien, buenas tardes Bia— me dice y me doy en la cabeza, Dios verdad, aunque nunca me había levantado tarde.
— Disculpa, Mónica, me equivoqué—le digo sonriendo.
— Pues no te conviene conmigo Bia— dice mientras se devuelve.
— Mónica si no me equivoco, usted iba subiendo— le digo con amabilidad.
— Se me olvidó algo en la cocina, una orden— dice y yo la sigo porque voy también a la cocina, pero a comer algo porque me duele el estómago, cuando entramos a la cocina veo que todas las sirvientas bajan la cabeza.
—Helena, buenas tardes —le digo mientras me acerco y la saludo con un beso, ella es la única que no le tiene miedo a Mónica.
— Nueva orden aquí las personas van a desayunar a la hora del desayuno que de hecho ya pasó, igualmente el almuerzo que también pasó— dice y yo me quedo paralizada.
— No he comido nada Mónica— le digo.
— Eso no son mis problemas Bia, soy la mujer de la casa, y deben respetar mis mandatos y normas, así como haré una limpieza en el personal— me dice y mira a Helena.
— Como órdenes Mónica, iré a llevarle está sopa a la joven Carmín— dice Clary.
— No, Carmín está castigada, no quiso desayunar, tampoco comió cuando le lleve la comida, pues que se aguante— dice mientras agarra la bandeja con la sopa y la tira en el lava trates.
— Mónica, pero ella comen conmigo— dice Clary.
—Lo que pasa es que te tiene miedo Mónica — le digo.
—Nadie se acerca a Carmín, nadie —dice y se retira.
— No entiendo como se le ocurrió a Señor Gutiérrez casarse con esa— dice la Doña Carmen.
—Carmen tengo dolor de cabeza, por favor la pastilla de siempre —dice Manuel mientras se sienta —¿Había una reunión sin mí?
— Pues si Manuel, una tremenda—le digo mientras me siento a su lado, el se levanta y mira la Hoya de sopa que hay en la estufa.
— Esto huele delicioso Carmen, quiero sopa, me caerá bien— dice y se vuelve a sentar a mi lado e igualmente Helena— ¿De que restaba?
— Su madre dijo que para comer hay que estar a la hora del desayuno, del almuerzo y de la cena— dice Helena y Manuel comienza a reírse.
— Vaya Mónica está loca, Carmen mi sopa ¿Desayunaste? Bia—me pregunta mientras se toma la pastilla. Yo le digo que no por lo que dijo Mónica —Yo no voy a obedecer a Mónica, si no lo hago con papá, menos con ella ¿Y tú? — me pregunta.
— Es la espesa de papá, Manuel, hay que respetar— le digo.
—Bia, el respeto se gana, Carmen mi sopa, y llevarle a Carmín le hará mal —le dice Manuel.
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Never Stop. [Binuel]
CasualeNever Stop. -Manuel no me dejes sola, tengo miedo- le dice Bia a Manuel. -Siempre estaré contigo Bia, aunque no me veas físicamente, ahí estaré para ti, recuerda Never Stop, nunca pares, nunca te detengas, la vida sigue- le dice el joven.