𝗙𝗶𝗰𝘁𝗼𝗯𝗲𝗿 𝟮𝟬𝟮𝟬 ❛𝒁𝒉𝒂𝒅𝒐𝒏𝒊𝒄-𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒏𝒊𝒄❟

║7║⟣Juegos⟢ ꒰Zhadonic꒱

—Zash, ¿dónde están tus padres? —Interrogó el zorro ambarino, inspeccionando minuciosamente todos los rincones del salón, la fiesta ya no era tan energética como al inicio, mas el bullicio y la presencia de familias enteras le impedían verlos.

—Papá Zhadow fue a conseguir dulces, y papá Zonic está con Ziyu —respondió un niño de seis años, orbes esmeralda, tez morena, pelaje añil y franjas rojas; comía despacio una rebanada del postre principal bajo el atento cuidado de su tío político—. ¿Puedo comer otro pedazo de pastel?

—Creo que es suficiente azúcar por hoy jovencito, ten, prefiero que estés hidratado —le dio una botella de agua mineral, luego de su progenitor cobalto, estaba encargado de la sana alimentación de sus sobrinos.

—¡Vengan todos, papá romperá la piñata! —Llamó la cumpleañera, captando la atención de los invitados. La niña de ocho años gritaba eufórica invitándolos a acercarse, eso le creó cierta curiosidad de ver al mayor.

—¿Zhadow? Por amor a Chaos, ese hombre no madura —susurró llevando al infante de la mano hasta aproximarse a la de orbes carmín, piel durazno, pelaje azabache y vetas azules; precisamente observó al cerúleo cargando un bate—. Ahm... Linda, ¿por que Zonic tiene los ojos vendados?

—Bueno, primero le iba a pedir el favor a papá Zhad, pero no lo encontré por ningún lado, así que se lo pedí a papi Zonic —dijo simplista, abrazando a su hermano menor—. ¡Tú puedes papá! ¡Consigue los dulces!

—Zails... —Musitó el cadete a espaldas del más alto, denotando total inseguridad en su tono—. ¿Crees que sea...? Hum, cómo decirlo... ¿Conveniente que Zon sea quien rompa esa cosa?

—No, no lo creo Zilver... —Devolvió igual que el blanquecino, recordando las veces en que su amigo asistía a fiestas de cumpleaños durante su niñez y terminaba destrozando la piñata y los dulces dentro, parecía desquitarse con el pobre detalle; pronto se percató de la recién llegada del vetado, no tardó en llamarlo—. ¡Oye, Zhadow!

—¡Hola Zails! Disculpa, fui por las provisiones —respondió mientras se avecinaba, luego cargando a sus dos hijos, uno en cada brazo para plantarles besos en sus regordetas mejillas, ellos lo eran todo para él, entonces tendía a comportarse de manera muy melosa—; ¿te la pasas bien princesa?

—¡Sí papá, muchas gracias por celebrar mi cumpleaños!

—Termine —interrumpió el comandante, desatándose la banda, yendo con su familia y dejándole el espacio libre para que los menores fueran por las golosinas.

—¡Hey, eso es hacer-...! —Intentó reclamar el pequeño Zear, pero antes de que pudiera protestar su madre, Zouge, le cubrió la boca.

—Jajaja, ¿por qué no van a tomar los caramelos? Eso era lo que querían después de todo —ofreció cálidamente hacia los chiquillos, quienes de inmediato corrieron a recogerlos; la mujer le guiñó el ojo en muestra de que no dirían nada, al menos no para arruinar la magia.

—Wow, te controlaste mucho, felicidades amor —elogió el de ébano, abrazando por la espalda a su esposo y observando a sus hijos disfrutar de lo acaramelado.

—Gracias, aunque en realidad use esto —sacó unas tijeras que escondió detrás suyo, dejando enmudecido al otro—. Se le llama estrategia, y fui tan cuidadoso y rápido que nadie se dio cuenta, ni siquiera tú —presumió besando la mejilla bronceada.

—Hasta el día de hoy, sigues impresionándome, Zonic.