𝗙𝗶𝗰𝘁𝗼𝗯𝗲𝗿 𝟮𝟬𝟮𝟬 ❛𝒁𝒉𝒂𝒅𝒐𝒏𝒊𝒄-𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒏𝒊𝒄❟

║27║⟣Reflejo⟢ ꒰Zhadonic꒱

Jadeaba sudoroso y al borde de un desmayo, pero sonriendo grandemente por tener a su bebé en brazos, la contemplaba y era un angelito perfecto, si tan sólo su padre pudiera verla estaría encantado y llorando de felicidad. Los enfermeros le permitieron cargarla por unos minutos, ellos eran rehenes al igual que él, no tenían voz ni voto y para mantener sus vidas debían acatar las miserables órdenes del humano.

—E-eres perfecta... M-mi dulce ni-niña... —Balbuceó acariciando los mechones de cabello azulado, tratando de recuperar el aire sin que cayera inconsciente, porque si lo hacía, nunca más volvería a ver a su hija—. V-vamos a estar bien... P-pronto estaremos c-con tu papá y con tu t-tío... Tran-tranquila cariño... S-saldremos de esta...

—Señor... —Llamó otro prisionero, ayudándolo a ponerse de pie mientras trataba de avivarlo con algo de alcohol, gracias a Chaos la pequeña dormía plácidamente en el regazo del oji-esmeralda y no los delataba con un ruidoso llanto—. Encontramos una salida, tal vez con suerte pueda escapar por ahí, nosotros distraeremos a Nega, váyase, por el bien de la criatura y de usted.

—L-lo aprecio... P-pero apenas si pu-puedo caminar... —Dijo agotado, mareandose y sintiendo su cuerpo cada vez más pesado como para soportarlo; deseaba la ayuda de los chicos y sobre todo de Zhadow, debió haber capturado al maniático cuando tuvo la oportunidad, ahora se arrepentía ya muy tarde por estar encerrado y con la nena en brazos.

El lobo rojizo iba a protestar, mas fue interrumpido por el sonido de la celda abrirse seguidamente del ataque que los robots del mostachudo hicieron, el azulado quedó atónito por ver frente a él tremenda masacre, los láseres perforaron los pechos de cada retenido asesinandolos al instante, cosa que provocó el llanto de la recién nacida y una alteración en los nervios de su progenitor.

—Más cargos a mi expediente, bueno, lo limpiaré después —mencionó con mofa paseándose en la sala, las máquinas bajaron armas y se colocaron a la par del hombre, esperando el siguiente comando—. Te ves terrible, la impresión seguramente te afectó mucho al igual que a la niña. ¿Dijiste que Ziyu es su nombre, no?

—Púdrete... —Masculló apegado a la ericita, horrorizado y luchando por controlarse los nervios con tal de evitar que bajara la guardia; reunió bastante aire para hablar de corrido—. Más cobarde no se puede ser... Los demás ya deben estar cerca, y-y tú irás a la cárcel, maldito asesino, ¿estarás satisfecho?

—Mejor déjame preguntarte a ti, ¿qué harías sin tu hija?

No le dio tiempo de responder puesto que un secuaz metálico le jaló las púas hacia atrás y otro le arrebató a la niña, un tercero lo empujó hasta chocar contra la pared y posteriormente ser encerrado en una cápsula.

—Descuida, cuidaré muy bien de ella, un gran abuelo, supongo —carcajeó viéndolo en una colosal preocupación, sin importarle los sollozos de ambos erizos.

—¡¡¡NEGA, DEVUÉLVEME A MI HIJA!!! ¡¡¡POR FAVOR!!! ¡¡¡HARÉ LO QUE SEA, TE LO SUPLICO!!! ¡¡¡DÁMELA!!! —Gritó tratando de romper el material, mirando a través del vidrio a su pequeña siendo cargada por un pedazo robótico, con el regordete burlándose y sin tener una mínima señal que el equipo viniera a auxiliarlo.

—Calla, la asustaras más —se volteó y caminó a la salida, seguido de sus creaciones para dejar a su suerte al cobalto.

—¡¡¡VOY A DECIRTE TODO LO QUE QUIERAS!!! ¡¡¡PERO POR FAVOR DÁMELA, TEN PIEDAD, ES UNA BEBÉ!!! —Dio su último intento de oferta, estando al borde de la desesperación y derramando lágrimas hasta hincharle los ojos y que se le pusieran rojos.

—La hora de las propuestas terminó, traté de que llegaramos a un acuerdo, y tú preferiste hacerlo a la mala, así que afronta las consecuencias.

—¡¡¡NO, ESPERA!!! ¡¡¡ZIYU!!! —Todos salieron del lugar, dejándolo con un vacío indescriptible capaz de matarlo, tanto por miedo y dolor de ser separado abruptamente de su pedacito, jamás se perdonaría si le pasara algo; observó desconsolado el cristal irrompible, contemplando su reflejo, ahora era un chiste de lo que una vez logró ser, un chiste verdaderamente malo.