Capitulo XXV: "Esta no soy yo"

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-Y le dije ¿te crees rudo? Si te vi llorando con la muerte de Mufasa-

Ambos estallamos en risas.

-No puedo creer que tengas tantas buenas historias- me limpio una lagrima de risa.

-Tú no te quedas atrás, esa historia de los seis condones fue buena-

-¿Si te das cuenta que nos pasamos del cine hace media hora?-

-Si lo sé, pero preferí escucharte que ver 50 sombras Liberadas-

-Me divertí mucho-

-Y aun la noche no acaba-

Esta noche descubrí que León Morgan, es un hombre de 24 años, ingeniero comercial, trabaja en una empresa que le va muy bien, tiene una carro que choco hace días por eso está en el mecánico, sus padres viven en Seattle, tiene una hermana menor de 10 años, le gusta tocar la guitarra, lee libros de Policías y detectives, le encanta viajar y sigue siendo un enigma para mí.

-¿Qué tiene planeado señor Morgan?-

-Ni se lo espera señora Beckett-

Me jala y empezamos a correr por toda la ciudad, fuimos a caminar hacia una fuente llena de luz.

-Esta es una fuente de los deseos-

-¿No me digas? ¿Lanzas una moneda y se cumple tu deseo?- que obvio

-No, lanzas una piedra –

-¿Una piedra?- saca dos piedras blancas y dos marcadores

–Escribes tu deseo con marcador y lo lanzas a la fuente, si vuelves en tres meses y tu deseo sigue escrito en la piedra se cumplirá –

– ¿Y cómo sabes que sigue escrito si lo lanzaras a la fuente? –

– Ese es el reto, encontrar la piedra –

– ¿Te meterás al agua solo para buscar una piedra?–

– Todo por los deseos–

Me da una piedra y un marcador, esto solo es algo supersticioso, pero lo que más deseo en el mundo lo escribo sin dudar.

"Deseo olvidar a Hades"

– ¿Cuál es tu deseo? – pregunta

–Es secreto, mi tía dice que si le dices tú deseo a alguien este no se te cumple y quiero que se cumpla–

–Bueno, pero quiero reconocer tu piedra –

Empieza a dibujar dos corazones en la parte de atrás de las piedras.

–Así podemos saber que nuestras piedras estarán juntas–

Nos ponemos a espaldas de la fuente preparándonos para lanzar.

– ¿Lista? – Asiento

– 1–

– 2–

–3 –

Ambos lanzamos las piedras las cuales caen en la fuente.

–En tres meses volveremos aquí, para ver si nuestros deseos se cumplirán –

– ¿Es otra cita?–

–Te dije que no era un chico fácil, debes conquistarme – solo hace que suelte una pequeña risa por su comentario.

–Te ves más linda cuando sonríes –

–Gracias –

Después de eso, vamos a caminar por las calles iluminadas, tomamos un café en un restaurante, esta noche se me hizo muy corta, en mi defensa no quería que terminara.

SEMPITERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora