I

190 12 3
                                    

– ¡Ichi, ni, san, yon! ¡Vamos! ¡Tenemos que terminar con esta coreografía para empezar con la otra! – dijo C-chan mientras miraba a todas bailar a un paso acelerado para tratar de acoplarse a la nueva coreografía que se les había dado, las chicas bailaban bien, pero había algo que no estaba bien, solo que Shirai no podía saber que era lo que era.

– ¡Si! – gritaron todas llenas de sudor y entusiasmo, sus rostros estaban rojos por tanto tiempo que llevaban bailando, querían estar listas antes de su siguiente evento, el Nendo 2015 había empezado hace poco, por lo cual a las nuevas chicas les llenaba de entusiasmo, aunque sabían que se tenían que esforzar el doble, pero a pesar de eso C-chan veía algo raro en la coreografía.

– Es Rinon-chan – dijo Saki acercándose y haciendo pegar un saltito a C-chan quien volteó a ver a la chica más baja, quien tenía un rostro de concentración mientras las veía bailar y volteó a ver lo que señalaba Ooga y era verdad, quien estaba un segundo descoordinada era la nueva presidenta, quien se veía que se estaba esforzando mucho para llevarles el paso a las más jóvenes, lo cual era raro, porque si algo que en lo que Rinon era excelente era en el baile.

– Es cierto...Rinon está descoordinada, pero... ¿cómo sabías que veía eso? – dijo C-chan mirando a Ooga que le sonrió de manera brillante que hizo que la chica más alta se sonrojara un poco.

– Tu rostro es muy expresivo – dijo dándole un guiño, haciendo que el corazón de Shirai latiera un poco más y su sonrojo aumentara, prefiriendo voltear hacia las chicas para calmar esa sensación, ignorando a Saki quien solo movió la cabeza negativamente y volteo a ver a las demás.

– ¡B-bien chicas! ¡Es todo por esta canción! – dijo mientras las chicas paraban exhalando con alivio y algunas se acostaban en el suelo muertas de cansancio.

– ¡Ahhh! ¡Que cansancio! – dijo Aiko mientras estaba en el suelo recuperando la respiración con los ojos cerrados y a tientas buscaba su toalla.

– Aiko-chan se queja como una anciana – dijo alguien provocando la risa de las demás, Yamaide abrió los ojos irritada sabiendo que esa voz provenía de su mejor amiga e interés romántico, aunque ella no lo aceptara del todo, la miró con molestia al ver que estaba junto de ella sosteniendo su toalla y se levantó para arrebatársela.

– ¡Cállate Megu! – dijo tratando de quitársela mientras que Megumi solo la alzaba para más irritación de la chica más baja, Okada solo sonreía viendo los intentos de Aiko por quitársela, así que solo la jaló suavemente de la playera atrayéndola hacía si, muy cerca de ella y comenzando a limpiar el sudor de la cara de Yamaide, quien solo se sonrojó y se quedó quieta dejando que su amor platónico la limpiara mientras esta sonreía.

Las demás miraban la escena con algo de ternura y un poco de envidia, ya que ellas no podían ser tan expresivas con sus intereses amorosos como lo eran Megumi y Aiko. Maaya que miraba la escena, suspiró y tomó su toalla para acercarse sonriente a su amor platónico, pero su sonrisa se esfumo al ver que Marin limpiaba con una sonrisa a Mirena y reían, le molestaba bastante ver aquella interacción y escuchó la risa de alguien más y volteó a ver a Momoko quien con un dedo le indicaba que se acercara y lo hizo en otro suspiro, Okazaki solo movió la cabeza negativamente y comenzó a limpiar a su amiga, quien miró con satisfacción como Marin había dejado de limpiar a Mirena, solo para observarlas a ella y a su mejor amiga y su rostro se veía algo molesto.

– ¿Cuándo te le vas a declarar? – dijo Momoko llamando la atención de Maaya nuevamente, quien se sonrojó un poco al oír eso y sabiendo a quien se refería su mejor amiga.

– El día que deje de ponerse acaramelada con Mirena– dijo con fastidio, Momoko solo rio, sabía que Maaya estaba muy enamorada de Marin, pero ella sabía que a Mirena también le gustaba Marin, después de todo Mirena era demasiado interesante a comparación de ella que solo jugaba kendama y comía jengibre, ¿Qué podría ser interesante en ella que no Mirena tuviera ya? Es por eso que tenía miedo de que Hidaka no le correspondiera, cosa que no iba a suceder, porque por boca de Sara, quien era la mejor amiga de Marin, sabía que la otra chica correspondía el amor de Maaya, solo era cosa que Maaya se atreviera a decir algo, Okazaki se sentía un poco mal por no decir nada y ver sufrir a su amiga, ella quería animarla y todo, pero después de todo ella era amiga de Mirena también, así que no podría meterse sin terminar lastimando a alguna de las dos – pero aquí la pregunta es: ¿Tú cuando te le declararás a...? – dijo mirando hacia donde una de las chicas quien estaba acostada en el suelo aun intentando recuperar el aliento.

FiebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora