Momoko observa de cerca a Rinon, que es la nueva presidenta de Sakura Gakuin, quién está actuando de manera extraña, cuando la sigue a casa se da cuenta que aquel comportamiento extraño es debido a una fuerte fiebre que tiene su senpai, que se ha de...
– Eh...entonces... ¿Momoko me acompañas a la cocina en lo que Rinon se da un baño? – dijo llamando la atención de la nombrada, quien solo asintió y salió, Isono se dio cuenta que a ella no la había mirado. ¿Momoko estaba molesta con ella?
Suspiró y miró a Hana con molestia, la cual solo le sonrió en disculpa y salió detrás de Momoko, volvió a suspirar y se concentró en buscar sus cosas para el baño.
Hana miró a Momoko quien buscaba en la bolsa que había traído y sacaba la comida, miró en su rostro una especie de mezcla entre molestia y tristeza, sabía que de alguna manera Momoko había mal interpretado aquella escena entre ella y su mejor amiga.
Aunque sabía que eso estaba más alejado de la realidad que nada, pero aun así intento comprender la situación. ¿Quién no se molestaría si viera la persona que le gustaba tan cerca de otra? Se imaginó a Yunano en la misma situación y sintió como su estómago ardía y apretó los dientes en molestia, no, Notsu era suya y no iba a permitir que nadie se la quitara, sacudió su cabeza, no era el momento de pensar en eso.
Era el momento de ayudar a su mejor amiga y también poder ver si lo que pensaba con respecto a Momoko era verdad, así que se acercó lentamente a su kouhai quien volteó a verla y la miró con un poco de molestia, pero inmediatamente cambió su mirada y sonrió.
Entonces Taguchi se dio cuenta que Momoko no era muy diferente a Rinon, a ambas les gustaba ocultar su dolor tras una sonrisa.
Suspiró.
– ¿Pasa algo senpai? – dijo Momoko mirándola, a lo que Hana solo movió la cabeza negativamente.
– Nada, creo que tenemos calentar esto porque ya se enfrió – respondió a lo cual Okazaki solo asintió y entró a la cocina a buscar las cosas para calentar la comida, Hana volvió a suspirar, al parecer tendría que observar un poco más para decidir qué hacer, no quería animar a Rinon a algo que la volviera a lastimar y aunque no conociera muy bien a Momoko, tampoco quería que saliera herida por sus imprudencias.
La cena seria el factor decisivo para muchas cosas o al menos así lo pensaba Taguchi.
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Rinon después de una corta y refrescante ducha salió de su recamara atraída por el olor a comida, su estómago gruñó con fuerza, entonces recordó que no había comido desde la mañana, por lo que aquel olor la había guiado hacia la cocina donde sus ojos captaron una escena que se quedó clavada en sus pupilas y en el corazón.
Que no era otra cosa que Momoko en la cocina con su delantal puesto, quien al oírla volteó y le sonrió, haciendo que el corazón de Rinon latiera con fuerza y haciendo que se sonrojara un poco y sin darse cuenta, comenzó a desear que esa no fuera la última vez que esa escena se repitiera, pero movió su cabeza ligeramente para tratar de sacudir esa idea que nunca iba a ser y la reemplazó con esa sonrisa tan ensayada que para todo mundo era de paz y tranquilidad y avanzó para acercarse hacia Momoko.
