VIII

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Cerró la recamara de invitados y fue hacía la sala para buscar su maletín, al fin lo encontró junto al perchero, sonrió, sacó su celular y después de checar todas las notificaciones, mando un mensaje a Ooga, para decirle que no asistiría al colegio y pedirle un favor muy importante.

El timbre sonó anunciando que las clases habían concluido, Momoko tomó sus cosas y las guardo lentamente, sabía que hoy tendría que enfrentar a su senpai y aunque sonara extraño no tenía ganas de verla.

El día anterior había sido una montaña rusa de emociones, pero ahora que toda la adrenalina había pasado, ahora solo quedaba la tristeza de saber que tendría que verle todos los días pero sin poder tener su amor.

Ahora todo lo que quedaba era seguir en silencio, sonreír y seguir. Así como le hacía su adorada senpai.

Terminó de guardar sus cosas, observó su salón y se dio cuenta que se había quedado al último, suspiró y salió, para darse cuenta que afuera de él, estaba Maaya y la saludaba.

Se acercó a ella con una sonrisa, Maaya también se acercó dándole un abrazo sorprendiéndola.

– ¡Perdón! – Dijo soltándola, Momoko estaba punto de preguntarle porque se disculpaba, pero Asou continuó – Siento mucho lo de esta mañana – dijo inclinándose profundamente – entonces Okazaki entendió de que le estaba hablando de su pelea con Kurosawa, Momoko la tomó de los hombros ayudando a que se levantara.

– ¡No hagas eso! – dijo en regaño, pero sonriendo – no le tome mucha importancia, pero aun así no me gusta verlas peleando – le dijo a Maaya quien hizo una mueca.

– ¡Ella empieza a provocarme y yo no puedo contenerme! – Expresó apretando los puños, Momoko sacudió la cabeza en negación a lo que Asou suspiró – pero prometo que intentaré ya no pelear – dijo sonriendo a lo que Momoko sonrió de nuevo.

– Gracias – contesto Momoko, eso era lo mejor, conocía a Mirena y sabía que tenía poca paciencia y era explosiva y Maaya también tenía lo suyo, no quería que se lastimaran.

–...Al menos no en tu presencia – susurró Maaya intentando que Momoko no la escuchara.

– ¿Qué dijiste? – dijo Momoko mirando en advertencia a lo que Asou sonrió traviesa.

– ¡Olvida eso! ¡Ven! ¡Vamos por un café como disculpa por lo de la mañana! ¡Yo invito! – dijo Maaya tomando su mano para jalarla hacia las escaleras.

– ¡Espera! – Dijo Momoko resistiéndose – ¡No podemos ir! ¿Qué hay del ensayo? – Maaya al oír eso dejo de tirar de su mano.

– ¿Qué no te llegó el LINE del grupo? – expresó extrañada sacando su teléfono para mostrarle, a lo que Momoko recordó por qué no había visto el mensaje.

– No tengo mi teléfono conmigo...lo olvidé – dijo sabiendo que era una mentira, pero no quería decir que su padre le había quitado su teléfono – ¿Qué decía el LINE? – dijo acercándose hacía Maaya y entonces leyó el mensaje.

"Se cancela el ensayo, Rinon enfermó de fiebre y no va a poder asistir hasta mañana, tienen la tarde libre"

En un principio saber que Rinon decía que aún tenía fiebre la alarmó, pero con tristeza recordó que su senpai tenía a Taguchi para cuidarla, de alguna manera eso la hacía sentir más tranquila aunque a la vez doliera.

Pero también algo dentro de ella descansó, el no tener que ver a Rinon ese día le daría un poco de tiempo para pensar mejor las cosas y poder armar mejor su máscara sonriente, como su senpai le había enseñado.

FiebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora