La mañana estaba en su punto, ahora Kuroda y Asami estaban en el departamento de Kirishima, había movido las cosas de su amigo, aunque aun quedaban cosas por recuperar, sin duda alguna lo primero era llevarse algunas cosas.
Asami estaba un poco perdido en su mente, recordando la conversación que había mantenido con su padre, llegaría un joven conocido en el bajo mundo como "The shadow rider". Aunque no había recibido descripción alguna, ningún dato que pudiera ayudar a identificarlo, ¿y si iba hacia su oficina? ¿conocería los lugares adecuados? También estaba el problema de cómo se movían, había perdido mucho, sólo quedaron fuera sus pertenencias personales y algunas otras cosas, incluso perdió sus carros, sin duda se reiría de él al momento de verlo.
—Ryuichi.— Kuroda tenía su computadora en el escritorio de la oficina, seguía investigando en "la gran red" a la que puede acceder fácilmente con unas claves especiales, misma en la que tenía poco más de dos horas investigando al temido "The shadow rider".
—¿Qué encontraste?— preguntó después de revisar su reloj, ni siquiera le dieron la hora en la que el joven llegaría.
Negó mostrando la pantalla. —Nada, no encuentro algo que pueda guiarme a una pista.— Kuroda contestó algo frustrado, tanto trabajo y tiempo para nada. —Quizá eso sea una señal, tengo años en esto y nunca se me había hecho tan difícil, es más en este tiempo al menos tendría algo.—
El joven Shuo había salido de la mansión siguiendo una nueva orden, tomando una de las camionetas y a tres hombres perfectamente armados, aunque estaba cansado, no había dormido mucho, pero trabajo era trabajo.
—Mi señor, debería dormir al menos un poco.— Comentó el chófer a la par que veía por el retrovisor a su amo.
Negó. —Bastará con un café más.— Se sirvió más café y bajó el vidrio, bastaba con tener todo listo, después se ocuparía de dormir.
—Sólo no le digan a Mishell, me matará.—Los tres guardias sonrieron mientras uno servía más café a su amo. El camino fue un poco largo, debido a que la mansión principal estaba oculta entre árboles y bajo la protección natural de una montaña, además de que estaba custodiada y bajo una red impenetrable.
—Estamos por llegar, mi señor.— Anunció el chófer mientras veía como su joven amo despertaba, a pesar de sus palabras, durmió una siesta de una hora con treinta minutos.
Asintió mientras recibía un vaso de agua del copiloto. —Quédense aquí, espero un reporte general de la situación a mi regreso.— Se bajó de la hermosa camioneta mientras dejaba ahí a sus hombres.
Para ingresar bastó con su credencial y después de darle una sonrisa a la recepcionista se le dio la información de acceso, no usaría recursos de forma tonta, cuando bien puede tener todo con una simple sonrisa o un gesto, así que subió hasta el piso indicado.
Vio a un hombre de más o menos 1.80, delgado, con un buen porte, lentes y una actitud servicial, Kirishima Kei, identificó inmediatamente. Aunque también notó aquella mirada que el mayor posaba sobre él. Kirishima estaba como estatua, frente a él veía a un joven pequeño, cabello castaño, delgado y que se veía frágil y tierno, con unos enigmáticos ojos verdes. Quizá era un emisario o alguien que se pudo haber equivocado.
—Asami Rashell, me envió a ver a su hijo, el señor Asami Ryuichi.— Explicó brevemente después de saludar brevemente con un gesto. —Misaki Shuo, es mi nombre.—
Kirishima salió de su ensoñación, aquel joven había usado el nombre "Shuo"en el clan Asami significa que es de la más alta jerarquía y que pueden confiar en él. —Kirishima Kei, el amo se encuentra dentro.— Se quitó permitió el acceso al joven enviado por el líder del clan. —¿Desea algo de tomar?—
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Esclavos del Destino. Sueños Rotos. (edición)
FanfictionDebido a una traición, Asami Ryuichi pierde su fortuna, quedando prácticamente en la calle. Misaki un joven de 22 años graduado en economía e investigación, cuenta con unos aliados igualmente peligrosos y gente que le es leal. Asami Ryuichi y Misa...