Ryuichi observaba a su padre, ambos tenían poco más de una hora juntos en la sala de reuniones del clan. Rashell estaba al tanto de lo ocurrido, su hijo había perdido prácticamente todo, solo se había quedado con algunas pertenencias y su gente. Misaki le había informado sobre algunas cláusulas del contrato, sin duda había más de una familia dentro del problema.
—Ryuichi, por ahora requieres que piensen que estás inactivo, pero que no te encuentras sólo, hay varios caminos viables, pero te apoyaras en la rama Shuo.— Instruyó a la par que tomaba su teléfono conmutador. —Dile que venga.—
Misaki estaba realizando un inventario de todo lo que se había recuperado, era importante conocer lo que tenían y luego conocer todo lo que iban a recuperar, aunque era algo complicado, pues el hijo de su señor había ido por aquí y por allá, la ventaja es que aún no se sabía de vuelos o movimientos legales o ilegales.
—Mi señor.— Un sirviente entró al despacho del joven. —Amo, Asami-sama mandó por usted.— Se inclinó con respeto para transmitir la orden.
Misaki se levantó y observó a su mano derecha. —Encargate de lo demás. Regreso más tarde.— Al llegar a la mansión, fue a darse un baño para despejar su mente, había estado en su espacio privado, por lo que su mano derecha había cumplido con su labor.
Se había cambiado, ahora portaba un traje de tres piezas, completamente realizado a su medida y para agregar un toque final, se había puesto una hermosa gabardina que iba completamente a juego con su vestimenta, llevaba unos zapatos de piel para realzar su atuendo. La mansión había sido modificada en los pisos para que pudieran caminar con zapatos, agregándoles un toque moderno a esa hermosa residencia.
Misaki caminaba con elegancia, siendo seguido por dos sirvientas, en la mansión rara vez llevaba armas, pero siempre era bueno llevar algo bajo la manga. —Lleven un servicio completo, para mi está bien por ahora un café.— Ordenó al llegar a la puerta de la sala de reuniones. —Pide que el mayordomo lo haga.— Los sirvientes se inclinaron, después se retiraron, por lo que Misaki entro a la sala.
—Señor.— Abrió la puerta después de anunciarse.
Ryuichi observó al joven, antes portaba un atuendo más sencillo, ahora parecía un joven distinguido, su atuendo realizado a la medida, más ese porte digno. Rashell observó de igual forma como su hijo se perdía en el menor.
—Siéntate.— Invitó al menor. —¿Pediste algo?—
Misaki sintió la mirada del heredero sobre él, por lo que para que pudiera verlo a gusto, se ajustó un poco la ropa, dejando ver su perfecta y delineada figura, si alguien quería ver, pues ¿quien es él para negarle ese privilegio a un mortal? —Si, están aquí en algunos minutos, Asami-sama.—
Asintió. —Mientras tanto dame un informe general de la situación, quiero pensar que ya tienes algo.—
Sacó un folder de su saco. —En realidad, tengo muchas cosas que me gustaría tocar en la reunión.— Le entregó una copia a cada uno. —El contrato que firmó, Asami-san, me temo que no está registrado, últimamente se ha filtrado algunos datos, mis abogados están rastreando y tengo a mucha gente buscando todo lo que perdió, pero me temo que será tardado.—
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Esclavos del Destino. Sueños Rotos. (edición)
FanficDebido a una traición, Asami Ryuichi pierde su fortuna, quedando prácticamente en la calle. Misaki un joven de 22 años graduado en economía e investigación, cuenta con unos aliados igualmente peligrosos y gente que le es leal. Asami Ryuichi y Misa...