Issei Traicionado, El Poder De Un Monstruo

cap 3. Un triste pasado y un buen futuro.

Ya la noche habia caído. Estaba issei volteando a ver el techo mientras intentaba conciliar el sueño.

Para conseguirlo decidio tener una platica con su inquilino.

-Tank, tengo que preguntarte algo.
A lo que su inquilino casi al instante contesto.

-¿Que sucede?

-Pues veras ¿A que se referia BMR-05?
Esta pregunta dejo pensando a el prototipo.

-Bueno, como sabes, no fuiste mi primer portador. Ni siquiera fuiste el segundo. Tambien, como sabras, mi primer portador fue tu abuelo: Hyodou Yato. Posteriormente el plan era que tu padre fuera el proximo portador, sin embargo dado que ya habia nacido, y no habia muerto como para poder meterme en su cuerpo, decidí que  meterme en otro cuerpo seria una buena opcion. Escogi el de un bebe que acababa de nacer, justamente en esta ciudad. Su nombre era Nicolas Smith.
Cuando entre, apenas tenia minutos de nacido, pense que seria un buen portador. Y vaya si lo fue.
Despues, mas especificamente 4 años despues. Hice acto de presencia, le explique todo lo que sabia, y que por lo tanto el debia saber. Supongo que no fue muy buena idea decirlo, quiero decir, tenia cuatro años. Como era de esperarse, no entendió ni media palabra de lo que le dije, por lo que lo deje pasar y no lo volvi a mencionar en varios años.
Hasta que pasados 10 años, se lo volvi a decir, esta ves lo comprendió mejor, pero se nego rotundamente en irse a japon para matar personas. Al principio se lo volvi a explicar, dandole a entender que lo debia hacer, pues al fin y alcabo esa era mi mision, para eso fui creado.
Por mas que le rogue, le implore que lo hiciéramos, el siempre se nego, siempre ne dijo que "el no mataria a nadie solo porque si".
Mientras relataba esto, se notaba que tank lo recordaba con algo de melancolía y un poco de tristeza.

-Al ver que no iba a cambiar de opinion, decidi ceder. Ya no segui insistiendo, pero algo ocurrio. Un dia de forma desconocida sus padres murieron, lo que lo llevo en una espiral de desesperacion, pero su ideal de no matar a nadie se mantuvo. Fue llevado a un orfanato, un orfanato en pésimas condiciones, tenia muchas partes repletas de moho, goteras por todos lados, se turnaban para poder dormir en las escasas camas, etc. Pero el decidio cambiar esto. Los siguientes años, se dedico a satisfacer las necesidades de ese lugar, las cuales eran muchas por cierto. Se convirtió por asi decirlo en un "Robin Hood" le robo a los ricos, pero se lo dio a los pobres.
Pasaron varios años mas. Despues de haber juntado grandes cantidades de dinero, decidio alejarse del orfanato. Mientras hacia esto, se encontro con algo peculiar. Pues vio a un niño gravemente golpeado y al borde de la muerte, por lo que decidio ayudarlo. Lo curo, lo vendo. Y el era BMR-05 o Alfred, ya que ese es su verdadero nombre. Pasaron bastantes años, ellos formaron una relacion de padre-hijo, le enseñó todo sobre los prototipos, pues yo soy el segundo que mas sabe de esto. Hasta un dia; mas especificamente hace un año. Un grupo de agentes supieron la direccion de Nicolas y Alfred. Debido a todos los crímenes que había cometido a lo largo y ancho de su vida, los policias tenian ordenes de disparar a matar.
Esta afirmación dejo confundido a issei, ¿disparar a matar?

Tank leyo su mente, pues al fin y alcabo el estaba ahí.

-Si, disparar a matar. A una de las personas a las que Nicolas robo, fue al jefe de policia. Por lo que para "vengarse" prácticamente lo mando a matar. O por lo menos eso les dijo a toda la ciudad.
Issei asombrado por lo dicho, dejo que su compañero siguiera explicando.

-Llegaron a la casa, dispararon desde fuera, la acribillaron totalmente. Nicolas decidio quedarse atras, le dijo a Alfred la direccion de otra casa, y el partió. Mientras el se iba, Nicolas y yo nos quedamos. Debido que el nunca entreno su cuerpo, no hizo lo mismo que tu. Su poder era mucho inferior, pero podia dar pelea.

Flashback.

Pov Nicolas.

-Bien amigo, es hora de demostrarles de que estamos hechos.
Le diria mentalmente a mi compañero, mientras que dirigia mi mano derecha al pecho, al igual que cerraba los ojos para poder gritar.