Daniel estaba haciendo todo lento, todo para retrasarse y así no ir a la escuela. Pero su madrina no lo iba a permitir, claro que no. Es más, prefería estar con Oliva a que estar con su madrina.
Y aunque trató de hacer todo lento para no ir, fue igual. Porque aunque quiso alargar todo, comió y se cambió lento y aun así llegó puntual a la escuela. Definitivamente el tiempo estaba en su contra, si no, no se explicaba.
Daniel estaba seguro de que si lo hubiera hecho cualquier otro día, habría llegado tarde y con una media falta. Pero pareciera ser que la vida no lo quería.
[...]
-¿Por qué esa cara?-
-¿Me estas jodiendo?-
-¿Que?-
-Hoy tiene que quedarse con Oliva después de clases.- le explicó la rubia a él morocho.
-Cierto, me había olvidado.-
-Hice todo lo posible para no venir, pero el tiempo me odia.-
-Si lo hacías era lo mismo, digo, lo vas a tener que aguantar por dos meses.-
-Ni me lo recuerdes.-
Las clases habían sido tranquilas. Daniel se habían divertido y también se llevaron algunos llamados de atención por parte de sus profesores, pero poco les importaba.
Ribba había logrado sacar a Oliva de su cabeza por unas horas y eso le daba a cierta paz mental. Pero no no duraría mucho, tendría que ver la cara de ese castaño narcisista y era lo menos que quería.
-Llegas tarde.-
-Lo sé, se me había olvidado.-
-Bueno, te vas a tener que quedarse una hora mas.- avisó la bibliotecaria y Valentín sonrió ante eso. -Usted también, Oliva. Así que borre esa sonrisa.-
-No es justo, él llegó tarde.-
-Si él llega tarde también lo afecta a usted y viceversa.- explicó con una sonrisa.
-Ni te quejes, estamos acá por tu culpa.-
-No me hables, idiota.-
-Idiota tu viejo, gil.- y en ese momento a Valentín se le formó un nudo en la garganta. Su padre, ¿como se atrevía a nombrar a su padre? Lo quería golpear, si. Pero no tenía caso, Ribba no sabia lo que había pasado con su padre.
-Valentín, ¿estas bien?- preguntó Samanta.
-¿Q-qué?-
-¿Estás bien?-
-Si, yo solo...- No podía quedar como una nena en frente de Ribba, nunca en frente de ese idiota. -No es nada, estoy bien.- limpió la pequeña lágrima que salía de su ojo y recuperó su compostura. Un Oliva nunca se mostraba débil ante nadie.
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Enemigos ;; wosani
Hayran KurguDonde Valentín molesta a Daniel. O Donde Daniel le quiere partir una silla en la cabeza a Valentín porque lo tiene harto. contenido homosexual no apto para sensibles ;)