Imaginas: Imagina Con Michael Jackson [#1]

Bebé (1/3)

—No lo sé, bebé. Le dije a Michael al oír su petición.

Ambos en la habitación...Yo sentada en una silla cercana de la cama, recostando mis pies en esta, y él en la cama rogándome con su sonrisa tierna.

—Nena, por favor. Tomaba mi pierna mientras sonreía de una manera adorable.

—Mmmm...aún no lo sé. Le respondí algo dudosa.

—Vamos... sí? Seguía tratando de seducirme con esa sonrisa rompe ovarios, tierna e irresistible.

Yo aún seguía indecisa. Pero no iba a poder resistirme a su dulzura por mucho tiempo.

—Porfis —hizo ojitos tiernos—. Me he portado bien. Hizo una mueca.

Yo solo me quedé en silencio mientras lo miraba. Me encantaba cuando se ponía así.

—Porfis, prometo que te va a encantar —sonrió pícaro por unos cuántos segundos—. Sí? Sí? Sí? Porfis, por favor. Decía rápidamente.

Movía mi pierna mientras seguía rogando.

—Nena —me miró nuevamente—, por favor, juro que te va a fascinar. Sonrió pervertidamente.

—Está bien. Accedí riendo.

Él se acomodó bien en la cama, su rostro viendo hacia la pared. Luego volteó a verme sonriendo.

—Ven. Me pidió.

Subí a la cama y me sentó encima de él. Comencé a menearme encima de su miembro.

—Ah...nena. Gimió él.

Logró voltearme quedando encima de mí. Besó mi cuello dejando una pequeña marca de propiedad. Quitó mi blusa y sostén, su boca encontró un nuevo lugar en mis pechos. Los lamía con fervor haciéndome gemir.

—M-michael...ah. gemía.

Quité su camiseta y besé su pecho. Él sonrió y se deshizo de mi pantalón. Bajé su pantalón y lo quité. Ambos quitamos la poca ropa que nos quedaba.

Sin avisar se posicionó encima mío y llevó su pene a mi entrada, antes de meterlo me sonrió. Hasta que lo metió por completo.

—¡Aaaah!

Se movía en círculos, de un lado a otro. Me vuelve loca cada movimiento sexy que hace con sus caderas entrando más y más en mí.

—Ahh...b-bebé...m-más profundo. Le pedía entre jadeos.

—Cómo diga la reina. Dijo y subió la velocidad y profundidad de sus embestidas.

Nuestras bocas se juntaban con pasión. Su cara comenzaba a sudar, es la única persona que conozco que hasta sudando se ve más que sensual. Después sentí cómo su miembro vibraba dentro de mí, me encantaba esa sensación. Me encontraba inundada en un mar de placer inexplicable.

—Mmm...

—Me corro, nena. Me avisó.

Mis paredes se empezaban a contraer apretando su miembro.

—Ah...yo también, bebé.

—Oh...nena.

—Ahhhh. Gemimos al unísono.

Ambos nos corrimos, liberando toda aquella presión y descarga de energía. Michael se acostó en mi pecho y ambos nos tapamos con la sábana.

Él me miró sonriendo, acariciaba su cabeza sintiendo sus suaves rizos.

—¿Te gustó? Me preguntó sonriendo.

—No —hize una mueca seria mientras él me miraba triste—. No me gustó. ¡Me encantó, bebé! Le exclamé feliz.

—Sabía que te gustaría, nena —rio—. Te amo.

—Yo más, bebé.

—No, yo más.

—Yo te amo muchísimo más.

—Yo te amo de aquí —pensó— hasta el infinito y más allá. Rio.

—Bien, ganaste. Reí junto con él.

Pronto mi bebé se quedó dormido en mi pecho, había dado todo lo que pudo, su respirar aún se encontraba agitado.

—Descansa bebé. Dije acariciando su cabeza con ternura.

—Mmm... Se acomodó mejor en mi pecho y sonrió por última vez para después quedar dormido.
...

(Créditos por la imágen a su autora u-u)