Capitulo 10

1.6K 157 108
                                    

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Madara se mantuvo alejado de la fiesta, dado que no quería incomodar a los invitados, ademas que todos pensaban que él sólo era el encargado de mantenimiento del rancho.
Aunque Mikoto y Fugaku trataron de persuadirlo para que estuviera entre los pocos invitados, él no aceptó y menos sabiendo que la chica Hyuga estaba entre ellos, después de todo, la mayoría de los presentes se pusieron en su contra y no los culpaba, habiendo hecho semejante barbaridad en contra de la chiquilla.

Ese día no podía trabajar y optó por irse a los alrededores de su propiedad, a fin de cuentas, la fiesta era enfrente del rancho y nadie se aventuraba a pasear por los lugares tras la mansión, que era donde se hallaban las cocheras con los autos, las caballerizas, corrales, terrenos de siembra y finalmente el lago natural. Luego de componer algunos tramos de alambres oxidados, terminó bañado en sudor. Entonces se desvistió quedando en ropa de baño, para sumergirse en el lago, aunque su deseo era entrar desnudó como de costumbre, decidió no hacerlo, dado que si sus familiares lo veían, tendría que aguantar una reprendida por exhibicionista y algunos insultos extras.

Desde el lugar donde pasó la mayor parte del día, no se alcanzaba a mirar nada hacia la alberca, lo único que se escuchaba, era la música a lo lejos cuando corrió el aire en su dirección.

Estaba por llegar al agua y su vista se centró en la menuda figura de la chica rodeada por los niños... Ahí estaba de nuevo la chiquilla Hyuga volviéndole a sorprender. Se ocultó para no ser visto, mientras ella paseaba con la expresión de asombro y de incredulidad, observando todos los alrededores. Pero lo más conmovedor, eran los rostros llenos de felicidad, que tenían los niños, en especial los dos varones.

No estaba muy cerca y por ende, no alcanzo a escuchar lo que los niños le dijeron, cuando llegaron al lago, sin embargo, si miró la expresión de fascinación que mantuvo la joven, para luego asentir y comenzar a desvestirse.

La boca del Uchiha se seco al ver la escultural y perfecta figura de esa mujer. Él no estaba preparado para algo como eso y como polilla atraída por la luz, se dirigió hacia ella. De todas formas, tenía que disculparse y no encontraba la manera de hacerlo, así que aprovecharía el momento.

Se acercó en silencio, mientras los niños ya se encontraban dentro del agua y la joven estaba por entrar también. En eso, Kenji lo llamó atrayendo la atención de todos incluyéndola a ella.

Se golpeó mentalmente por sus acciones, en el mismo momento en que ella se tensó y comenzó a retroceder, seguramente por lo dicho aquella noche. La miró temblorosa tratando sin mucho éxito de levantar el vestido que se había quitado. Estuvo a punto de sostenerla del brazo, con el propósito de impedir que se alejara, no obstante, sabía que eso podía empeorar las cosas, así que no tuvo otro remedio que intentar convencerla de quedarse por medio de sus palabras, que en esta ocasión, trataría fueran las mejores y las más convincentes, tal como lo fueron para ofenderla.

—¡Espera...! No te vayas—la miró dudar por un momento, pero no respondió nada, simplemente se quedó mirándolo. Estar tan cerca de ella viéndola con ese traje, el cual se le pegaba como una segunda piel, lo hubiera puesto duro de mas, de no haber sido por el escrutinio de los niños—Quiero disculparme contigo por mi comportamiento—no retiró sus ojos de encima de ella. Parecía insegura de como reaccionar, como si no le creyera y tampoco podía argumentar, después de lo mal que la ha tratado desde que se conocieron. Él no sabía que más decir, para convencerla, así que hizo su última jugada—Por favor quédate—mantuvo sus orbes en las perlas, intentando no ver el movimiento de subida y bajada proveniente de ese encantador busto, el cual a decir verdad, lo estaba haciendo perder el autocontrol.

Tu mi complemento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora