Capitulo 19

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro. La imagen no me pertenece, la mire y me gusto para el capítulo, pero todos los créditos, son de su creador.


—¡Buenas noches!—saludo Naruto a Hinata, cuando llegó vistiendo un traje a la medida, luciendo realmente apuesto. El rubio invitó a su hermana, a cenar en uno de los restaurantes más elegantes de Konoha, donde también asistirían sus padres. Al parecer desde la boda de Neji, la pareja se había estado viendo y finalmente, le pediría ser su novia. La idea, era ir juntos a cenar, luego, al día siguiente, viajarían con Gaara y Karin, a la cuidad cercana, donde había un gran parque de diversiones. Los cuatro regresarían el Domingo por la tarde.

—Buenas noches Naruto... pasa por favor, le avisaré a Hanabi, que ya estás aquí—el varón entró y se sentó en la sala, donde también se hallaba Daimon. Estaba nervioso por el resultado de la cena, quería pensar positivo, pero los nervios no se lo permitían. Su madre lo animó, asegurando que ninguna mujer en su sano juicio, se negaría a ser su novia, si se lo pedía de manera tan romántica. También le aseguraron, que la chica lo veía de la misma forma, que la veía él.

—¿Tu que crees Daimon? ¿Crees que me acepté?—el perro lo miró fijamente y ladeó la cabeza, confirmando que lo escuchaba. Con esa reacción, por parte del animal, el rubio comenzó a reír, disipando un poco el estrés—Eres de gran ayuda campeón—le dijo mientras lo acariciaba.

—Lamentó la demora, pero ya estoy aquí—la boca de Naruto se secó, cuando levantó el rostro y miró a Hanabi. Ella se veía hermosa.

—Y bien... ¿que te parece?—le pregunto Ino, quien fue la responsable del arreglo. Aunque lo pregunto, solo por molestar, ya que la reacción de Naruto, lo decía todo.

—Se ve preciosa—Hanabi se sonrojó por el cumplido, como también por el aspecto de Naruto y apretó mas, la mochila que llevaba con sus pertenencias para el fin de semana.

—Como se hará muy tarde, Karin, me pidió quedarme a dormir en su casa—la ojiperla ya lo sabia, la misma Karin se lo dijo—Así que no tienen que preocuparse por mí—les dijo a ambas chicas, aunque la intención, era darle espacio a Hinata, para que tuviera la oportunidad de irse a casa del Uchiha. Ino por su parte, preferiría quedarse en la casa, ya que Shisui, estaba muy cómodo en su habitación. Era mucho más común verlos en la residencia Hyuga, que verlos en la casa del azabache. Según ellos, se debía a que no querían dejar solo a Daimon.

—Esta bien, sólo ten cuidado y pórtate bien—le advirtió Hinata, sabiendo que el carácter de su hermana, era muy diferente al suyo y los padres de Naruto estarían presentes durante la cena.

—No te preocupes tanto por mí, aunque a veces, no lo parezca, se como comportarme con los adultos—le dijo la castaña a su hermana mayor, antes de marcharse—Hasta luego a las dos y gracias por todo—la pareja finalmente se marchó, con un Naruto amenazado por Ino, de cuidar bien a la Hyuga menor, o estaría en serios aprietos.

—Se ven lindos juntos ¿no crees?—cuestiono Ino, cuando la ojiperla, permaneció parada en la entrada, mirando el camino por donde desapareció el auto de Naruto.

—Si, estoy contenta, es sólo que... creo que creció demasiado rápido—hablaba con nostalgia.

—¡Vamos Hina! No hables así, pareciera que eres su madre y no sólo eso, sino que una de mucha edad—la ojiperla reaccionó y le dio un ligero empujón a su mejor amiga, al mismo tiempo que las dos estallaron en carcajadas. La Yamanaka, tenía el don, de disipar los momentos melancólicos, para hacerlos más llevaderos.

[...]

Madara abrazaba el cuerpo desnudó de Hinata. Ella se había quedado dormida, totalmente exhausta, después de la larga noche que compartieron. Entre mas tiempo pasaba con Hinata, mas la necesitaba. La sensación de tenerla así, dormida entre sus brazos, sin preocuparse de nada, era lo que algunos pueden identificar cómo encontrar la felicidad.

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