The taste of loveºKVºADAPTACION

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Taehyung parpadeó repetidas veces ante el plato de algo que tenía delante. No podía distinguir si era el plato de calamares que había pedido o un pijo marisco de alta cocina. Era el día anterior al juicio y Jungkook había decidido llevar a su maravillosamente embarazado esposo a cenar fuera. Se había hecho la promesa mental de que, después de terminar con todo aquello, se llevaría a Taehyung un mes de vacaciones antes de empezar las sesiones de fotos para la línea de bebés.

—Jungkook —siseó y su marido lo miró—, ¿qué es esto? ¿Y si me mata?

—No lo hará.

—¿Y si lo hace?

—Taehyung. —Jungkook miró el pringue burbujeante del plato de Taehyung y meneó la cabeza—. Si te mata, me aseguraré de demandar a esta gente y sacar mucho dinero de la causa.

Taehyung se limitó a resoplar mientras le daba un mordisco a la retorcida cola de un calamar. Cerró los ojos y se preparó para lo peor... ¡le encantaba! Jungkook se rio disimuladamente desde su asiento, sabía que le iba a encantar, demonios, era su favorito.

—¿Amour? —murmuró embobado. Taehyung alzó la mirada hacia él.

—¿Mmm?

—¿Te gusta?

—¡Me encanta!

-x-

—¿Qué pasó con Sung Oh? —Jimin estaba sentado en el salón de Jungkook, con varios documentos esparcidos delante de él. Ai estaba dormida en el sofá mientras que Yoongi sorbía té de una enorme taza. Namjoon y Jin estaban sentados enfrente de Jimin, con Hikari sentada en el regazo de Namjoon.

—Buena pregunta —Jin frunció el ceño—, la última vez que lo vi fue en la boda... ¿como hace mes y medio?

—¿A dónde se fue? —preguntó Yoongi en voz baja. Namjoon se encogió de hombros, obviamente no muy interesado en el tema de Sung Oh y su paradero.

—Lo único que me importa es que no ha molestado a Taehyung o a Jungkook desde hace bastante tiempo... —afirmó Namjoon—. Mientras se mantenga al margen y el juicio vaya como la seda, estaremos servidos para los siguientes cuatro a siete años. Dejemos que el mocoso Jeon crezca con los nuestros y... sí. —Namjoon se interrumpió al recibir miradas incómodas de sus amigos. Se sonrojó de la vergüenza.

—¡¿Qué?! ¿Un hombre no puede tener sueños?

—Puede, —asintió Yoongi—, pero no si son sueños raros sobre Jeon y su pareja.

—Pero, aun así... —murmuró Jimin—. El simple hecho de que no hayamos visto ni tenido noticias de Sung Oh cuando iba en serio con Jungkook es... raro. Un día estaba saliendo con Yu y al día siguiente se casa con Kim, lo deja embarazado y se compromete, y el exnovio no hace más que... ¿desaparecer?

Jin asintió.

—Parece sospechoso.

—Mientras no esté aquí ni nos moleste —Namjoon se encogió de hombros—, ¿quién soy yo para quejarme?

Yoongi frunció el ceño, entendiendo la lógica de su esposo. Sung Oh había estado saliendo un tiempo con Jungkook cuando, de repente, un día lo estaba abrazando y a la mañana siguiente estaba casado con Taehyung y con un hijo en camino, y Sung Oh simplemente desaparece. Algo de todo eso no cuadraba, al menos no para los Min. Jimin parecía preocupado por todo eso y el que su mejor amigo estuviera embarazado de cuatro meses no ayudaba a aliviar su estrés.

—Taehyung tiene un embarazo bastante avanzado —murmuró—. Está en su segundo trimestre y no quiero que se preocupe... y no quiero que ninguno de ustedes saque el tema de Sung Oh, ¿entendido?