Al escuchar esas simples palabras, pude sentir como todo dentro de mi se retorcía.
Era algo nuevo, jamás había sentido semejante cosa.
Mi corazón latió fuerte y aceleró su ritmo, por un segundo se me cortó la respiración y mis piernas habían temblado.
Me sentía como una especie de hielo a punto de derretirse por falta de frío. O al contrario, una bomba a punto de estallar.
Si no fuese porque estaba en shock, tal vez habría arruinado el momento. Agradecí internamente no haber dicho una estupidez.
Al no tener palabras, solo me acerqué y besé su mejilla. Sus labios se elevaron hacia arriba mostrando una hermosa sonrisa llena de visible felicidad.
Cerré la puerta nuevamente con llave y lo abracé por la espalda.
- Estoy algo cansada -besé su cuello dulcemente y luego tomé su mano- Vamos a dormir?
- Vamos.
Fui caminando con él detrás, en ningún momento solté su mano. Al llegar al piso de arriba, donde claramente se encuentran las habitaciones, me alzó y me llevó el resto del camino.
Yo reí y él me dio un lindo beso en la punta de la nariz.
Al llegar al cuarto, simplemente me acostó muy delicadamente para luego, mirarme por unos largos segundos.
- Qué pasa? -pregunté despacio-
- Shh -me calló- Déjame observarte.
Me miró a los ojos y yo no sabia que pasaba. Su rostro de repente era neutro y no tenia la oportunidad de decifrar lo que pensaba.
- Siento que podría estar horas...Viendo esos hermosos ojos -suspiró- A veces sólo sonrío con la idea de tener una vida a tu lado, sabes? Sé que es una maldita locura -rió- Pero no puedo evitar el deseo que tengo de poder mirarte a los ojos toda mi vida... De tener la remota chance de estar contigo y tu conmigo, juntos.
Él aún estaba a un lado de la cama y yo estaba acostada.
Intenté decir algo pero no lo logré, no tenia palabras.
El se arrodilló a mi lado y limpió unas cuantas lágrimas que hasta ese momento no sabia que existían.
- No tengo palabras -logré decir- No...No sé que decir. Yo... -besó mi frente-
- No digas nada. Vamos a dormir, ya es tarde.
Mientras James se sacaba las zapatillas y el pantalón, quedando así solo en bóxer y remera, yo me tapé con las sábanas.
Yo no tenía una cama de dos plazas, era un colchón chico para una sola persona. Sin embargo, James se acostó a mi lado y yo me movi para dejarle espacio. Rodeó mi hombro con su brazo y yo apoyé mi cabeza en su pecho. Estábamos muy juntos, ambos muy acurrucados. Pero estábamos cómodos.
- Enserio te quiero, James -dije apenas audible, casi en un susurro-
- Y yo a a ti, preciosa -con su mano libre acariciaba mi brazo, apenas me rozaba, era relajante y me encantaba - Buenas noches.
- Buenas noches, amor.
A los pocos minutos, me dormi escuchando el calmado corazón de James. Sentía tranquilidad y por alguna razón, también seguridad.
(...)
Estaba en un bosque, era de noche y no podía ver nada. Temía que alguien o algo apareciera y me lastimara, pero fue como si mi cuerpo tuviera vida propia y empecé a caminar.
De vez en cuando me tropezaba con algunas rocas o pequeñas ramas de árboles que sobresalían por la tierra de tanto crecimiento.
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Indefinite
Teen FictionEl amor le pregunto al odio: Por que me odias tanto? El odio le contesto: Porque alguna vez te ame demasiado.