24-《Crack》

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Al escuchar esas simples palabras, pude sentir como todo dentro de mi se retorcía.

Era algo nuevo, jamás había sentido semejante cosa.

Mi corazón latió fuerte y aceleró su ritmo, por un segundo se me cortó la respiración y mis piernas habían temblado.

Me sentía como una especie de hielo a punto de derretirse por falta de frío. O al contrario, una bomba a punto de estallar.

Si no fuese porque estaba en shock, tal vez habría arruinado el momento. Agradecí internamente no haber dicho una estupidez.

Al no tener palabras, solo me acerqué y besé su mejilla. Sus labios se elevaron hacia arriba mostrando una hermosa sonrisa llena de visible felicidad.

Cerré la puerta nuevamente con llave y lo abracé por la espalda.

- Estoy algo cansada -besé su cuello dulcemente y luego tomé su mano- Vamos a dormir?

- Vamos.

Fui caminando con él detrás, en ningún momento solté su mano. Al llegar al piso de arriba, donde claramente se encuentran las habitaciones, me alzó y me llevó el resto del camino.

Yo reí y él me dio un lindo beso en la punta de la nariz.

Al llegar al cuarto, simplemente me acostó muy delicadamente para luego, mirarme por unos largos segundos.

- Qué pasa? -pregunté despacio-

- Shh -me calló- Déjame observarte.

Me miró a los ojos y yo no sabia que pasaba. Su rostro de repente era neutro y no tenia la oportunidad de decifrar lo que pensaba.

- Siento que podría estar horas...Viendo esos hermosos ojos -suspiró- A veces sólo sonrío con la idea de tener una vida a tu lado, sabes? Sé que es una maldita locura -rió- Pero no puedo evitar el deseo que tengo de poder mirarte a los ojos toda mi vida... De tener la remota chance de estar contigo y tu conmigo, juntos.

Él aún estaba a un lado de la cama y yo estaba acostada.

Intenté decir algo pero no lo logré, no tenia palabras.

El se arrodilló a mi lado y limpió unas cuantas lágrimas que hasta ese momento no sabia que existían.

- No tengo palabras -logré decir- No...No sé que decir. Yo... -besó mi frente-

- No digas nada. Vamos a dormir, ya es tarde.

Mientras James se sacaba las zapatillas y el pantalón, quedando así solo en bóxer y remera, yo me tapé con las sábanas.

Yo no tenía una cama de dos plazas, era un colchón chico para una sola persona. Sin embargo, James se acostó a mi lado y yo me movi para dejarle espacio. Rodeó mi hombro con su brazo y yo apoyé mi cabeza en su pecho. Estábamos muy juntos, ambos muy acurrucados. Pero estábamos cómodos.

- Enserio te quiero, James -dije apenas audible, casi en un susurro-

- Y yo a a ti, preciosa -con su mano libre acariciaba mi brazo, apenas me rozaba, era relajante y me encantaba - Buenas noches.

- Buenas noches, amor.

A los pocos minutos, me dormi escuchando el calmado corazón de James. Sentía tranquilidad y por alguna razón, también seguridad.

(...)

Estaba en un bosque, era de noche y no podía ver nada. Temía que alguien o algo apareciera y me lastimara, pero fue como si mi cuerpo tuviera vida propia y empecé a caminar.
De vez en cuando me tropezaba con algunas rocas o pequeñas ramas de árboles que sobresalían por la tierra de tanto crecimiento.

IndefiniteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora