―Messieurs passagers, bienvenue à Paris.
____ soltó un grito cargado de emoción y Taemin la abrazó, feliz de ver como con una sola llamada telefónica todo había dado un vuelco de trescientos sesenta grados. Todo volvía a estar bien. Incluso mejor. Le besó la coronilla mientras bajaban del avión y segundos después ambos entraban en las instalaciones del aeropuerto Roissy de París.
______ no dejaba de mirar a todas partes, tratando de entender alguno de los anuncios que había por las paredes, observando con curiosidad el acento que tenían muchas de las personas que pasaban por su lado. Estaba fascinada y ni siquiera había visto nada. Taemin la miró y sonrió. Parecía una niña pequeña; tan emocionada, tan sorprendida, tan feliz... Así es como deseaba verla él a partir de ese momento y para siempre. Aún no podía creer que en unos meses fuera a ser padre.
―¡Taemin, mira!―Gritó ____ señalando a lo lejos.
Él ni siquiera se había percatado de que ya estaban en el exterior y de que la hermosa ciudad de Paris crecía ante ellos. Era asombrosa verla en imágenes y en videos pero realmente era mucho más que eso. No había palabras para describir el lugar donde Taemin y ____ se encontraban, dispuestos a pasar unas agradables semanas, ellos dos solos, sin nadie más que pudiera interponerse en su camino. Cero preocupaciones, cero molestias. Solo felicidad y amor.
―¡Es la torre Eiffel, Taemin! ¡¿La ves?! Oh, Dios mío... ¡No puedo creerlo! ―Se dio la vuelta y miró a Taemin con los ojos brillando como el sol en una tarde de verano. Luego saltó sobre él y lo abrazó con fuerza―No puedo creer que estemos aquí.
El castaño rió, alegre.
―¿Contenta?―Le preguntó, cruzando los brazos bajo su trasero para sujetarla. ___ se separó levemente y volvió a posar sus ojos sobre los de él.
―No tengo palabras para expresarte como me siento ahora mismo. Gracias―Y ambos se regalaron una sonrisa mutua. Taemin se disponía a hablar de nuevo pero ____ le robó un adormecedor y perfecto beso tal y como fueron los primeros que se regalaron cuando empezaron a salir años atrás.
_____ le había robado un beso, y una vez más, el corazón.
*
―Habitación 382―El joven les entregó la llave con amabilidad y Taemin la recibió cortésmente.
―Gracias―Contestó el, guardándosela en el bolsillo de la chaqueta. _____ se encontraba detrás de él, abrazándolo por la cintura y sacando la cabeza por un lado.
―No hay de qué―Contestó el chico―Tienen servicio de habitaciones a partir de las nueve de la mañana y tienen un teléfono en la habitación desde el que pueden contactar con nosotros para cualquier cosa, lo que sea, desde comida, bebidas, películas... Hasta preservativos y objetos eróticos.
―Oh―Taemin se quedó estupefacto, luego escuchó a ____ reprimir una serie de carcajadas tras él.
―Gracias por la información―Habló ella―Llamaremos si necesitamos alguna cosa―Y empezó a empujar a Taemin hacia las escaleras del lujoso hotel.
―Bien. Pues nada más. Espero que pasen una agradable estancia. ¡Disfruten mucho!
―¡Lo haremos!―Contestaron al unísono, seguidamente soltaron una carcajada.
Durante el trayecto hasta la habitación hubo besos, abrazos, caricias y risas. En cuanto entraron a la suite dejaron las maletas a un lado y Taemin se echó de espaldas a la cama, cogiendo a ____ por la cintura para que cayese sobre él.
―Te quiero―Le susurró justo antes de besarla.
―Yo más―Lo provocó ___ mirándole los labios. Le dio un beso.
―No. Yo más―Y esta vez la besó durante unos eternos segundos que supieron a gloria. No había mejores momentos que aquellos, en los que ella podía estar contra él, pegada a cada centímetro de su cuerpo y sintiendo sus sabrosos labios pasando por su boca.
―No―Se opuso ella, separándose con gracia.
―Sí―Y volvió a apretarla contra él agarrándola por la cintura y a besarla hasta desgastarle los labios para que no pudiese hablar más.
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(Taemin y Tú) Promesas Rotas - Terminada
FanfictionNuestra historia fue muy bonita. ...Pero solo mientras duró. Tras más de seis meses de intensa relación me vi forzada a dejar a Taemin. El trabajo de mis padres los obligaba a mudarse a Los Ángeles, a la otra punta del mundo. Siempre el trabajo… Y y...