Capítulo VIII

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[Ella narra]
-Cuánto falta para llegar a la morgue?- les pregunto a ambos, ya un poco aburrida del viaje.

-Si sigue este tráfico y nos encontramos con todos los semáforos en rojo, para así colocarnos en el peor de los casos, serían exactamente 15 minutos con 40 segundos, estamos a unas 3 cuadras.- dice el dr. Reid.

-Espera, acaso dijo 3 cuadras?- le pregunto a Morgan.

-Sí preciosa, de hecho, desde acá se puede ver un poco del edificio.

-Ok, entonces nos vemos allá- me saco el cinturón y abro la puerta.

-Espera, qué?! No no no- grita Morgan y sigue diciendo cosas, pero ya estoy bajando, así que cierro la puerta y me dedico a caminar hacia el lugar.

De verdad es muy cerca, no puedo quedarme esos 15 minutos sentada, mientras puedo llegar antes caminando, los observo desde la acera y Morgan tenía rostro de enojado-divertido y el Doctor sólo miraba extrañado, les hice una señal de adiós con la mano y les lancé un beso, entre risas sigo mi camino a paso firme y rápido. Tuve la fortuna de toparme con los semáforos en verde para cruzar. Cuando ya estoy llegando al frontis del edificio, miré hacia la calle por si se veían mis compañeros, pero aún estaban parados una cuadra y media atrás. Por lo que ingreso al lugar y me encuentro con un joven en la recepción.

-Buenos días, en qué le puedo ayudar?- dice casi sin mirarme.

-Buenos días, agente Wilson del FBI- enseño mi placa- vengo a investigar unos cuerpos- ahora sí me mira por fin.

-Ah! Se supone que serían más agentes- dice dudando de mi.

-Así es, los otros dos agentes vienen casi llegando al lugar, puede decir a dónde me tengo que dirigir por favor- trato de decir lo más gentil posible, la verdad es que ni si quiera volteó a ver la placa cuando la mostré, por lo que sus dudas con respecto a mi identidad son totalmente por culpa suya.

- Sí agente, allí en ese pasillo a la izquierda, se encontrará con el ascensor, tiene que presionar al piso -2 y llegará a las puertas de la morgue- perfecto, por fin una buena respuesta.

-Gracias- me dirijo rápidamente al lugar que indicó.

Entro al ascensor y presiono el piso al que voy. Las puertas se están cerrando, cuando se escucha:

-Que no se cierre por favor!- era un hombre. Presioné el botón para que las puertas se abrieran nuevamente y aquel hombre subió, cansado como si viniese corriendo una maratón.- Muchísimas gracias, tengo que llegar lo antes posible- dice entre respiraciones.

-No hay de qué, a qué piso vas?-

-Voy a la morgue, el -2 por favor-

-Súper, ya está marcado, también me dirijo para allá, eres el forense?-

-Más o menos, soy el aprendiz del forense que hay, él me llamó urgente en mi único día libre y verás que como aprendiz uno tiene que hacer todo lo que le dicen para así terminar con buenas recomendaciones- dice conformándose con la situación.

-Créeme, también lo viví. Pero te recomiendo que si bien tienes que hacer todo el trabajo que te digan, no dejes que pasen a llevar tus derechos como trabajador y doctor. Tú ya eres profesional, no eres un estudiante. No pueden pasar a llevar algo tan importante como un día libre, más en esta profesión que exige mucho mental y físicamente. Necesitas descansar.- me mira y sonríe.

-Thomas Lee, el forense que trabaja 24/7- dice- un gusto- me estrecha su mano.

-Chloe Wilson, agente del FBI y supongo, la razón de por qué estás aquí ahora- mira sorprendido.

Dos vidas, dos genios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora