Siete

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Estando demasiado nerviosa, me preparé y salí de mi casa rumbo al local donde habíamos quedado con el trapero.

Entré y ocupe una mesa para dos en un costado atrás del todo, con una ventana a mi izquierda y un cuadro de rosas colgado en la pared a mis espaldas.

Eran las 7:55 y Mauro no estaba presente por ningún lado, a menos que estuviera en los baños de hombres a los cuales me negaba a entrar.

Tampoco estaba tan desesperada por verlo, o bueno en realidad si, pero no iba a humillarme si entraba y había alguien usándolo. No quería hacer ningún papelón ni ver las partes íntimas de ninguna persona. No era buena idea.

Mientras lo esperaba, sentada comiendo un poco de pan que habían traído a la mesa, escucho el sonido mi celular.

Se trataba de un mensaje de Instagram por parte de Duki avisando que estaba en camino y que tratara de no hacer mucho escándalo cuando lo viera.

A pesar que él venía seguido a comer a "I'll Balo De Mattone" y era conocido en el lugar, hoy no quería que mucha gente se acercara a saludarlo.

Después de esperar unos minutos más ahí sola en esa mesa, su figura aparece finalmente a unos metros lejos mío.

Su pelo rubio se podía distinguir abajo de un gorrito de lana color naranja fluo. Además, unos lentes de sol negros escondían sus ojos y parte de las alas de ángel y de vampiro que tiene tatuadas en su cara.

Que hermoso. Como siempre.

- Hola, un gusto querida Cielo - me dijo mientras se acercaba a la mesa

Mi corazón empezó a latir más rápido de lo que era normal para una persona a promedio.

Parecia que me iba a agarrar un ataque.

Mis pulsaciones iban en aumento.

Quería llorar de la emoción.

Mi ídolo estaba hablando comigo y ya no era por mensaje.

Al fin lo tenía frente a frente, de una vez por todas después de tantos años siguiéndolo.

- Mauro Lombardo - le respondí tratando de controlar la tartamudez en mi voz - No lo puedo creer que te estoy viendo después de tanto tiempo que lo esperé

Me levanté de la silla y sin pensar abracé directamente su cuerpo. Para mi sorpresa él hizo lo mismo conmigo.

Me enojé conmigo misma por ser tan débil ante él. ¿No era que ibas a pegarle una cachetada? me reprochó mi mente.

Y bueno, cosas que pasan. En ese momento todo lo que tenía preparado para decirle se borró. Solo necesitaba tenerlo conmigo.

- Igual sos un idiota ehh - expresé en su pecho aún con sus brazos sobre mí

Duki me alejo de él unos centímetros y ya me esperaba la puteada de mi vida por su parte, pero al contrario, me sonrió.

Rompió el abrazo en el que estabamos inmersos y se alejó para tomar asiento en la mesa.

- Tengo una reunión hoy con los pibes en un rato así que no tengo mucho tiempo - dijo cuando se sacó los lentes para ver ma carta - Si te parece podemos empezar a charlar y conocernos, ¿no?

- Por mi encantada - le contesté

Fingía estar tranquila y confiada por fuera, pero por dentro era  un manojo de nervios.

Deséenme suerte.

Iara | DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora