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ARISTOTELES

Un nuevo día iniciaba, el reloj indicaba las 06:00am, igual que todos los días encendí la televisión dejando algún noticiero, tome mi celular y revise las notificaciones que tenia, solo eran un par de mensajes de mi hermano quejándose de que mamá lo obliga a ir a la escuela, esta en los últimos meses de su carrera y eso lo ha hecho bastante flojo, estaba respondiendole cuando entró a la habitación una de las señoras de servicio.

Teresa: Buenos días Ari
Aristoteles: Buen día Tere, ¿Podrías traer mi desayuno por favor?
Teresa: No, venia a buscarlo, el señor López  quiere que desayunen juntos
Aristoteles: Ahora si tiene tiempo... Ya voy Tere
Teresa: Con permiso (se va)

Creo que no hay forma sencilla de explicar todo esto así que vamos por el inicio.

Soy Aristoteles Corcega Castañeda tengo 34 años, estoy casado con Cuauhtémoc López Torres, el presidente de México, nos conocimos 20 años atras cuando el llego a vivir al edificio de mi familia, por el descubrí que soy gay, nos hicimos novios y tres años después llegamos a la ciudad de México para estudiar, mi esposo eligió la carrera de ciencias políticas y yo comunicación, también en ese tiempo nos comprometimos y hace 10 años nos casamos.

Nuestra relación se ha desgastado estos años, ya no somos los adolescentes soñadores de antes, ya no hay tiempo para citas, momentos románticos o simplemente pasar tiempo juntos, desde que mi esposo obtuvo la presidencia del país hace unos meses ya ni siquiera lo veo más que en eventos donde debemos ir juntos, dormimos en habitaciones separadas y en general nuestra relación esta muriendo aunque debemos aparentar que todo esta perfecto entre nosotros.

Un dato más sobre mi es que tengo una sección en una revista reconocida en el país así que para olvidar un poco mi fallido matrimonio paso el tiempo concentrado en mi trabajo.

Baje al comedor y encontré a Temo leyendo el periódico, inexpresivo igual que siempre y su plato casi vacío lo que significa serán escasos minutos los que podre estar cerca de el... En verdad extraño tanto lo que eramos, no se en que momento esta se volvió nuestra realidad...

Cuauhtémoc: Hasta que el señor se digna a venir
Aristoteles: ¿Ahora si tienes tiempo para mi?
Cuauhtémoc: No, no tengo tiempo y lo sabes
Aristoteles: Entonces ya vete
Cuauhtémoc: El fin de semana me voy a Sonora
Aristoteles: Diviertete
Cuauhtémoc: Sabes que no voy a jugar, es trabajo
Aristoteles: Si no te divierte tu trabajo y no lo disfrutas que lastima me das porque ya ni con tu política te ves feliz
Cuauhtémoc: ¡Contigo no se puede hablar de nada!
Aristoteles: ¡A mi no me gritas! Si te tengo que soportar cinco años mas me vas a tratar bien y mejor ya vete de aquí
Cuauhtémoc: (acomodando su traje) Tu madre y hermano llegan el viernes, esa noticia quería darte pero con tu pinche actitud no se puede, espero que cuando ella este aquí no te portes así, acuerdate que nadie debe saber todo esto así que espero que sonrías aunque sea fingido, cuando me valla el viernes en la mañana cambia tus cosas esenciales a mi cuarto porque el tuyo se quedara cerrado, mientras tu familia este aquí te quedaras conmigo
Aristoteles: Que considerado señor presidente, ¿Alguna orden mas?, ah espera, ¿Me pondrás una cobija en el sillón?
Cuauhtémoc: Sabes que te duermes conmigo
Aristoteles: Señor presidente, ¿Necesitare solicitar un permiso con su asistente para poder moverme en la noche?, ¿Debe incluir el permiso de abrazos?
Cuauhtémoc: Ya callate
Aristoteles: No, me diste indicaciones igual que a cualquiera de tus empleados, además hasta para tomar tu mano en público prácticamente ya necesito un permiso y dejame recordarte que si estoy aquí es porque a ti te conviene y si no quieres una demanda de divorcio, quieres seguir siendo un presidente casado y quieres que siga tu farsa tratame bien y mínimo finge ser mi esposo
Cuauhtémoc: Ya me voy, se me hace tarde
Aristoteles: Nadie te necesita aquí para que te quedes mas tiempo
Cuauhtémoc: Te veo en la noche
Aristoteles: ¿Ahora si nos veremos o agendo una cita para poder verte antes de dormir?

Temo se fue y de nuevo el silencio gobernó en la casa, en realidad odio estar tan solo aquí pero esto es mejor a tenerlo en casa y estar discutiendo hasta con la mirada... ¿Que nos paso tahi?...

Mire el tatuaje en mi antebrazo recordando lo significativo que fue para nosotros, mi mirada viajó a mi muñeca en donde la palabra "tahi" puede leerse, ese me lo hice en nuestro quinto aniversario y el mismo día el se tatuó mis iniciales en el mismo lugar, yo soy feliz presumiendo esos tatuajes pero el con sus camisas cubre la llave y su reloj siempre lo usa en el lugar en que esta el segundo tatuaje logrando esconderlos...

¿En que momento se nos acabo el amor?, ¿Cuando los "te amo" se volvieron palabras hirientes?, ¿Cuando nuestras conversaciones de volvieron solo peleas?, ¿Como pasamos de dormir abrazados a estar en habitaciones diferentes separadas por un largo corredor?, ¿Cuando se acabaron las comidas en pareja?, ¿Porque ahora tu rostro es tan inexpresivo?, ¿Donde quedaron todas nuestras promesas?...

Sin poder evitarlo mi rostro de nuevo estaba mojado y amargas lágrimas caían de mis ojos, lo extraño tanto, lo necesito tanto y duele que ahora cualquier contacto físico esta casi prohibido entre nosotros, olvide cuando fue la ultima vez que me abrazó sinceramente, la ultima vez que pude tomar su mano y vi su sonrisa con esa simple acción, olvide cuando fue que probé sus labios por ultima vez...

Daría cualquier cosa por tener al Temo de antes, a ese hombre que me hacia feliz y con el que tenia la relación mas linda... Te extraño tanto mi Temo, mi tahi...

Corazón Confundido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora