XI

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ARISTOTELES

Las cosas no van bien, lloro todos los días, no he salido de mi habitación, no quiero verlo, no quiero ver a nadie en esta casa, me duele su engaño, yo no se que hice mal, lo ame, lo apoye, hice de todo por el y así me paga...

Por ahora ya no quiero pensar en eso, me levanté, me arregle, tome mi tableta y salí de la casa, todos me hablaban pero los ignore, subí a mi auto y me fui a la cafetería, pedí lo mismo de siempre, me senté en el mismo lugar y comencé a trabajar, necesito distraer mi mente por unas horas y mi trabajo es perfecto para esto.

Termine de escribir y me quede mirando la ciudad mientras terminaba mi café, todo iba bien hasta que mi cabeza hizo una mala jugada y repitió la escena de aquel viernes... Mi corazón dolía tanto, me sentía tan solo, por más que lo intente no pude evitar el llorar, estaba muriendo por dentro, quería desaparecer, quería escapar de todo...

Tania: No llores amigo (lo abraza)
Aristoteles: Hola nena (sonríe)
Tania: (toma una servilleta y se sube a una silla) No llores amigo (limpia sus lágrimas y lo abraza)
Aristoteles: (la abraza) Ya no lo haré
Tania: ¿Tu mamá te regañó?
Aristoteles: No
Tania: ¿Fue tu papá?
Aristoteles: No, mi papá ya se murió...
Tania: ¿Lo extrañas?
Aristoteles: Si, mucho...
Tania: (Lo abraza) Yo te presto a mi papá
Aristoteles: Gracias
Tania: ¿Jugamos?
Aristoteles: Si
Tania: Voy por mi oso

Fui con ella para ayudarla con sus juguetes y volvimos a donde estaba, jugamos un rato, me contaba cualquier cosa que pasara por su cabecita, le compre una malteada y galletas que comimos mientras veíamos los backjardigans en mi tableta, al menos por unas horas esa pequeña logro que olvidara lo ocurrido hace unos días.

Carlota: Parece que cada jueves te encontrare aquí
Tania: Hola mamá
Aristoteles: ¿Quieres galletas?
Carlota: No, gracias por entretenerla
Aristoteles: (sonríe) No es nada, me gustan los niños
Carlota: Serias buen padre
Aristoteles: Supongo que si, ¿Quieren ir caminar un poco?
Carlota: Claro.

Pague lo consumido y fuimos en mi auto a un parque, no quería volver pronto a la casa, quería distraerme y una platica con Carlota no me viene nada mal, después de todo en este corto tiempo que llevamos de conocernos puedo considerarla mi amiga. Mientras Tania jugaba Carlota y yo nos quedamos en una banca para que pudiera vigilar a su hija y platicaramos sin problema alguno.

Carlota: ¿Como has estado?, te ves un poco decaído
Aristoteles: Se supone no debo hablar esto con nadie pero tu eres mi amiga
Carlota: Puedes confiar en mi, cualquier cosa que digas solo queda entre nosotros
Aristoteles: Como te había contado mi relación con mi esposo no es la mejor, aunque si soy sincero ni siquiera parecemos una pareja, el ha estado muy concentrado en su trabajo y en verdad estoy totalmente orgulloso de que cumpliera sus sueños, que lograra llegar a donde esta, pero se empezó a volver adicto al trabajo y cambio mucho, llegamos al punto de no poder estar en la misma habitación, las peleas eran muy constantes, cuando ganó la presidencia nos cambiamos de casa y donde vivimos ahora dormimos en habitaciones diferentes, no hay una sola comida que compartamos solos y cuando sucede es porque debe darme algún aviso...
Carlota: Eso debe ser difícil, ¿Has intentado alguna cita?, por ejemplo, puedes revisar su agenda, un día que tenga libre no le dices nada solo te lo llevas, pueden ir a un restaurante, un lugar con bosque, algún spa o si tus intenciones son otras hasta un hotel podría ayudarles, solo algo que los saque de la rutina
Aristoteles: Ahí otro problema... Ya nada de lo que haga funcionará, tiene a alguien más... (Comienza a llorar) Yo intente cambiar, trataba de recuperar nuestra relación que yo creí estaba muriendo por su trabajo pero no, lo vi, esta con otro, lo conozco muy bien, lo vi enamorado y lo esta pero ya no de mi, a el lo veía con esos característicos ojos brillosos, sonreía de la forma mas sincera, lo tomaba con tanta delicadeza, lo ama...
Carlota: (lo abraza) Creo que lo mejor en este caso es que lo dejes, tu podrás sanar tu corazón y si el quiere estar con la otra persona que lo haga pero no esta jugando con los dos
Aristoteles: Es que no podemos divorciarnos, los 6 años que este como presidente debemos estar casados
Carlota: Ay perdón que lo diga pero que pendejo, si tienen que estar casados tanto tiempo es estúpido que te engañe ahora, si creía que no te enterarías esta muy mal de la cabeza
Aristoteles: Yo ya no puedo con esto, incluso quisiera morir...
Carlota: (lo interrumpe) Eso no, mira se que puede ser muy difícil para ti, llevan más de la mitad de sus vidas juntos y claramente no lo vas a superar ni olvidar de la noche a la mañana, puede que llores por eso varios días o semanas y es completamente válido necesitas sacar tu dolor de alguna forma pero la muerte no es una solución, si el no pudo valorar y respetar a quien tenia a su lado es problema de el, no te des por vencido, al contrario, levantate, busca actividades que te gusten y hazlas, hazte un cambio de look si eso te hace sentir mejor, vete de viaje, haz lo que quieras pero hazlo por ti, si el no pensó en ti cuando decidió engañarte tu tampoco lo hagas, más importante que el eres tu
Aristoteles: Gracias (la abraza) 

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