XIII

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ARISTOTELES

El día comenzaba, de nuevo no tengo animo para nada pero no quiero estar triste siempre, no quiero más pastillas, no quiero mas de esta realidad, ya no puedo soportarla, en verdad me duele, si pudiera me arrancaría el corazón del pecho porque no puedo más con este dolor pero no quiero rendirme, no quiero que el gane, ya no quiero ser débil...

No mentiré, me costó demasiado pero me levante y salí de mi habitación para desayunar, Temo se va todos los días a las 7, no quería verlo pero yo también vivo aquí y no quiero que vuelva a verme mal así que hice lo que tanto le encanta, fingir, aunque ahora siento que muero por dentro no lo mostraré a el por el simple motivo que el ya no importará, tal como dijo Lota, a el no le importo lo que pudiera sentir con su engaño, ahora el ya no me importara, yo ya no quiero verme mal y el tampoco podrá verme así.

Aristoteles: Buen día Norma, ¿Me puedes servir el desayuno por favor?
Norma: Ay Ari, el súper llega hoy a las 11 y no tengo casi nada para tu dieta
Aristoteles: No importa, comeré lo que tengas, mas tarde hablar con Fran para checar eso
Cuauhtémoc: ¿Quien es el?
Aristoteles: ¿Desde cuando debo dar detalles de a quien le hablo?
Cuauhtémoc: Solo quiero saber
Aristoteles: Es mi entrenador, ¿Algo mas?
Cuauhtémoc: ¿El te puso a dieta?
Aristoteles: Eso a ti te vale, yo no te hago preguntas de nada
Cuauhtémoc: Ya estas con esa actitud otra vez
Aristoteles: ¿Y que esperabas? A mi no me controlas así que deja de fastidiar y ya vete que casi son las 7
Cuauhtémoc: Me iré a las 10
Aristoteles: Entonces si vas a estar aquí no me estés fastidiando, vete a lavar tu carro o haz algo pero evitame la molestia de verte
Cuauhtémoc: Quisiera pero no se podrá no vernos, el viernes nos vamos a Tijuana así que prepara tus...
Aristoteles: (lo interrumpe) Te vas a Tijuana, yo me voy con mi mamá el fin de semana
Cuauhtémoc: No, tu tienes que ir conmigo
Aristoteles: No, llevate a Pedro
Cuauhtémoc: El debe ir, es mi asistente
Aristoteles: Si, asistente y parece más tu esposo que yo, a el lo tratas mejor
Cuauhtémoc: ¿Estas celoso? (Se acerca a el)
Aristoteles: Quisieras
Cuauhtémoc: (lo toma de la cintura) Te veo en mi cuarto ahorita
Aristoteles: No
Cuauhtémoc: No era pregunta
Aristoteles: Lo que yo dije tampoco lo era
Cuauhtémoc: Te veo en mi cuarto
Aristoteles: A mi no me vas a estar usando
Cuauhtémoc: ¿Tan pronto se te olvidó que me rogaste tratarte mejor y que harías lo que yo dijera?
Aristoteles: No se me olvida pero no lo haré, si estas tan urgido y necesitado de sexo vete a buscar a alguien mas, sobra decir que eso seria una gran nota, imagina el encabezado "Presidente infiel...
Cuauhtémoc: (lo interrumpe) Esto parece ser al revés, no hace falta recordarte que ayer te desapareciste todo el día sin decir nada y llegas recién bañado, ¿Quien se tomaría mas como infiel?
Aristoteles: Yo no tengo nada que ocultar soy completamente transparente así que a mi no me pueden involucrar en nada de eso, además en tu búsqueda de satisfacción yo solo quedaría como un mal esposo que no te complace lo cual no es nada lejos de la realidad
Cuauhtémoc: Deja de decir tonterías
Aristoteles: Piensalo, seria excelente para ti, te has mostrado tan perfecto, algo malo debes tener y eso te ayudaría mucho, es mas yo puedo redactar la nota y enviarla anónimamente a alguna revista
Cuauhtémoc: Todo esto es estúpido, creo que ya has visto mucha televisión
Aristoteles: Como sea, vete de mi vista
Teresa: Ari, Francisco esta al teléfono quiere hablar contigo
Cuauhtémoc: Ve, atiende la llamada a tu amante
Aristoteles: Ya quisieras pero yo si respeto este intento de matrimonio (se va)

Atendí la llamada de Fran que solo era para preguntar si estoy bien ya que no estuve entrenando y de la dieta que me dio ya ni hablemos, me cito esta tarde para retomar el entrenamiento y darme otro sermón de la importancia de la dieta para complementar el ejercicio que hago, por si no lo había mencionado además de entrenador es nutriologo así que es un poco estricto.

Por otro lado Temo no tardo nada en tomar sus cosas e irse cuando supuestamente debía trabajar hasta las 10, mentiría si digo que no me dolió verlo marcharse mientras susurraba al teléfono, ¿Que tan estúpido me cree?...

La presión en mi pecho seguía pero esta vez no voy a llorar, aun siento que muero por dentro y se que ese sentimiento no se ira pero no lo mostraré, yo puedo estar bien sin el, no lo necesito para vivir mi estabilidad mental y emocional ya no dependerán de el.

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