III

241 18 2
                                    

ARISTOTELES

Compre el pastel mencionado por Carlota, pague lo consumido y tal como dije las lleve a su casa, realmente el edificio donde viven esta a unas calles de la cafetería, es un lugar bastante sencillo pero parece muy tranquilo, apenas pasaban algunos carros por las calles alrededor, tras varios minutos de lo que pretendía ser una despedida entraron al edificio.

Tome el camino de regreso a mi casa no sin antes hacer una parada para comprar algunas velitas para el pastel y un regalo, cuando tenia todo volví a casa, al llegar acomode las velitas en el pastel y entre, como siempre todo estaba en silencio pero esta vez era algo bueno, tratando de no hacer ruido camine hacia la cocina de donde provenían algunas voces, encendí las velas y entre a la cocina.

Aristoteles: Me dijo un pajarito que de alguien es cumpleaños hoy y eso es un buen motivo para celebrar así que ven y pide un deseo
Norma: No es necesario señor
Aristoteles: Ustedes son mi familia aquí y esto es muy necesario, no podemos dejar pasar un día especial
Norma: (apaga las velas) Gracias por el detalle señor
Aristoteles: Nada de formalidades conmigo (deja el pastel en la mesa) Me prometieron que era el mejor pastel así que comprobaremos si no me mintieron
Teresa: Es usted un ángel
Aristoteles: Esos son ustedes, realmente si no estuvieran aquí este lugar estaría completamente solo, son mi familia
Hernán: Nosotros trabajamos aquí pero es bueno saber que nos considera de esa forma
Aristoteles: Casi lo olvido esto es para ti Norma (le da un regalo)
Norma: Gracias Ari

En verdad a todos los veo mas como familia que como empleados, paso todo el día con ellos y desde que Temo los contrato hace un par de años se han vuelto muy importantes para mi, como mi intento de esposo nunca esta comparto las comidas con ellos, le ayudo a Norma a cocinar o lavar los platos sucios, entre todos limpiamos y en general creamos una relación muy buena entre nosotros.

Mi esposo es muy diferente, el los trata como empleados, solo sabe darles ordenes, si esta enojado o estresado les grita y en general no es un trato muy lindo el que tiene con ellos, bueno, con nadie aquí...

Prepare café para todos y comimos el pastel entre platicas y risas, en verdad sin ellos aquí ya me habría vuelto loco y más porque no puedo ver mucho a mi familia... A quien mas extraño es a mi mamá y mi hermano, aunque hablamos casi diario no es igual a tenerlos cerca, lo bueno es que en dos días llegan a pasar el fin de semana conmigo.

Aristoteles: Creo que no me mintieron en verdad es muy bueno el pastel
Norma: Nunca se me hubiera ocurrido esta mezcla de sabores
Aristoteles: Creo que mas seguido lo comprare y hoy por ser tu cumpleaños yo limpio la cocina
Norma: No Ari, al menos dejame ayudarte si el señor llega se puede enojar
Aristoteles: Si se enoja tendrá que ser conmigo no con ustedes
Teresa: No, no es agradable cuando pelean
Aristoteles: Eso es lo que menos importa no merecen que los trate mal
Teresa: Ay Ari en verdad eres tan bueno
Cuauhtémoc: ¿Que es todo esto? ¿Y tu que haces aquí?
Aristoteles: Vivo aquí
Cuauhtémoc: Sabes a lo que me refiero
Aristoteles: Bueno pues aquí todos somos sus empleados señor presidente, los empleados comen en la cocina y aquí estoy, ¿Algo mas?
Norma: ¿Le sirvo la cena?
Cuauhtémoc: No, ya comí, solo limpien todo y vallanse a dormir y a ti te quiero en mi habitación ahora (se va)
Teresa: No parece muy enojado pero no peleen Ari
Aristoteles: No te preocupes Tere, estaré bien (besa su frente) Mañana todo el día yo lavo ahorita no puedo porque el señor enojon ya llego, descansen y feliz cumpleaños Norma
Norma: Gracias Ari, descansa

🚨CONTENIDO EXPLICITO🚨

Salí de la cocina y fui a la habitación de Temo, no suele pedirme ir así que supongo debe darme mas indicaciones, al llegar a su cuarto toque la puerta un par de veces hasta que escuche su voz permitiéndome el paso, entre y lo vi parado cerca de la ventana desabotonando su camisa para cambiarse

Aristoteles: ¿Que quieres? ¿Te falto decir algo en la mañana?
Cuauhtémoc: No, cierra la puerta
Aristoteles: (hace lo que le dijo) ¿Ya me vas a gritar?
Cuauhtémoc: ¿Puedes guardar silencio? Hablas mucho
Aristoteles: ¿Ahora ya te molesta eso?
Cuauhtémoc: (lo abraza) Has perdido peso ¿No te alimentan?
Aristoteles: Si lo hacen
Cuauhtémoc: Entonces has más ejercicio (mete sus manos bajo su playera)
Aristoteles: ¿Que haces? Dejame
Cuauhtémoc: Shhh (lo besa)

Me dejo en su cama y comenzó a quitar mi ropa a la fuerza, trataba de quitarlo pero no funcionaba, sus manos recorrían mi cuerpo y por primera vez en el tiempo que llevamos juntos odiaba sentirlo, no me gustaba ni un poco su toque y quería salir de ahí, lo empujaba pero parecía no importarle, comenzó a quitar su pantalón y aproveche ese momento para levantarme y tomar mi ropa.

Cuauhtémoc: (lo toma de la cintura) ¿A donde vas?
Aristoteles: Lejos de ti
Cuauhtémoc: ¿No es esto lo que tanto querías?

Metió su miembro en mi haciéndome gritar del dolor, me recargó en una pared y comenzó a embestirme sin piedad solo buscando su propio placer, en verdad me dolía y no paraba de gritarle que me dejara, cual perro mordía mi cuello y hombros, yo solo lloraba y rogaba que esto terminara pronto...

No se cuanto paso hasta que escuche un gemido de su parte seguido de sus dientes en mi hombro, sus dedos enterrándose en mi cintura mientras llegaba al orgasmo, su respiración era agitada, tomo con fuerza mi rostro y me beso para luego dejarme caer en el suelo mientras el tiraba el condón que usaba...

Aristoteles: Te dije que me dejaras...
Cuauhtémoc: Callate que es lo que querías o acaso, ¿Debo recordarte que esta mañana me pediste mostrarme como tu esposo?
Aristoteles: No hablaba de esto... Solo te quería a ti y no de forma sexual...
Cuauhtémoc: Me da igual ya vete que quiero dormir, apagas la luz cuando salgas.

Tome mi ropa y fui a mi habitación sin poder dejar de llorar, ¿Cuando fue que murió mi Temo cariñoso que me respetaba y me trataba tan bien?...

Ni siquiera me vestí solo me encerré en mi habitación, me metí bajo las sabanas de la cama y seguí llorando mientras abrazaba una almohada, ¿Que nos paso tahi?...

Corazón Confundido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora