¿Qué se supone que estoy haciendo con el guapo del hijo del presidente, en su coche, camino hacia su casa?
No debería fiarme de él. ¿Y si me deja tirado en cualquier cuneta? Capaz le veo.—Tengo pollo frito en la nevera. ¿Te gusta?
—Hum...O a lo mejor es un asesino en serie. Claro, esta gente es así. Tienen tanto dinero que se aburren y ya no saben qué hacer, así que se vuelven locos, y luego tapan sus crímenes mediante sus contactos.
Me entra un escalofrío sólo de pensar que soy muy joven para morir.—Oye, ¿sabes qué? Déjame aquí, cogeré un taxi hasta itaewon, a ver si encuentro a Yoons.
—¿Qué? No. Es tarde y hace frío. ¿Qué pasa? ¿No te fías de mí?. ¿Crees que soy un psicópata que quiere cortarte a pedacitos y guardarte en el congelador?Sus ojos de almendra se clavan en mí en un segundo de duda. Luego estalla en carcajadas y continúa conduciendo hasta pasada la avenida.
Aparca en la calle y me invita a bajar.
Corremos hasta la acera resguardándonos torpemente con los abrigos, hasta el portal de Kim.—Es aquí —dice, abriendo la puerta.
Continúo sin saber por qué estoy haciendo esto, pero sigo sus pasos a través del austero corredor y subimos a pie los tres pisos hasta su apartamento.
—Dame tu abrigo —me pide, ya en el recibidor del piso.
Su hogar no es más que una pequeña estancia que hace las veces de comedor, una cocina minúscula y un pasillo que lleva al baño. Está desordenado y de las paredes cuelgan fotografías y dibujos que no siguen ningún patrón. ¿Esto es todo? Me esperaba un apartamento de lujo, así que estoy algo...
—¿Decepcionado?
Doy un respingo porque no me había dado cuenta de lo absorto que andaba.
—Esperaba otra cosa, sí —me sincero.
—¿Un ático en la mejor zona de Seúl quizá? ¿Con vistas de toda la ciudad y una terraza con jacuzzi?
—Te pega más...
—¿Tú crees?Taehyung tira nuestros abrigos en la única habitación del departamento y se deteniendo frente a un espejo a peinarse el pelo mojado con los dedos.
Joder.
¿Por qué me parece que trata de provocarme?—¿Quieres tomar algo?
No espera a que conteste. Solo saca dos vasos de algún armario en la cocina y los llena con un líquido ambarino que no acabo de reconocer.
—¿Qué es?
—¿Qué más da?Él bebe sin apartar sus ojos de mí y yo vacío el vaso de un trago por quedar bien.
—¿Por qué trabajas tanto, Jung?
—¿No es evidente?
—Tus amigos están de fiesta por ahí. ¿Por qué no estás con ellos? ¿Huyes de algo?Mierda. Me lleno el vaso yo mismo esta vez.
—¿De qué debería huir?
—Y yo qué sé. De alguna relación antigua o de la tensión sexual que hay entre Yoons y tú.Escupo la mitad del trago sin querer.
—¿De dónde sacas tantas fantasías? No me van los tíos.
—Ya...
—¿Y tú? ¿Por qué quieres quitarme el puesto?
—Quiero demostrarle algo a mi familia.
—¿El qué? —encadeno otra pregunta —.¿Por qué no vives con ellos en una lujosa mansión?Ahora el que se ríe es él. Coge la botella y se la lleva hasta el sofá. Se tira sobre él y yo me siento a su lado, dejando que nuestras rodillas se rocen. De repente ya no me siento tan incómodo.
—¿Te gustaría que te hubiese llevado a una mansión en vez de a este pequeño apartamento?
Rellena mi vaso una vez y yo no me opongo porque estoy teniendo pensamientos extraños y prefiero decirme a mí mismo que son cosa del alcohol. Que no es que no pueda dejar de mirarle a los labios porque sienta atracción, sino porque estoy borracho. Que no es que tenga tentaciones de agarrar sus rodillas, sus muslos, su cintura porque me parezca sexy sino porque he bebido de más. Que no es quiera acercarme a él...
La copa se me cae encima cuando Kim se sienta a horcajadas sobre mí y acerca su rostro al mío hasta que nuestros alientos son uno.
Oh.
Joder
ESTÁS LEYENDO
Todo era oscuro (hasta que llegaste tú) / Vhope
FanfictionHoseok es la mano derecha del gerente de su departamento en su empresa. Todo va como la seda, tiene posibilidades de ascender, hasta que Kim Taehyung, el hijo del director, llega a la empresa con la firme convicción de aprender el oficio desde lo má...