Capítulo 40 (FINAL)

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Y cuando esa misma noche se derritió en sus dedos, Christopher logró darse cuenta de que estaba hecha para él.

Era su Oscura Tentación.

Y había caído completamente en ella, se había enamorado y había logrado amar como nunca antes lo había hecho. Ella sacaba partes de él que ni el propio Christopher conocía.

Tal vez lo sabía desde la primera vez que sus miradas conectaron, aquella noche que Cyara llegó a Moleko por sus amigas y se quedó anonadada con todo lo que sucedía a su alrededor. La forma placentera forma en la que sufría con solo observar esa escena que él mismo había protagonizado, fue lo que llamó su atención y lo que le hizo bajar la guardia.

Cuando la azotó por primera vez, supo que sus manos estaban amoldadas para sus nalgas, que sus cuerpos querían seguir conociéndose y aunque las circunstancias lo no permitieron, ella terminó regresando a él.

¿Uno siempre regresa a donde es feliz? No, uno regresa a donde se siente vivo.

Cyara tocaba el cielo con Christopher, era algo que experimentaba en el día a día y que no estaba dispuesta a renunciar después de todo.

Él sentía que no era correcto envolver a un ángel en su infierno pero su ángel parecía muy dispuesta a arder siempre y cuando fuera de su mano, el diablo había logrado amarla más que al infierno.

"Lo correcto está sobrevalorado, yo quiero vivir de mis pecados"

Su confesión lo había dejado sorprendido, pero él no tendría problema en protagonizar cada uno de sus pecados.

—Te amo tanto... —confesó Cyara mirándolo a los ojos, sintiendo cómo los suyos se empañaban debido a la acumulación de lágrimas.

—Y yo te amo a ti, mi amor... Pero no me llores después de tener un orgasmo — intentó reclamarle Christopher, a su alrededor todos estaban entretenidos así que no dudó en tomar la mano de la joven y abandonar el sector.

—Es que me parece tan increíble todo lo que hemos vivido y... Ahora es todo demasiado perfecto, no quiero que la carguemos...

—Eso no pasará, te lo prometo — susurró con voz suave, se dirigieron a una de las mesas de la sección principal en donde una camarera no dudó en atenderlos—. Lo que sea pero sin alcohol.

La mirada de Cyara fue de reproche pero peor fue la de Christopher cuando señaló su vientre con su dedo índice, advirtiéndole.

—Nada de alcohol, señorita.

—Ya sé, ya sé...

Su cabeza se acomodó en su pecho mientras que los brazos del dominante se envolvían a su alrededor, atrayéndola a su cuerpo.

—De todo lo malo que me pudo pasar este año creo que tú eres lo mejor — murmuró ella, sonriente y buscando la mirada del hombre que la sostenía—. Verdaderamente te amo, Chris... Tal vez suene precipitado pero a mí sí me gustaría una vida a tu lado.

La timidez con la que había pronunciado las últimas palabras era más que notable.

Pudo ver la sinceridad en su mirada, su corazón latía como loco en su pecho y temía por sus costillas.

La tomó de la barbilla y se miraron por un par de segundos antes de unir sus labios en un beso, los dedos de Christopher quitaron las lágrimas que en algún momento comenzaron a descender por sus mejillas. Cyara lo besó como él solía besarla a ella, demandante y posesivamente.

Y para cuando sus labios se despegaron, no sabrían decir cual de los dos estaba más perdido.

—Tú siempre me vas a amar — dijo él—. Represento los pecados que nunca has tenido coraje de cometer... Porque cumpliré cada una de tus fantasías, incluso esas que no sabías que tenías.

Oscura tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora