𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵

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Amigooos, les compartó un dibujo que me hizo un amigo que lee mis fanfics y pues loamo, dibujó a Ron porque sabe que lo amo y quería compartirlo con ustedes, denle amor o lloro♡
...
"Para tenerlo todo, hay que arriesgarlo todo."   
- A todos los chicos de los que me enamoré. Jenny Han.

- 𝑷𝒓𝒆𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 -

Había decoraciones en tonos lila por todo el lugar, cada pequeño detalle despedía felicidad infinita y estaba hecho con el más mínimo gesto de amor.

Ginny caminaba de lado a lado por la habitación, estaba tan estresada que no se mantenía quieta y Hermione empezaba a ponerse de nervios junto con ella, no tenía motivos, pero se sentía estresada de ver como su amiga parecía a punto de perder los estribos; quería golpear a Ginny con algo o lanzarle un balde de agua fría pero no, era el día de su boda y no podía hacer eso.

- Ginny! Si te sigues moviendo así me va a dar algo - Le espetó para tratar de calmarla a toda cosa, no funcionó, la pelirroja ni siquiera dio señales de haber escuchado y siguió caminando alrededor de la habitación - ¿Me vas a decir qué rayos te pasa? - Preguntó, esta vez plantándose frente a su amiga para bloquearle el paso y la tomó por los hombros.

- Estoy muriendo de nervios - Aceptó Weasley - ¿Y si me caigo de camino al altar? - Preguntó con tono de tragedia, Hermione no pudo tomarla en serio y soltó una sonora carcajada.

- ¿Caerte? ¿Crees que tu padre te dejaría caer? - Preguntó un momento después, pero más que nada por la mirada asesina que Ginny le lanzó por reírse de ella. Después de pensarlo seriamente por un par de segundos la chica negó.

- No, no me dejaría - Sonrió un poco más confiada - Francamente creo que primero se tiraría el antes de dejarme caer - Añadió.

- Eso es! - Respondió Hermione para darle ánimos; la chica iba a seguir con las palabras de aliento, pero se vieron interrumpidas por tres toques seguidos que provenían de la puerta.

- Si eres Harry no te quiero ver aquí! - Se apuró a gritar Ginny - Ver a la novia da mala suerte - Añadió; ni Hermione ni su padre, quien era él que estaba del otro lado de la puerta, sabían que creía en aquellas raras supersticiones, pero le restaron importancia, adjudicando sus locuras a los nervios.

- No soy Harry - Respondió el hombre entrando en la habitación con ambos brazos alzados en son de paz - Te ves hermosa - Sonrió embelesado viendo a su única y más pequeña hija, era verdad; se había concentrado mucho en lo estresada que se veía su amiga, tanto que había olvidado pensar en lo linda que se veía, Ginny Weasley se veía tan hermosa como una princesa.

Sólo le tomó efímeros segundos darse cuenta de que su presencia no era necesaria y que a su amiga le haría bien tener una charla con su padre; salió de la habitación con cuidado de no hacer ruido para no romper el pequeño momento que empezaba a crearse entre padre e hija.

En el pasillo, se topó frente a un enorme espejo y sonrió porque era justo lo que necesitaba; había pasado tanto rato en ese cuarto con Ginny al punto del colapso y con aquella experiencia cualquiera necesitaría una buena retocada. Primero revisó su maquillaje, no usaba mucho, pero retocó el labial color rosa claro que llevaba puesto. Se preguntó dónde estaría Ron y se decidió a buscarlo cuando acabara en el espejo, pero justo cuando lo pensaba y como por arte de magia, escuchó pasos subir las escaleras y tras ellas, en el reflejo del espejo, divisó al chico que tanto ansiaba ver.

- Mione, que bien que te encuentro - Ron le sonrió y ella a él, se sentía más tranquila después de haber dejado a Ginny con su padre.

- Iba a buscarte - Comentó y terminó acomodar su cabello en el espejo de cuerpo completo que había frente a ella, se iba a girar para ver a su novio de frente, pero este se apresuró a negar.

- No. No voltees - Pidió rápido - Cierra los ojos - Añadió, ella lo observó con confusión, pero a fin de cuentas hizo lo que el chico le dijo porque nunca desconfiaría de él.

Sintió como si un hilo le acariciara el cuello, pero no era un hilo, se sentía un toque frío, como metálico y sonrió debido al cosquilleo que le provocó, se escuchó un apenas audible click y sintió un peso ligerísimo en ella.

- Abre los ojos - Dijo Ron y ella lo hizo, lo observó con ternura infinita; una peonía color lila con pequeñísima pedrería color plata colgaba de su cuello, era un dije pequeño y tan delicado que le pareció hecho a la perfección. Aquello solo podía ser por completo una obra del chico - Yo lo dibujé y estuve pendiente de cada mínimo detalle, la idea era que lo usaras para hoy - Ron le aclaró aquella duda que no exteriorizo y le sonrió.

- Es perfecto, yo creo que queda bonito para cualquier cosa - Asintió, prometiéndose internamente que lo usaría cada día como accesorio predilecto; y esta vez, nada lenta, se giró y se abalanzó para abrazar con fuerza al pelirrojo, este la tomó con tanta emoción que la levantó un par de centímetros del piso.

- Chicos - Harry, como era costumbre, les interrumpió y soltó una risa - Lo siento, deberían ponerme un cascabel - Bromeo y se rasco la nuca con una sonrisa incómoda.

- Lo hemos considerado - Comentó Ron, siguiendo la broma y bajó a la chica para que volviese a tocar suelo con los pies - No hemos encontrado uno que quede con tus ojos - Añadió, los tres amigos se rieron.

- Tendrán que pensar en eso luego porque se hace tarde - Interrumpió Hermione, quien se había fijado que eran cinco para las 11:00 y deberían estar ya los tres en sus puestos; ella, de lado de la novia y Ron del lado del novio quien esperaría al centro de aquel altar decorado con telas blancas que caían como cascadas y flores en tonos lila. Ginny había elegido un color precioso para las decoraciones, tan bonito y cálido.

Aliso el vestido largo color lila con cortos olanes blancos que llevaba puesto ese día y acomodó el pequeño que Ron le había regalado con una sonrisa enorme. Hoy era el día de Ginny y quería asegurarse de que, a pesar de todo, la chica tuviese un día perfecto.

...

- Aceptó - Dijo Ginny con una sonrisa y, adelantándose a las palabras del sacerdote besó a Harry. Poco había importado aquello, estaban oficialmente casados y todos lo presentes prorrumpieron en aplausos y vítores, a la vez todos se acercaron a la feliz pareja para dar sus felicitaciones con sincera felicidad.

- Tal vez algún día seremos nosotros - Le comentó Ron y la abrazó de la cintura. Hermione observó al chico con una sonrisa radiante.

- ¿Lo presientes? - Preguntó, por los viejos tiempos, en broma, pero Ron negó.

- Solo un poco - Respondió siguiendo la broma y besando su frente.

Todo encajaba, todas las piezas encajaban a la perfección Presentir. Presentir era peligroso, pero, no siempre.

𝓕 𝓘 𝓝 

Holaaa,amigoooos llegamos al final oficialmente y pues nada, muchas gracias por leerme enserio;) sus comentarios y votos siempre me dan como mil años de vida losamo♡

Gracias por todo!! Si gustan pasarse por mis otros fanfics, tengo uno Hinny ya publico y otro en proceso;) Nos leemos luego♡♡

Besos, Ann

Presiento •Romione•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora