Presiento •Romione•

18

"¿Que si lo echaba de menos? Quería perderse en él. Rodearlo con los brazos como a un torniquete" - Eleanor y Park. Rainbow Rowell.

- 𝑵𝒆𝒓𝒗𝒊𝒐𝒔 -

Ron llegó puntual a la cita pero solo por mera impaciencia, la puntualidad no siempre era su fuerte; Hermione llegó alrededor de cinco minutos después y se disculpó repetidas veces por la tardanza y explicó la dificultad de encontrar un taxi en esas horas.

- No lo había pensando, a las 3:00 empiezan los horarios de comida en muchos lados y hay gente por todos lados - Comentó Ron pero Hermione se encogió de hombros.

- Bueno, ya estamos aquí - Sonrió un poco y se sentó frente a él.

La idea de que aquella cita aún les parecía algo increíble, ninguno había pensado realmente en la posibilidad de volver a verse y ahora que estaban frente a frente les daba miedo no poder reconectar de la misma manera en que todo sería como si nada hubiese pasado.

- Lamento haber arruinado tu carboncillo - Comentó ella después de pocos segundos en silencio, Ron estaba a punto de decir que no había problema pero Hermione ya sacaba un lápiz idéntico de su bolso - En mi vida había visto algo por el estilo a eso y cuando escribí y se rompió, me asusté - Admitió con una sonrisa de culpabilidad, Ron soltó una risa y negó.

- Noté tu pánico - Le comentó burlonamente y ella no pudo evitar que el calor subiese por sus mejillas a modo de sonrojo.

- No seas presumido Weasley - Le reprendió ella pero pronto volvió a su estado normal, o al menos trato de que exteriormente se viese como tal pues en su interior sabía que Ron la estaba volviendo loca - Creo que son de la marca que usas, con pánico una no se fija en esos detalles - Añadió en broma, puso el lápiz nuevo frente a él.

- No era necesario Mione, muchas gracias- Comentó él aceptando el pequeño regalo con una sonrisa.

- Tu solo aceptalo, no volveré a gastar en algo así - Bromeó ella y ambos dejaron salir una risa.

Es increíble como hay veces que el tiempo pareciera realmente no ser un factor importante para algunas personas; el miedo de que las cosas no fuesen como antes había crecido a lo largo de las horas que habían esperado para verse una vez más y ahora, estando juntos, ya ni siquiera parecía que los años hubiesen pasado de verdad; otra vez eran como aquellos adolescentes que simplemente jugaban con el verdadero significado de estar enamorado, con la diferencia de que ahora, para ninguno se trataba de un juego. Hasta ahora, ninguno había caído en cuenta de lo mucho que se habían extrañado y lo mucho que se necesitaban para sentir que de verdad respiraban.

Aquella tarde había sido exactamente lo que necesitaban para entenderlo, estaban molestos por haberse dejado ir, Ron estaba resentido por haber sido dejado sin mayor explicación y Hermione lo estaba porque había intentado buscar pero había fallado en el intento; si tan solo fuesen capaces de olvidarse de aquello, tal vez y solo tal vez, significaría que realmente había una oportunidad para ellos.

No se tocó el tema, ninguno quería arruinar aquella pequeña cita pero sabían que tarde o temprano, de preferencia tarde, el tema tendría que salir a la luz y con ello vendría el resentimiento acompañado porque perdonar es de humanos pero no hacerlo, también.

...

- Vamos - Comentó Ron cuando reían sobre algo que Hermione había dicho y ella lo observó con el entrecejo fruncido - No es tu hora de dormir, ¿O si? - Preguntó alzando ambas cejas.

- Son las cinco de la tarde Ronald - Dijo con sarcasmo y él sonrió satisfecho.

- Bien, pues vamos - Insistió y, después de pagar la cuenta, ambos salieron del local. Ron la guió hacia donde estaba estacionado su auto y le abrió la puerta del copiloto a la chica.

- Que amable - Comentó divertida y subió al auto, él se encogió de hombros y asintió dándose aires a modo de broma.

Ron encendió el auto y ambos empezaron a charlar de temas triviales por un rato hasta que la chica empezó a reconocer levemente el camino y, tratando de negarse a lo que ya se esperaba, le dijo:

- ¿A donde más me llevas? -

- Bueno, es sorpresa - Respondió él pero no hacía falta que ocultase tanto las cosas, Hermione ya reconocía aquel camino al 100% y el miedo la invadió por un instante. Sabía que iban a la madriguera.

- Ronald Weasley, ¿A donde me llevas? - Preguntó por segunda vez con impaciencia y Ron suspiró para calmarse.

- Creí que no aceptarías si te decía la verdad - Le comentó nervioso y Hermione lo observó asintiendo.

- Pues claro que diría que no! - Exclamó ella con obviedad - Ron, tengo años sin verlos a todos - Suspiró.

- Y tenías años sin verme a mí - Le respondió él astutamente - Todo salió bien ¿no? - Añadió. Era cierto, aquella pequeña salida había sido buena y realmente justo lo que necesitaba aunque hasta ese momento no lo hubiese entendido 100%.

- Es distinto - Murmuró, el chico detuvo el auto frente la madriguera y la observó con detenimiento.

- Puedo llevarte a tu casa si eso quieres - Aceptó él asintiendo - Harry y Ginny quieren verte pero les diré que no estas lista si eso quieres, yo no seré quien te obligue a verlos - Suspiró y Hermione se lo pensó realmente, pasaron un par de minutos en silencio pero finalmente ella asintió.

- No vuelvas a hacerme nada parecido - Pidió - Porque sabes que cedere, sabes bien que solo tú tendrías ese efecto en mí - Susurró, él no se atrevió a responder porque le pareció que aquello había sido como la clase de pensamiento que tienes pero se te escapa por la boca; de igual modo, trató de ocultar la pequeña sonrisa que se había formado en sus labios de modo inconsciente, Hermione Granger había dicho que solo él podría hacerla ceder y él desconocía poseer aquel efecto en ella.

- Entonces vamos - Sonrió de lado y bajó primero para darle confianza. Harry y Ginny esperaban dentro pero, la secreta disputa entre ambas chicas, era algo que no salía de la cabeza de ninguna y eso era lo que más les ponía de nervios.

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Besos, Ann