⋆✩⋆ Capítulo 3 ⋆✩⋆

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"El inicio del fin."

Horas después, Marinette había terminado todas sus tareas y estaba de camino al aeropuerto para recibir al hombre al cual sus padres la habían vendido.

Decir que estaba 'nerviosa' era un eufemismo.

Por suerte, el incidente con Adrien en el baño, la había distraído de sus pensamientos sobre Claude Ritchmond.

Adrien... ¿Cómo es que un hombre podía ser tan irresistible y sexy pero malvado y cruel al mismo tiempo?

Ciertamente, la confundía, ya que Adrien era tan diferente de los otros hombres que ella conocía.

Además, con tan solo un roce, Adrien había sido capaz de subir la temperatura del cuerpo de Marinette, y de no ser por Kagami, solo Dios sabe qué podría haber pasado.

Pero ahora que estaba sentada en la limosina, yendo a recibir a Claude Ritchmond, su estómago se contrajo y aún recordar la sonrisa pagada de sí de Adrien, no lograba calmarla.

Marinette era experta en fingir que todo estaba bien, cuando nada lo estaba.

La futura sucesora de la empresa, recostó su cabeza en el asiento de cuero, mirando la ventana.

Nueva York era bien conocido por no tener buen clima. Aun cuando era el fin de julio, todo el cielo estaba nublado y gotas de lluvia golpeaban el vidrio.

—Incluso el cielo está llorando... —Susurró Marinette, sabiendo que nadie podía escucharla ya que el asiento del conductor y el suyo, estaban divididos por un grueso vidrio.

Bridgette, deseó que el viaje durara para siempre. Tal vez podría dejar vagar su mente, hacia los eventos de la mañana. De regreso con Adrien. De regreso a la pregunta de por qué había estaba dispuesta a dejar que Adrien hiciera lo que quisiera.

Pero ahora en todo lo que podía pensar era en que en unos minutos más, toda su vida cambiaría.

El miedo reptó por todo su cuerpo, paralizándola y haciéndola sentir indefensa.

¡Cuánto odiaba ese sentimiento infantil!

Sus manos se empuñaron mientras respiraba profundamente, tratando de calmarse. No le daría el placer a su futura pareja de verla débil.

Marinette prefería morir que bajar la cabeza ante un tipo millonario, que estaba usando su dinero para obtener lo que quería.

Este mundo no era justo y ella estaba harta de vivir en él.

—Señorita, hemos llegado al aeropuerto. El jet privado del Sr. Claude, llegará en cinco minutos. —La voz del conductor resonó en los altavoces, sacándola de sus pensamientos. Arregló su ropa y cerró los ojos, reuniendo todo su valor antes de salir del auto.

El aeropuerto John F. Kennedy era bien conocido por ser el aeropuerto más grande en Nueva York y también por ocupar la posición 12 de los aeropuertos más concurridos en todo el mundo.

Cientos de hombres de negocios iban de un lado a otro, vestidos en trajes elegantes. La mayoría de ellos poseían empresa, al igual que su padre, y siempre salían por negocios, dejando casi nada de tiempo para su familia.

Marinette entró y buscó por la señal que la dirigiría al área para los jets privados.

De pronto vio a un empresario, cargando a un niño pequeño, posiblemente su hijo, antes de abrazarlo con fuerza. Su esposa estaba cerca, con la mano en el hombro de su otro hijo. El chico estaba sonriendo. El hombre se acercó a ellos y los abrazó también.

(1) Save ME +18 (Adrinette) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora