(1) Save ME +18 (Adrinette) AU

⋆✩⋆ Capítulo 23 Parte II⋆✩⋆

Cansada y con frío, bajó. A mitad de camino, decidió que tomaría el elevador. Fuera del edificio, la ropa húmeda se le ceñía al cuerpo y encima de todo, ¡no podía detener ni un solo auto! Testarudamente, y con los brazos alrededor de su cuerpo, siguió caminando.

¿Por qué Adrien era tan idiota?

Le tomó a Adrien 5 minutos poder alcanzar a Marinette fuera del lujoso hotel.

Desde luego, ningún taxi se detendría debido a la apariencia de su bonita azabache... Aunque pareciendo ratita mojada se veía preciosa.

Con pasos rápidos, la tomó de los brazos y la detuvo.

—¡¿Qué rayos haces?! ¡No puedes irte así como estás! ¿Quieres ir a casa y morir?

El súbito agarre en su brazo la asustó y saltó mirándolo con los ojos abiertos. Cuando el rostro de Adrien entró a su campo visual, se calmó.

¿Ese idiota había ido tras ella? ¿Qué significaba eso?

—Habría llegado viva a mi casa, no te preocupes. ¡No te daré el gusto de ganarme! ¡Como dije antes, no puedes tener todo lo que quieres! ¿Qué tal si me pides amablemente que te acompañe a la habitación en lugar de jalarme? No quiero quejarme como una chica frágil, pero me estás lastimando. —Murmuró testarudamente antes de toser. Adrien soltó a Marinette como si su tacto quemara, alzando sus manos en señal de defensa.

Apretó los dientes para no enojarse ante las palabras de la azabache.

Su mal humor había sido muy mal compañero en su relación con Andrew. Pero no debería hacer nada tonto, si lo hacía ya no volvería a ver a la bonita ojiazul.

—Necesitas quedarte en el hotel, de otra forma, estarás muerta mañana. —Dijo entre dientes. —Y creo que aún no hemos terminado.

Infantilmente, Marinette cruzó sus brazos y puso su mejor pose de diva, dando a entender que no se movería.

—Si tienes algo qué decir, entonces solo dilo. Te escucharé pero que sea corto porque como dijiste, ¡no es nada bueno que esté fuera y con la ropa húmeda! Oh, y puedes dejar de intentarlo, porque no iré contigo. Tendrás que llevarme a cuestas si así lo quieres. —Desordenó más sus cabellos, indicándole a Adrien que no se iría sin dar pelea.

—¡Sin importar cuánto lo desees, no voy a decir nada en plena calle y menos cuándo los dos estamos con la ropa mojada! —siseó, enojado por el comportamiento necio de la azabache. —Preferiría que vengas por tu propio pie, pero si sigues así, ¡no me dejas otra opción! —Adrien dio un paso adelante y sostuvo a Marinette como costal para cargarla sobre su hombro.

Marinette jadeó y automáticamente se aferró a Adrien temerosa de caer. Cuando su cerebro entendió lo que estaba pasando, empezó a forcejear.

—¡Ya.bájame! —Marinette logró bajar en cuestión de segundos. —¡De eso estaba hablando! ¡¿Por qué siempre me obligas a ir a dónde quieres?! ¡¿Por qué nunca me lo pides 'amablemente'?! Deberías saber que jamás te rechazaría si solo fueras más amable. —Su voz se desvanecía mientras retrocedía sin dejar de mirarlo.

—¡Pero tú lo dijiste! —se defendió, enojado por el rechazo de la azabache pero luego su mirada se suavizó. —Princesa, por favor, no seas así. —Adrien siguió cada movimiento de la azabache, sin acercarse demasiado. —Ok, entonces te lo pediré amablemente; por favor amor piensa en tu salud y al menos ven a la suite conmigo. Toma una ducha caliente, ponte algo seco, y tal vez..., si quieres podemos hablar. Luego si aún tienes ganas de decapitarme o gritarme, hazlo, pero no aquí. No te forzaré a hacer algo que no quieres. Amor por favor.