⋆✩⋆ Capítulo 14⋆✩⋆

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"Estamos a solas...así que pierde el control. Ven y toca mi alma...déjame sentirte..."

Adrien no sabía por qué fue a la universidad al día siguiente, posiblemente porque quería pensar en otra cosa. Se sentía mal, no había dormido y después de tratar de mover cielo, mar y tierra para conseguir lo que quería, sin resultado alguno, había considerado unirse a las bratvas rusas.

No era solo su desesperación sino también; era el hecho de que ÉL no podía hacer nada y la situación lo estaba volviendo loco.

Ya era tarde cuando entró al salón.

Sus caros pantalones hacían ruido al caminar y no se molestó en alzar los pies al hacerlo. Estaba cansado y posiblemente aún no estaba del todo sobrio. Pero no le importaba.

Abrió la puerta, sin siquiera pensar en disculparse con el profesor por ser grosero.

Caminó y se desplomó en el primer lugar que vio.

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Marinette dejó su departamento temprano, ya que era el primer día después de ese corto descanso y no quería llegar tarde. Le había dejado un mensaje a Andrew, diciéndole que le había dejado listo el desayuno y que regresaría por la tarde y que también, era libre de usar el auto de Marinette para sacar sus cosas de la casa de Adrien –la moto estaba prohibida por dos razones, ella se la llevo y Andrew aun no podía manejar-.

En la universidad, saludó animadamente a Bridgette y a Kagami. Adrien no estaba por ningún lado pero ella no se atrevía a preguntarle a Kagami por él, aún cuando se moría por hacerlo.

A mitad de la primera clase, la puerta se abrió y un cansado Adrien entró arrastrando los pies y dejándose caer en la silla de la fila frente a Marinette.

Marinette aún podía oler el ligero aroma a licor y se preguntó si era buena idea que Adrien estuviera en la universidad en esas condiciones.

Aparte de ello, Marinette estaba aún insegura sobre cómo le daría fuerza y afecto ya que sabía que Adrien la rechazaría. Aún así, todo lo que podía hacer, era intentar...

Adrien se estaba durmiendo ante el discurso monótono del profesor, cuando su celular sonó. Ni siquiera se había molestado en ponerlo en vibrador. Kagami sacudió la cabeza suspirando. Ella estaba sentada a tres filas de Adrien.

El rubio se puso de pie, tomando su celular. Miró alrededor y vio las miradas sorprendidas de los demás.

—¿Qué?— preguntó enojado. —Esta llamada es importante.

Con eso dicho, salió del aula.

Bridgette cruzó los brazos intercambiando miradas incrédulas con Kagami.

—¡Ese chico es increíble!— murmuró lo fuerte suficiente como para que Marinette la escuchara.

—'Ese chico' tiene sus razones.— Siseó la azabache menor ganándose una mirada confusa por parte de su prima.

Marinette trató de enfocarse en la clase pero su mente viajaba constantemente hacia Adrien.

¿Estaría bien? ¿De qué iba esa misteriosa llamada?

Después de diez minutos de comerse el cerebro y casi volverse loca en el proceso, se puso de pie, tomando sus cosas y saliendo del aula. Miró al profesor, disculpándose.

—¡Lo siento, pero debo irme con urgencia!— hizo una reverencia y salió.

En ese extraño momento de silencio, se pudo escuchar que un lápiz caía al piso y Bridgette lentamente giró a ver a Kagami, quien también la miraba sorprendida.

(1) Save ME +18 (Adrinette) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora