Tranquility base Hotel & casino - Alex Turner.

18

Desperté por la mañana, me sentía horrible. Me lave la cara y baje a desayunar, por suerte Alex no estaba, me pregunté si estaría en su cuarto.

- Buenos días linda, hice huevos revueltos. - Penny me sirvió el desayuno, era como mi madre, siempre atenta.

- Muchas gracias Penny, no debías molestarte...- ella negó con la cabeza.

- Para nada, ahí tienes café. - me señaló la cafetera. - ¿Alex aún duerme..?  - no supe qué responder.

- Amm, no lo sé la verdad - hice una mueca y ella batió su mano en el aire.

- No importa, ese chico duerme como si no hubiera un mañana cuando está en casa. - rió divertida y salió de la cocina a hacer los quehaceres.

Abrí mi celular. No tenía notificaciones, pero empecé a buscar el nombre de Alex y vi que era cierto, nuestras fotos estaban en todos lados, y también las noticias de que Arctic Monkeys haría una gira mundial en Febrero y que el primer destino sería Toronto, Canadá.

" No sé cuál sea tu intención, pero no lograrás dañar lo que tenemos.
Ojalá algún día conozcas a alguien que te quiera tanto como Alex me quiere a mi, y como yo lo quiero a el. "

Le envié el mensaje y bloqueé el usuario, de todas formas si terminaba siendo cierto pues mala suerte y me terminaría enterando.

Alex entró a la cocina, con cara de dormido, despeinado y con el pijama. No me dirigió la palabra, ni siquiera me miró. Busco algo en la heladera, tomo una taza de café y se retiró de la cocina. Me alegró saber que estaba en casa.

El almuerzo transcurrió algo incómodo, Alex no hablaba con nadie y se disponía a leer el periódico. Penny supo que algo andaba mal pero decidió no meterse, con David avisaron que saldrían por la tarde a pasear por la ciudad.

Eran las 17 pm y yo me encontraba viendo una película en la sala de los Turner. Extrañaba estar en mi casa, era lindo estar aquí pero con Alex enfadado y orgulloso no se sentía para nada como en casa.

- ¿Vas a seguir ignorándome?. - pregunté sin quitar la vista del televisor, escuchando sus pasos por las escaleras. Oí como se detuvo, pero luego siguió subiendo.

Me pare y fuí tras el, lo alcancé en su habitación.

- ¿Puedes parar con ésto?.

- ¿Con qué? - pregunto incrédulo anotando algunas cosas en una agenda.

- ¡Con ésto! Estás ignorándome, ya para por favor. - supliqué cerrando su agenda. Me miró alzando una ceja. - Ya sé que lo hizo para molestar, y que logró lo que quería. Pero ya la bloqueé.

- Anoche me dejaste solo como un idiota en la calle, Katrina. - mencionó serio, sin expresión en el rostro.

- Tu me dejaste atrás. - me defendí cruzándome de brazos. - y me trataste de inmadura.

- Solo caminé unos pasos, creí que vendrías detrás mío y cuando me di vuelta ya no estabas, ¿Estás loca? - frunció el ceño alzando la voz.

- No. - alcé una ceja.

- Pues parece que si. Espero que sea la última vez que hagas una estupidez así. - se paró rápidamente enojado y salió de la habitación.

- ¿Disculpa?- pregunté incrédula siguiéndolo. - Para tu información yo no tengo un ex psicópata mandándote mensajes intentando arruinar lo que sea que tenemos.

- Eso está fuera de mi control, Katrina. - comentó sin mirarme bajando las escaleras.

- Podrías al menos decirle algo. - comenté furiosa dando fuertes pasos detrás de él. El se paró en el último escalón y se volteó.