ARELLA
Corrí por todo ese sendero oscuro, hasta llegar a un gran bosque, la oscuridad emanaba en este enorme lugar lleno de árboles.
Mi vestido negro me incomodaba a la hora de correr, y mis pies descalzos no ayudaban mucho. Mi cabello suelto hacía que tuviese tanto calor; llevaba horas huyendo de esa extraña oscuridad que siempre me perseguía, conforme los años pasaban, se hacía cada vez más poderoso y peligroso.
A lo lejos se encontraba de nuevo él, el chico sin rostro que cada noche me acechaba, sin dejar que pudiese admirarlo bien.
Pero cada noche sucedía algo distinto.
Cada vez podía ver algo más en él, y al voltearse tan solo logré ver esa mirada oscura, peligrosa y seductora.
Desperté tan agitada de este sueño tan extraño.
Últimamente ocurría esto, los sueños, o quizá, pesadillas me atormentaban desde hace unos meses, nada los podía detener, tan solo sucedían.
Y como cada noche, tomé mi cuaderno que se encontraba junto a mí y comencé a hojear, había tantos dibujos de mis pesadillas, pero al final se encontraba ese chico.
A principio era tan solo una pequeña mancha, que fue cambiando con el paso del tiempo, hasta llegar a una figura masculina, con cabello oscuro como la noche y ahora, con una mirada tan intrigante y misteriosa.
Volteé a ver mi reloj, 3:00 am marcaba, como cada noche.
Dejé el cuaderno donde se encontraba anteriormente y volví a acostarme, deseando no soñar lo mismo.
El molesto sonido de mi alarma me hizo despertar de nuevo, la luz del día entraba por la ventana, cegándome un poco.
—Bien, Ella. – dijo mi tía, entrando a mi habitación.
Ella era el diminutivo de mi nombre "Arella", que se pronunciaría más bien como "Ela".
—Buenos días. – dije, tallando mis ojos.
—¿Estás lista para tu nuevo día? – me sonrió.Justo habíamos llegado el día de ayer a este pequeño pueblo, el cual era tan diferente a la ciudad donde había crecido con mi tía.
Tras la muerte de mis padres, con el paso del tiempo, mi custodia quedó en manos de ella, y realmente fue lo mejor que me pudo pasar.
Las mudanzas no eran nada de otro mundo, ella debía viajar por su difícil trabajo, todo para poder mantenerme y criarme como se debía.
Es por eso, que, a mis 16 años soy algo madura e independiente, gracias a sus enseñanzas y su gran paciencia
—Por cierto... – me miró mientras conducía – Este es tu regalo por tu cumpleaños.
Recién había cumplido los 16, los cuales jamás festejé ya que, con los viajes, jamás he tenido amistades, solo Meg, mi querida tía.
Tomé la pequeña cajita y la abrí, se trataba de una pulsera con alas de ángel, era realmente hermosa.
—Meg... – dije y me interrumpió.
—Feliz cumpleaños, Arella. – dijo y sonreí.Miré la pulsera en mi muñeca y de pronto, sin saber el porqué, sentí un mal presentimiento al observar aquellas alas.
La escuela era tan grande y vieja, las estructuras de piedra la hacían ver tan antigua.
—Cuídate. – dijo Meg. – Y me avisas cuando llegues a casa, tengo una reunión de trabajo.
—Está bien. – dije y me bajé.Caminé y escuché como el auto de Meg se alejaba, dejándome sola en este nuevo lugar.
De pronto sentí como alguien me chocaba, haciéndome caer.
—Lo lamento tanto. – dijo una chica.
La miré y se trataba de una chica rubia de ojos esmeralda, era muy linda.
—Mi nombre es Gabriella. – dijo, ayudándome a levantar. – Debes ser Arella, la chica nueva.
—Ella... – dije. – Solo Ella, y... ¿Cómo sabes de mí?
—Gabriella Blake. – me tendió la mano y la acepté. – Presidenta de la sociedad de alumnos, líder de las porristas, reina durante dos años consecutivos, y organizadora del baile. – suelta mi mano. – Y sé que tú eres Arella Barnes, chica egresada desde Londres, y posible mejor amiga mía.
—Yo no tengo amigos... – miré al suelo, incómoda.
—¿Eso porque?
—Viajo mucho... – la miré. – No me da tiempo de socializar y... odio las despedidas...
—Pues te aseguro que esta vez no habrá... – sonríe y enlaza nuestros brazos. – Te encantará este lugar. – la miro y ella hace lo mismo. – Está lleno de misterios.Mi día había comenzado bien, Gabriella me enseñaba la escuela, cada salón, cada pasillo, cada rincón, todo.
Hasta llegar a la gran cafetería, en la cual nos sentamos en una mesa sol, hasta que unas personas llegaron.
—¿Ya comenzaste a molestar a la nueva? – dijo un chico moreno mientras se sentaba junto a mí. – Jamie Benson. – me dio la mano y yo le devolví el gesto.
—Ella Barnes.
—Bueno, Ella... – dijo un chico pelirrojo. – La escuela es genial, te adaptarás muy bien en este lugar. – sonrió, mostrando su perfecta dentadura.
—Oh vamos, Robbie. – dijo Gabriella. – No la asustes, ella aún no te conoce.Sonreí al ver como se peleaban.
—Así son ellos... – dijo una chica a lado mío, haciendo que me sobresalte. – Lo siento, soy Amber...
—Ella... – sonreí con los labios sellados.El almuerzo fue agradable, Robbie y Jamie eran graciosos, comenzaban a jugar con el alimento y reían tanto que me contagiaban su gran diversión.
Eran unos chicos tan increíbles.
Pero todo lo bueno debía terminar, las clases comenzaban y ahí me encontraba en el pasillo, caminando sola hacia mi salón correspondiente.
Tuve que dejar a los chicos para ir por mi nuevo horario y darme cuenta de que ahora me tocaba la clase de Historia, que era con el profesor Blair.
Al llegar, abrí la puerta, interrumpiendo la clase.
La luz del proyector daño mi vista, por lo que tuve que poner mi brazo frente a ellos, hasta que las luces se encendieron, mostrando una clase llena y un chico levantándose.
—Lo siento... – dije, buscando al profesor. – ¿Esta es la clase del profesor Blair?
—Soy yo. – dijo alguien detrás de mí.Me giré para encararlo, pero tan solo vi a un hombre rubio y apuesto.
Sus ojos azules eran profundos y misteriosos, me recordaba tanto a alguien.
—¿U...Usted es él profesor? – escuché a la clase reír.
—Así es. – dijo el... profesor. – Llámame Roy.
—Roy... – murmuré.
—Así es. – repitió sonriendo. – ¿Tú eres Arella? – yo asentí. – Te estábamos esperando con ansias. – sonrió y firmó mi horario. – Toma asiento.Asentí y caminé entre las mesas, hasta encontrar un lugar vacío junto a Robbie, el cual me sonrió.
Por alguna extraña razón no podía sacar a Roy de mi mente y mucho menos sus palabras...
¿Me estaban esperando?
------
ESTÁS LEYENDO
[COMPLETA] ✓ ARCÁNGEL: La Maldición de los Caídos I [SAGA: ARCÁNGEL]
RomancePRIMER LIBRO DE LA SAGA "ARCÁNGEL". Para Arella Barnes su nueva vida la ha hecho salir de su rutina. Ángeles y Demonios la acechan al descubrir que es parte de la Maldición de los Caídos. Ella hará todo lo posible por sobrevivir ante tales cri...