Su sonrisa era lo único que veía en esta pista oscura.
—Será un solo baile...
Miré a mi novio y asintió, por lo que tomé su mano y comencé a bailar junto a él.
—Te ves hermosa así. – dijo Robbie, a lo que yo lo miré con desagrado. – Aunque hubiera preferido que tuvieses aún más escote.
—¿Qué planeas? – lo miré.
—Bailar contigo. – me acerca más a él.
—Hablo enserio. – él comenzó a reír un poco.
—Bien. – me miró, seriamente. – Quiero que tus amigos se alejen para poder llevarte al bosque y matarte. – lo miré. – Sé que este lugar está lleno de ángeles que te protegen, pero, ellos podrían entretenerse con los demonios que me protegen.
—¿De qué hablas?
—No eres la única con un plan. – me guiña el ojo y me hace girar para luego acercarme a él y continuar bailando. – Sé que quieren asesinarme, por eso me robé a la querida Clarke.
—¿Por qué lo hiciste?
—¿Una distracción, quizá? – sonríe. – Lo mejor viene ahora.La voz de Gabriella no hace dejar de bailar y hacer que Robbie se separe de mí.
—Arella... – dice mi amiga.
—Te dejo. – sonrió el demonio, dándome un beso en mis nudillos. – Pronto vendré por ti. – dijo, yéndose a otra parte de la escuela.
—¿Qué sucede? – miro a mi amiga.
—Amber desapareció...
—¿Cómo que desapareció?
—Me refiero a... desaparecer... esfumarse... no estar presente – suspira. – Jackson y yo creemos que quizá... ella sea la que siga con el vasallaje...
—¿Será posible?
—Junta sobrenatural. – dice mi amiga, llevándome hacia los chicos.
—Debemos encontrarla. – dijo Jackson.
—La pregunta es... ¿Dónde escondería Robbie a una chica? – pregunta Alexander.
—Yo sé dónde. – todos me miraron.Robbie era tan tonto, prácticamente me dijo su plan, él me dio la pista sobre donde podría encontrar a la chica.
Así que nos dirigimos hacia el bosque, el cual estaba tan oscuro.
—¿Segura que está aquí? – dijo Gabriella, caminando. – Está tan oscuro y pueden aparecer arañas. – voltea a verme. – ¿Sabes cuánto odio a las arañas? Son lo peo... – pegó un grito al caer al suelo.
—¡Gabriella! – dije, acercándome. – Oh por dios...
—Pero ¿qué...? – sacó su celular y alumbró con la linterna hacia el suelo.Su grito hizo que los chicos corrieran hacia nosotras.
Jackson ayudó a mi amiga a ponerse de pie, mientras que Simon y Alexander se acercaban al cuerpo de la chica desaparecida.
Estaba muerta.
Amber murió.
Sin dejarme reaccionar, unos brazos me cargaron, haciéndome volar por los aires, dejando caer mi antifaz al suelo.
Me agarré del ángel que me llevaba a un lugar desconocido dentro del oscuro bosque.
Miré a Kyle y me di cuenta de que no tenía expresión alguna en su rostro.
Al llegar a cierto punto, me dejó en el suelo y, antes de irse, tomé su brazo.
—Kyle... – él me miró.
—Perdóname... – dijo y se alejó volando, dejándome sola.Miré a todos lados y me abracé a mí misma.
Sentía miedo.
Miedo de morir en medio del bosque, sola.
Una brisa me hizo estremecerme por completo, el frío comenzó a hacer efecto en mí.
La luz de la luna era lo único que alumbraba este oscuro bosque que parecía no tener salida.
Me quité los tacones y sentí el pasto en mis pies, estaba segura de que algo sucedería esta noche.
Algo realmente malo.
Comencé a caminar sin rumbo alguno por este enorme lugar y aunque sentía que iba por el lugar correcto, en realidad solo daba vueltas por el mismo lugar.
—Estúpidos árboles. – dije y me tiré al suelo, cansada.
Estaba realmente exhausta, llevaba lo que parecía ser... horas caminando sin rumbo alguno por el mismo lugar.
Sabía que se trataba de una ilusión, como en el centro comercial, cuando buscaba en auto junto con Meg.
Hasta que apareció ese demonio.
El demonio que quería asesinarnos.
—Mierda... – murmuré y me puse de pie.
Algo de este lugar me traía recuerdos.
Tantos recuerdos que me asustaban tanto, por lo cual despertaba tan alterada.
—Arella...
Escuché una voz que se mezclaba con el fuerte viento.
—Uno... dos... tres... – comenzó a cantar. – Corro por el bosque.
Comencé a retroceder, pero el ruido de las ramas que se rompían hacía que me asustara tanto.
—Cuatro... cinco... seis... – volvió a cantar. – Me acercó cada vez más...
—¡Detente! – grité, mientras volteaba a todos lados.
—Siete... ocho... nueve... – cantó de nuevo. – Casi te alcanzo...Retrocedí, pero caí de espaldas, sintiendo un fuerte dolor en mi pierna.
Una herida, ocasionada por las malditas ramas rotas del suelo, se encontraba en ella, la enorme cortada comenzaba a dolerme tanto que sentía que moriría en ese mismo instante.
La sangre emanaba de la herida, por lo que tuve que arrancar un pedazo de mi vestido y hacerme un torniquete para detener la hemorragia.
—Diez... – su voz cambió, haciéndose más grave y tenebrosa. – He llegado...
Miré hacía adelante y esos ojos rojos aparecieron entre la oscuridad.
Sus enormes dientes afilados se asomaron y lo que parecía ser sangre, comenzó a gotear de ellos.
El demonio quería matarme.
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[COMPLETA] ✓ ARCÁNGEL: La Maldición de los Caídos I [SAGA: ARCÁNGEL]
RomansaPRIMER LIBRO DE LA SAGA "ARCÁNGEL". Para Arella Barnes su nueva vida la ha hecho salir de su rutina. Ángeles y Demonios la acechan al descubrir que es parte de la Maldición de los Caídos. Ella hará todo lo posible por sobrevivir ante tales cri...